Puja de Cumpleaños: “Superando los seis enemigos”. Australia.

Sydney (Australia)

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Puja de Cumpleaños: “Superando los seis enemigos”. Sídney, Australia. 21 de marzo de 1983.

Es algo muy grande el estar aquí con vosotros en este día tan auspicioso. Los australianos habéis demostrado ser buenos sahaja yoguis y habéis progresado muy rápidamente en vuestra vida espiritual. Estar aquí con mis hijos es para mí el mayor gozo. Como sabéis, tengo muchos hijos en todo el mundo además de aquellos a los que realmente he dado a luz. Hoy debemos pensar en todos aquellos que están lejos de nosotros, a miles de kilómetros, pidiendo a Dios Todopoderoso por su ascenso espiritual. Solo se debería pedir por el ascenso espiritual; porque cuando ascendéis obtenéis todo lo demás, pero cuando no ascendéis os falta lo necesario. Esta es la razón de que haya problemas. Incluso hoy he tenido que resolver algunos problemas antes de poder venir al Puja. Pero, si vosotros tomáis en vuestro interior la decisión de ascender espiritualmente, entonces recibiréis todo lo necesario, todas las bendiciones que Dios desea derramar sobre vosotros para haceros ciudadanos de su Gran Reino; donde ya nunca más seréis juzgados ni castigados ni sometidos a ninguna prueba, y donde moraréis en el Eterno Amor de Dios, en su Gloria.

Hace diez años no hubiera podido creer que en este tiempo lograríamos este resultado. No deberíamos juzgar el progreso de Sahaja Yoga en relación con otros gurus de plástico. Incluso para crear un santo es necesario que pasen miles de vidas y sin embargo muchos han llegado a ser profetas; esto es un acontecimiento muy grande para vosotros.

Olvidémonos de cualquier clase de heridas que tengamos en nuestro interior. Tenemos que saber que somos profetas. Debemos integrar en nosotros este hecho: que somos profetas. Si simplemente pudierais asumir lo que sois, lo que habéis llegado a ser, ¡emitiríais la Gloria de Dios! Como un capullo que cuando florece posee su propia fragancia y la emite automáticamente; pero solamente los seres humanos poseen libertad incluso para no asumir, para negar o asumir lo que son. Incluso si han llegado a ser profetas, todavía se entretienen en la imaginación con lo que no son y siguen atemorizados u orientados por el ego. Es la falsedad, no es vuestra verdadera naturaleza. Es igual que actuar en una obra, ser el actor. Alguien que está representando el papel de Shivaji llega a ser como Shivaji. Cambia su forma de vida completamente y llega a ser igual que Shivaji. Pero si la misma persona actúa como Hitler, llega a ser igual que Hitler. Ambos son artificiales. Se transforman en algo artificial.

Ahora que, verdaderamente, sois profetas os resulta difícil ser la persona que realmente sois y no la persona artificial que ha quedado atrás, que ya no está ahí, que está acabada. El pecador ha muerto, el egoísta no está ahí, el que estaba asustado se ha ido para siempre. Eres un profeta. Elevaos en la gloria de esa personalidad. Las personas que no son profetas, que no son devotos, y que hacen actividades contra Dios, pueden asumir que son profetas. Pero aquellas personas que, realmente, son profetas no quieren asumir la situación de que ellos lo “son”.

Tan pronto como lo asumís os transformáis en ello. Hoy deberíamos salir de este juego al que nuestra mente ha estado jugando durante tanto tiempo. Toda la falsedad tiene que desaparecer. Por supuesto que, como he dicho, nunca podría haber imaginado que en diez años conseguiría estos resultados; con tantos demonios como hay a vuestro alrededor tratando de seduciros. A pesar de todos los obstáculos y problemas que habéis tenido, habéis ascendido. Habéis ascendido mucho y os habéis transformado en preciosos profetas. Estáis tan transformados que, con un poco más, simplemente con asumir lo que sois os sentiréis muy bien. Hablé a mi nieta mayor, que es solamente una niña de once años, y ella dijo a su madre: “¡Ahora no puedo hablar con Nani (la abuela) porque es una Diosa! ¡Cómo voy a poder dirigirme a Ella! Me siento tímida”. ¡A esa edad! Dicen que es la primera de la clase y edita una revista en su escuela. Es formidable y tan humilde, y le dijo a su madre: “Me da vergüenza hablar con Nani, Ella es la Diosa, ¿cómo puedo hablar con Ella? Ruston me dijo que emite vibraciones.

Así es cómo tenéis que crecer. Primeramente tenéis que saber que sois profetas y debéis saber que yo soy el Espíritu Santo. Yo soy la Adi Shakti. Soy la que ha venido a esta tierra por primera vez en esta forma, para realizar esta importante misión. Cuanto mejor comprendáis esto tanto mejor será.

Cambiaréis enormemente. Yo sabía que tendría que decirlo abiertamente algún día, y lo hemos dicho. Pero ahora sois vosotros quienes tenéis que demostrar que yo soy esto. Cristo tuvo discípulos que incluso no eran almas realizadas y extendieron la cristiandad. Las circunstancias eran muy difíciles: Cristo fue crucificado y ellos quedaron solos, aun así, doce personas lucharon y consiguieron poner en pié la cristiandad. Fueron personas muy humildes, de calidad extremadamente humilde y conocían la diferencia entre ellos y Cristo y la Madre. También conocían la diferencia entre ellos y los otros; llevaron vidas puras e iluminadas por el nombre de Cristo. No fueron almas realizadas. Se purificaron ellos mismos y llevaron vidas hermosas.

