Charla a yoguis: “El valor del matrimonio”

London (England)

1980-03-08 The value of marriage, Opt, transcribed, 28' Download subtitles: EN,PL,ZH-HANS,ZH-HANT (4)View subtitles:
Download video - mkv format (standard quality): Download video - mpg format (full quality): Watch on Youtube: Listen on Soundcloud: Transcribe/Translate oTranscribeUpload subtitles

Feedback
Share
Upload transcript or translation for this talk

Charla a yoguis: “El valor del matrimonio”. Dollis Hill Ashram, 8 de marzo de 1980.

Sahaja Yoga es primero para comenzar la germinación, y después para crecer. En ese crecimiento, tenéis que convertiros en una personalidad cada vez más grande. Con el matrimonio os convertís en una persona incluso mejor. Desarrolláis una personalidad mejor.

Entonces, ¿por qué los matrimonios son necesarios para los sahaja yoguis? Lo primero de todo, casarse es lo más normal. Dios os ha dado este deseo de casaros para un propósito. Pero este mismo deseo, si no lo utilizáis para el propósito que se le ha dado, puede convertirse en una perversión, algo desagradable, y puede ser muy perjudicial para vuestro crecimiento.

Así que uno debería entender este deseo en nuestro interior de casarse. El matrimonio significa tener una esposa que es parte de vuestro ser, una esposa de la que podéis depender. Ella es vuestra madre, vuestra hermana, vuestra hija, ella es todo. Podéis compartir todos vuestros sentimientos con vuestra esposa. De manera que es importante que la esposa entienda que el matrimonio ha de ser así.

En Sahaja Yoga, como habéis visto, todos vosotros tenéis problemas, o bien del lado izquierdo o del lado derecho. Entonces, cuando se producen estos matrimonios, mayoritariamente de manera espontánea, sucede de manera natural que os casáis con alguien con una personalidad complementaria a la vuestra. Porque suponiendo que sois una persona de lado izquierdo, si os casáis con una persona con un lado izquierdo muy fuerte, se compensará, y así lograréis un buen matrimonio.

Pero para esto hay una cosa muy importante, que debéis compartir. Debéis compartir vuestra vida, cada parte de vuestra vida, cada momento. Si no sabéis cómo compartir vuestra vida, va a ser muy, muy difícil.

En cuanto al amor, se trata de cómo expresar vuestro amor, compartiendo todas vuestras alegrías y sufrimientos, todos vuestros problemas. Pero en Sahaja Yoga, es un poco más, creo que mucho más. Aquí tenéis que compartir con la comunidad. En Sahaja Yoga el matrimonio no es para los individuos, en absoluto. Si alguien tiene ese sentimiento de que en Sahaja Yoga el matrimonio es entre dos personas, está muy equivocado. Es entre dos comunidades, pueden ser dos países, pueden ser completamente dos universos. Así que no es para ser disfrutado sólo por la pareja. Ser un buen marido y una buena mujer, sólo entre ellos mismos, no es suficiente en Sahaja Yoga.

Ese amor debería ser disfrutado por todos los demás, en la sociedad y en la comunidad. Si no podéis hacer eso, entonces no habéis logrado el matrimonio de Sahaja Yoga. Es sólo un matrimonio ordinario como el que tiene la gente, no tiene nada de especial. Un matrimonio en Sahaja Yoga debería ser una oportunidad para que almas muy elevadas vengan a esta tierra.

Cuando se casan en Sahaja Yoga personas que son sahaja yoguis, que comparten su amor igualmente con los sahaja yoguis y con toda la sociedad de Sahaja Yoga, sólo entonces nacen grandes almas.

Diría que Bougdon ha hecho eso. Bougdon y Mandy lo han hecho. Es algo sorprendente. Estaban prometidos antes del matrimonio, estaban casados antes de Sahaja Yoga, se casaron después de la Realización. No sé cómo ha funcionado en su vida, realmente comparten su compañía con otros sahaja yoguis. Siempre que Me escribe, Me habla de otros sahaja yoguis, Me pregunta por cada uno de ellos, cómo están, cuáles son sus problemas. Si esto no ocurre, el matrimonio en Sahaja Yoga no tiene sentido. Para nada, no tiene sentido.

Así que la primera prueba del matrimonio entre sahaja yoguis es cuánto han sido capaces de compartir, mediante este matrimonio, con otras personas. Por ejemplo, en un matrimonio normal, el hombre es la cabeza de la familia, cómo se suele decir. Él tiene que ser la cabeza de la familia por determinadas razones. No hay nada de malo en que lo sea, está bien, vosotras os convertís en el corazón. El corazón es más importante que la cabeza. Puede que no nos demos cuenta de lo importante que es el corazón. Fijáos, incluso si la cabeza falla, el corazón puede seguir. Siempre podremos seguir mientras el corazón lo haga. Pero si el corazón falla, la cabeza falla también.

Así que como mujer sois el corazón, y él es la cabeza de la familia. Dejad que tenga ese sentimiento de que es la cabeza. Es un sentimiento, sólo un sentimiento. Como la cabeza, siente que es él quien decide. Pero el cerebro sabe que es al corazón al que hay que atender. Es el corazón quien es omnipresente, quien es la verdadera fuente de todo. Así que si la mujer entiende su posición, lo importante que es, nunca se sentirá desilusionada o dominada, porque sabe que es el corazón. Creo que este es el punto que las personas, las mujeres, especialmente en Occidente, han perdido, olvidado y no se dan cuenta. Si fueran conscientes de esto, no se habrían producido tantos problemas.

¿Veis? No es como la gente piensa, que puede controlar y dominar a los demás, o intentar reprimirlos. No es así. Es el corazón quien realmente cubre todo. El corazón gobierna sobre todo lo demás. Es el corazón el que tiene el poder de envolver el cerebro, de aliviarlo. El cerebro es un dolor de cabeza, funciona como loco. Pero el corazón es quien puede realmente cubrir todo el cuerpo con su amor, aliviarlo, y dar gozo y felicidad. Es el corazón el que contiene el espíritu. Así que el corazón es algo muy importante, es el poder. El cuerpo, igual que vosotros mismos, tiene que convertirse en el espíritu, que está en el corazón.

Con el cerebro sabéis cosas, y por eso el hombre tiene que ser la cabeza. Él tiene que salir, trabajar, tratar con la gente, ser extrovertido, como se suele decir. Y la mujer también tiene que trabajar a veces con estas dificultades y problemas. Pero la mujer no ha de sentirse dominada si el hombre le dice que no trabaje, si se lo dice con amor.

Pero si el cerebro empieza a dominar demasiado al corazón, ¿qué pasará? Se volverá muy seco. Como muchos hombres que son muy meticulosos, muy particulares. Son un dolor de cabeza, absolutamente un dolor de cabeza, para ellos mismos, para los demás, y para toda la sociedad. Las personas así pueden ser extremadamente secas, y si os fijáis, nunca pueden disfrutar de sus esposas, de sus hijos, de nada en absoluto, porque son tan particulares. Como si dicen: “Ven a las cinco y diez”, y si llegáis a las cinco y nueve, o bien a las cinco y once, ya tenéis un problema. Están sólo mirando el reloj, para buscar faltas, y en cuanto viene la mujer empiezan a gritar: “¿Por qué vienes tan tarde?” ¿Cuánto tiempo se ha perdido, 45 segundos?

Fijáos en el gozo que hay cuando viene la esposa, la expectación, la ilusión. Vais a encontraros con vuestro corazón, es algo afortunado.

Este cerebro puede descontrolarse completamente, ser muy, muy agotador, y crear tremendos problemas en vuestro interior. Así que el corazón ha de ser respetado. El corazón ha de ser obedecido. Este es el punto, ¿veis? El corazón ha de ser obedecido. Pero eso no significa que las mujeres deban dominar a los hombres. No significa eso. Obedecer al corazón significa que debéis entender lo que dice vuestro amor. Lo hacéis con amor. Si lo hacéis con amor, entoces es muy bueno.

Por ejemplo, Yo os doy charlas desde la mañana hasta la noche y vosotros no os cansáis. Normalmente la gente debería decir: “¿Qué es este sermón que nos está dando esta señora todo el tiempo?” Pero a vosotros no os importa por una razón. ¿Por qué? Porque sabéis que os quiero mucho. De la misma manera, la mujer debe establecer este papel, que ella ama. El hombre puede hacer algunas tonterías, pero se corregirá. Se desviará un poco, pero cambiará. Pero no le juzguéis ni tratéis de dominarle, como por ejemplo si os dice: “Estos colores no son buenos”. Decid: “De acuerdo, pondré los que te gusten”. Entonces él dice: “Oh, los que habías puesto estaban bien, realmente he sido un tonto”. ¿Veis? Dirá eso, sólo aceptad lo que os diga. He experimentado esto en Mi propia vida, Me ha pasado.

Por ejemplo, digamos que Mi marido no sabe mucho de carreteras. Entonces supongamos que vamos a algún sitio y dice: “Creo que tenemos que ir por este camino”. Yo digo: “De acuerdo, adelante”, y voy con él. Pero le digo: “No, creo que no es el camino, estoy segura de que tendremos que volver de nuevo, pero de acuerdo, si quieres podemos seguir. Sigamos, estoy disfrutando. Podemos ir por este camino o por el otro”. Entonces él empieza a preguntarse: “¿Tendrá razón? ¿Será este el camino correcto?” (Risas)

Empieza a pensar: “¿Tendrá razón? Porque tiene instinto, tiene intuición, tiene tantas cosas, tiene eso”. Siente esa corazonada. Una vez que empiezan a entender que las corazonadas de la esposa son correctas, entonces empiezan a seguirla, de alguna manera. Pero ¿qué hay de grande en hacer que vuestro marido os siga? Eso es algo equivocado. No hay ninguna necesidad de que os siga. Hacéis esto. ¿Qué necesidad tenéis? Ambos vais por el mismo camino. Pero debemos saber que uno está a la izquierda y el otro a la derecha. La izquierda tiene que estar en la izquierda. Si la izquierda empieza a ir a la derecha tendremos sólo una rueda. ¿Qué vamos a hacer entonces? Los dos tienen que seguir el mismo camino.

No hay dos maneras de hacerlo. Se necesitan dos ruedas para tener equilibrio. Los dos tienen que seguir el mismo camino. La gente no se da cuenta de esto. Piensan que una rueda puede ir hacia la derecha y la otra hacia la izquierda. Así que imaginaos cómo será una familia en esta situación. Los dos tienen que ir por el mismo camino. Sólo se necesita entendimiento. El uno tiene que vivir con los poderes del corazón y el otro tiene que vivir con los poderes de la racionalidad, del entendimiento. En lo que se refiere a la racionalidad, finalmente se dirigirá al corazón. Porque llega a un punto en el que no sabe. Entonces se dirige al corazón. Las mujeres han de darse cuenta de esto, que tienen esto en su interior.

Debéis nutrir vuestro poder del corazón. Pero competís con ellos en todo, si van a caballo decís: “¿Por qué yo no?” Si ellos hacen esto, “¿por qué yo no?”. Si ellos conducen, “¿por qué yo no?”

Fijáos, la sabiduría reside en hacer cosas, muchas cosas, evitando hacerlas. Veis que por ejemplo Yo no conduzco, así que todo el mundo Me lleva. No escribo a máquina, de acuerdo, todos lo hacen por Mí. Pero Yo hago algunas cosas que nadie más puede hacer tan bien como Yo. Como cocinar. Así que en lo que se refiere a cocinar, tienen que venir a Mí. Es así. No hagáis todo lo que los hombres quieren hacer. Ni tampoco hagáis todo lo que las mujeres quieren hacer. Que los hombres cocinen y las mujeres conduzcan es algo equivocado.

Los hombres deberían saber cosas de hombres y las mujeres cosas de mujeres. Deben aprender. Deben poner su corazón en ello. Quiero decir que las mujeres pueden ser igual de inteligentes que los hombres, y los hombres pueden ser igual de inteligentes que las mujeres. Las mujeres pueden ir por el lado derecho y los hombres por el lado izquierdo, no hay duda de eso. Pero así desequilibráis todo el universo, esa es la cuestión. No es que al actuar así seáis menos, de ninguna manera. Esta idea debería irse completamente de vuestras mentes. Si los hombres piensan: “Oh, soy el que lleva los pantalones”, “de acuerdo, tú llevas los pantalones, pero nosotras usamos bonitas faldas”. Así es como se debería responder.

Una vez que esto se vaya, Sahaja Yoga funcionará mejor. La dominación sólo se siente cuando no hay amor. A veces os gusta que la gente os domine ¿no? Por ejemplo, alguien os dice: “Ven, come esto, tienes que comer esta comida, debes tomar esto”. Os gusta porque alguien cuida de vosotros. Hay un interés. Alguien os quiere, quiere que tengáis esto y que hagáis lo otro. Os gusta una persona así, queréis que alguien haga eso. No queréis que os abandonen como perros que hacen lo que les place. Eso no es bueno. Una vez que desarrolláis ese sentimiento en el que “sabéis que la persona os cuida, os quiere”, entonces vosotros también empezáis a cuidar de los sentimientos de esa persona. También empezáis a entender.

Ahora de nuevo la culpa empieza a funcionar. ¿Podéis dejar ya ese sentimiento de culpa por todo? No os digo estas cosas para haceros sentir culpables. Sino para que comprendáis que tenéis que estar en un estado de ánimo muy relajado.

Este equilibrio ha sido creado desde hace mucho tiempo. Desde hace mucho tiempo. Incluso cuando Radha y Krishna existieron. Radha era el poder y Krishna era quien lo expresaba. Es como decís, el estado potencial y el estado cinético. La gente sólo sabe acerca de Krishna, pero Radha era el poder. Cuando tuvo que matar a Kansa, tuvo que pedírselo a Radha. Era Ella quien hizo todo, Ella tuvo que bailar y Él Le tocó Sus pies. Dijo: “Debes estar cansada”. ¿Por qué bailaba Ella? Porque sin su baile, las cosas no hubieran funcionado. Es así de interdependiente, tan interdependiente. Al igual que no podéis tener una luz sin una mecha. No podéis si ambas están separadas. Si podéis entender eso, entonces este equilibrio será completamente armonioso. Es algo entre Dios y Su poder. Son absolutamente uno. No os podéis imaginar de qué manera son uno Dios y Su poder. Su poder, Su deseo, es lo mismo que Dios. No hay ninguna diferencia en absoluto.

Pero los seres humanos son gente desintegrada. Vuestro deseo es uno, vuestro pensamiento es otro diferente, puestras peticiones son otras diferentes, todo está tan desintegrado. Por eso no podéis comprender. Por eso los matrimonios están tan desintegrados. La completa integración es la unión. Si la mujer tiene que trabajar, el otro no necesita hacerlo. Si el hombre tiene que trabajar, la mujer no debe preocuparse, mientras haya una completa comprensión de integración, de equilibrio, en vuestro interior.

Por supuesto, las mujeres son responsables del encanto y la armonía en la familia. Ella tiene que tener gracia y armonía. No es bonito que una mujer se comporte como un hombre, porque el hombre no necesita tener esa gracia que tiene la mujer, después de todo es un hombre. Así que está bien, quiero decir, que en su comportamiento ellos no tienen que ser groseros, pero si dicen algo brusco a veces, no importa. Para un hombre, si lo hace a veces, en cierto modo no importa. Pero para una mujer sí que importa, porque tiene un encanto, una gracia. También hay algunas cosas que un hombre no puede hacer, como mostrar interés por las mujeres. Algunos hombres son tan calenturientos, horribles, que no puedo entender cómo tienen ese interés en las mujeres, la ropa que llevan, esa clase de cosas, ya sabéis.

Todo este comportamiento tan bajo es horrible. No puede ser un comportamiento de hombres. Eso significa que son esclavos de las mujeres. No importa cómo se llamen. He oído que la ropa de la señora Kennedy, la ropa interior estaba en venta. Y personas de Australia habían venido para comprarlas. Quiero decir, pensad en estos hombres. ¿Cómo los llamaríais? No sé cómo se pueden llamar. Pero son peores que gusanos. No sé de dónde vienen. Así que un hombre tiene que ser un hombre, y un hombre es una persona como Rama. Habéis oído sobre Su vida, cómo era, cómo amó a Su esposa, cómo respetó Su propia castidad. Un hombre que no puede respetar su propia castidad no es un hombre. Es absolutamente un gusano.

Un hombre tiene que tener carácter, tiene que tener esa caballerosidad, tiene que tener valentía, un sentido protector. Por ejemplo, si vienen ladrones a la casa, el hombre dice a la esposa: “Oh, vé a abrir la puerta, yo me voy a esconder.” Y cuando los ladrones se van dice: “Voy a dominar”. Así no puede ser. El hombre tiene que cuidar. Por eso no importa tanto si es un poco brusco a veces. No importa porque tiene que enfrentarse a las cosas. Podemos decir que él es como un cuerno y las mujeres son como las flores.

Ahora, entre un cuerno y una flor, os gustaría ser una flor, ¿no? Sin embargo, entre un hombre y una mujer, os gustaría ser un cuerno. Es algo equivocado. Él tiene que proteger, tiene que cuidar de los ataques a la vida familiar y otras cosas. Por el contrario, ellos permiten que personas equivocadas influyan en la familia, traen a mujeres horribles, personas horribles, para dominar: “Oh, ella es mi amiga, ¿cómo podemos disgustarla?” Pero ¿qué clase de amiga es? Él tiene que decir: “Oh, no me gusta que estas personas vengan a mi casa, no son rectas. Tienen que irse”. Es él quien tiene que decirlo. Y la mujer tiene que entender. Pero si él habla sólo para dominar es un sinsentido.

Así que todo tiene dos lados, como podéis ver claramente. Si se hace con amor, es perfecto. Pero si se hace por dominar, entonces no tiene sentido. ¿Por qué dominar? Quiero decir, no entiendo esta palabra “dominar”. Cuando hay dos ruedas, ¿domina una a la otra? ¿pueden hacerlo? Si una domina, digamos que una se hace más grande que la otra, sólo conseguirá moverse en círculos, ¿no? Aquí no tiene sentido el dominar, sino que es una cuestión de integración, entendimiento y completa cooperación en nuestro interior, y esto debe extenderse a toda la familia y a toda la sociedad.

Los matrimonios que no son útiles a la sociedad no sirven de nada, es un desperdicio. Hemos visto muchos matrimonios así. Se casan, viven felices ellos juntos, y ya está. Nuestros matrimonios tienen que cambiar la sociedad con su gozo, con su felicidad, formando un hogar en el que todo el mundo es bienvenido, cuidado, hacen cosas por los demás. ¿Veis? Hay muchas personas que piensan que nadie hace nada por ellos. ¿Qué habéis hecho vosotros por los demás? ¿Qué habéis hecho? ¿Habéis hecho algo por ellos? Una vez que empezáis a entender esto, será mucho mejor.

Normalmente, una mujer, si no es educuada adecuadamente, puede ser muy, muy engreída, egoísta y vanidosa. Los hombres también pueden ser así, pero puede pasar a las mujeres si no son educadas adecuadamente. Puede ser que no les guste gastar dinero en otros, que otros vengan a su casa, compartir esto y lo otro. Pero de nuevo tenemos que juzgarlo de esa manera, ¿se hace por amor o no?

Como si el marido trae a sus amigos, y puede que a ella no le guste, porque significa dinero, ¿véis? Le gustaría tener más joyas que más amigos. Puede ser. Pueden ser así. Algunos hombres son también así. Pero ambas cosas están mal. Esto ha de ser compartido, ser entendido. Todo consiste en prodigar vuestro amor a los demás, y no es necesario gastar dinero para eso, no es necesario. Simplemente podéis ser amables, simpáticos, y gastar un poco de dinero también. No hace daño gastar un poco de dinero en los demás y expresar vuestro amor.

Como si el marido trae a sus amigos, y puede que a ella no le guste, porque significa dinero, ¿véis? Le gustaría tener más joyas que más amigos. Puede ser. Pueden ser así. Algunos hombres son también así. Pero ambas cosas están mal. Esto ha de ser compartido, ser entendido. Todo consiste en prodigar vuestro amor a los demás, y no es necesario gastar dinero para eso, no es necesario. Simplemente podéis ser amables, simpáticos y gastar un poco de dinero también. No hace daño gastar un poco de dinero en los demás y expresar vuestro amor.

Fijáos, en lo que se refiere al amor y al dinero, todavía sois muy meticulosos en Sahaja Yoga. Somos muy, muy precavidos. Tenemos mucho miedo en nuestro interior ¿veis? Entonces, esa actitud de dominar nunca debería entrar en Sahaja Yoga, en absoluto. Por ejemplo, cuando os digo algo, podríais pensar que os estoy dominando. Porque realmente toco algunos puntos muy dolorosos para vosotros, lo podéis ver claramente, es así.

Yendo demasiado al lado izquierdo os sentís culpables. Eso no es bueno. Es también un escape, porque os empezáis a sentir culpables y entonces no os curáis. No os sintáis culpables por nada. Os estoy diciendo esto porque os lo tengo que decir.

Ahora, uno puede ver cuándo es dominación si no hay amor detrás, si no hay belleza, si no hay compasión. Así que sentir que alguien os domina, nunca es lo mejor. ¿Cómo podéis ser dominados? Sois el espíritu. Vuestro ego puede sentirse herido. Pero vosotros sois el espíritu. No puede ser dominado.

Pero ¿sois el espíritu? ¿sentís vuestro espíritu? Si sentís vuestro espíritu, nunca podéis ser dominados. Nadie puede dominaros. Pero si os sentís así todo el tiempo, que sois dominados, os convertiréis en una persona muy, muy nerviosa. Podéis ser una persona horrible. No podéis enfrentaros a la gente.

Así que ya es hora de que os déis cuenta de que sois el espíritu, y de que vuestro marido también es el espíritu. O si sois el marido, debéis saber que vuestra esposa es también el espíritu. Y debe crecer un respeto mutuo a ese nivel, porque ambos sois santos, sois sahaja yoguis.

Debéis respetaros el uno al otro porque sois sahaja yoguis. Todo el mundo os respeta porque sois sahaja yoguis y habéis logrado la Realización, porque sois almas realizadas. Sólo pensad en cuando no teníais la Realización, si alguien os hubiera dicho que es un alma realizada, cómo os sentiríais hacia esa persona. No sois conscientes de eso. Pero deberíais serlo. Por eso no deberíais volveros vanidosos, sino que debéis respetar a otras personas que son almas realizadas. Son hijos de vuestra Madre. Cuando habléis entre vosotros, debéis entender eso, y más cuando sois marido y mujer.

Todo el entendimiento que tenéis hasta ahora sobre la relación marido y mujer ha de abandonarse, porque creo que es como una clase de contrato: “¿Cuánto domina él, cuáles son sus poderes, cuáles son mis poderes, cuánto dinero gano, cuánto dinero gana, dónde guardamos el dinero?” ¿Qué es todo eso? Sólo pasa cuando no confían el uno en el otro. Pero vosotros confiad en el otro más y más. Debería haber una competición en amar, en confiar, en ser honesto, en ser amable, en ser entregado. Hagamos una competición de esa manera y lograréis resultados. La competición debería ser de esta manera, en lugar de dominar, tener miedo, o compartir todas las tonterías.

Hay otra cosa que debo destacar porque pasa a las parejas que se casan y es muy, muy equivocado. Es que ambos adoptan un papel de personas muy miserables, como en “Los Miserables”. Se sientan, lloran por nada en absoluto. Todo se derrumba para ellos. Hay algunos grandes poetas, como el señor Byron y otras personas horribles, que han escrito horribles poemas así, y los recitan, y hacen las canciones más dulces, y toda clase de tonterías.

Esto no es para los sahaja yoguis. No tenéis que ser indulgentes en esta clase de tonterías, ni sentaros y entregaros a esta clase de sinsentidos, ni disfrutar de las miserias del otro. En vuestro presente no tenéis ninguna miseria. Todo lo que haya podido ser, es el pasado y ha terminado. Ahora sois personas nuevas, con una nueva consciencia de cosas nuevas, y no tenéis ninguna miseria. Así que olvidad todas esas cosas e intentad disfrutar el uno del otro, de vuestra compañía. Si empezáis a hacer eso, sentaros y disfrutar de las miserias, salid inmediatamente y decid: “Oh, estoy cayendo en el mismo juego que el señor Byron”. Ya no quiero que más sahaja yoguis se vuelvan señores Byron. Así que por favor, recordad, no os sentéis a discutir y analizar vuestras miserias. No tenéis ninguna miseria de ninguna clase.

Vosotros sois el espíritu. Sois la fuente de gozo para vosotros mismos y para los demás, y no tenéis nada que ver con eso de sentarse y llorar. No sé qué está pasando, no sé por qué no sabéis que sois vuestro espíritu. ¿No sabéis que sois vuestro espíritu? Lo sabéis, entonces ¿por qué no sois conscientes de ello? Tenéis vuestra consciencia y todavía ¿cómo puede ocurrir que digáis que no sabéis? Tenéis que saber todo. Y tenéis que ser personas muy positivas, muy felices, debéis tener esa fragancia y transmitirla a los demás. Eso debe ocurriros, si no, todo esto no tiene sentido.

Yo lo hago lo mejor que puedo para que cada matrimonio sea muy hermoso, muy bonito. Pero finalmente, ¿qué encuentro? Dos personas decaídas. Imaginad cómo serán los hijos que tendrán. Pensarán: “Qué padres más decaídos, oh Dios, sálvanos de estos llorones”. Así que no rompáis todas Mis esperanzas con estas actitudes.

Ahora, si tenéis algunas preguntas, hacédmelas porque no sé qué más decir.

S.S. Shri Mataji Nirmala Devi