Los sahaja yoguis no pueden permitirse el tener estos seis enemigos. El primero de ellos es el mal carácter, que realmente no tiene ninguna compasión. Reemplazad el mal humor por la compasión. Hoy es mi sexagésimo cumpleaños y precisamente tenemos que luchar contra seis enemigos en nuestro interior. En segundo lugar, es necesario retirar nuestra atención de la perversión, cosa que la mayoría de vosotros ya habéis hecho. Vuestros ojos están mejor ahora, seguros. Pero todavía sois egoístas y vanidosos. Todavía sois celosos, competitivos. Todavía tenéis un materialismo oculto. Algo nuevo que está apareciendo es que os estáis apegando a vuestras familias. Por consiguiente tenemos que cambiarlo, cambiar el hábito. Algunas cosas pueden utilizarse para hacer el trabajo de Dios, como las seis manos de los sahaja yoguis. La primera es la ira. Debéis enfadaros con vosotros mismos cuando hacéis cosas malas. No sentiros culpables sino enojados con vosotros mismos por obrar mal. La culpa es el mejor camino para no libraros nunca de ello. Es similar a un almacén cerrado, reservado para archivos personales. He sufrido mucho por vuestros asuntos relacionados con la culpabilidad. Salen uno a uno. Así que, deberíais enfadaros con vosotros mismos cuando os sentís culpables: ¿Cómo puedo sentirme culpable? ¿Por qué hice tal cosa? ¡No voy a hacerlo más! Por consiguiente, desarrollad vuestra ira contra vosotros mismos y no contra otros. La ira podría reservarse para el día de la guerra. De lo contrario, cuando estalle la guerra todos los Arjunas dejarán caer sus arcos y se dirá que “Arjuna fue un gran guerrero hasta que comenzó la guerra”. Por tanto, no vamos a gastar nuestra energía luchando contra cosas que solamente son sombras. No hay que luchar contra las sombras.

Debéis desviaros del sexo y de la perversión e ir hacia la familia; tu mujer y tú deberéis respetar vuestra castidad. Todo debería ser castidad. Deberéis llevar una vida casta. No comportaros como perros sino como seres humanos. Toda esa atención ha de convertirse en castidad; la castidad es vuestro poder, vuestra protección, vuestra conexión con el Divino. No una castidad forzada, sino una castidad de equilibrio y comprensión. Con vuestra familia, con vuestra mujer, vosotros podéis vivir de una manera muy casta. Lo mismo vale para las mujeres. Es más, a las mujeres les diría que no deberían relacionarse con hombres que hablen mal de sus maridos. Todos estos hombres que tratan de predisponer a las mujeres contra sus maridos deberían ser excluidos de Sahaja Yoga. El matrimonio es un lugar Santa Santorum donde no deberíais interferir yendo contra el marido. Nadie tiene derecho. Si hay algún problema deberíais ponerlo en mi conocimiento. Interferir es una señal de estupidez.

Después, la vanidad debe transformarse en orgullo. Deberíais estar orgullosos de ser sahaja yoguis, realmente orgullosos. ¡Levantad vuestra cabeza, orgullosos de ser sahaja yoguis! El orgullo no es nunca opresivo, estar orgullosos es algo glorioso. Pero la vanidad… Realmente el orgullo no es otra cosa que la expresión de la autoestima. La mendicidad, pedir prestado, la pantomima, todas estas cosas surgen de la poca comprensión de vosotros mismos. Así que, la vanidad debería ser el orgullo y el orgullo debería ser expresión de la autoestima. La autoestima es muy diferente del ego. La una es realidad, el otro es completa artificialidad. Los hombres deberían comportarse como hombres y no como mujeres dóciles como una vaca, dispuestos a ser atados con una soga cuando sus mujeres así lo quieran. Ellos deben dirigir la sociedad. En India las mujeres nunca han luchado contra el hombre por los derechos de la mujer. Ellas nunca han luchado con los hombres porque ellos son también padres y hermanos y se preocupan por el bienestar de las mujeres. Las mujeres raramente han luchado porque saben que, desde el momento en que iniciaran la lucha, la política de enfrentamiento con los hombres no tendría fin.

Esto es básicamente: ellas sabían que tienen que convivir con los hombres, que no pueden luchar contra ellos. Pero los mismos hombres lucharon. Incluso en América, fue Abraham Lincoln quien luchó por la liberación de las mujeres y no las mujeres.

No tenéis que ser egoístas sino orgullosos. Orgullosos de que sois sahaja yoguis, orgullosos de haber nacido en un tiempo en el que tenéis el deber de realizar la obra de Dios. ¡De que Dios os ha elegido! Así que, deberíais elevaros a ese nivel. Algunas personas, de repente se vuelven taciturnas, recluidas en Sahaja Yoga. Nunca serán perdonados porque Dios os ha dado mucho. Suponed que alguien os regala un diamante, estáis orgullosos, os lo pondréis y lo luciréis. Así, cuando se os ha dado vuestro Espíritu, deberíais estar orgullosos y no comportaros como reclusos. Alguna gente piensa: “Yo no debería tener ningún trabajo ahora, no saldré, me sentaré a meditar”. No hay sitio para este tipo de gente en Sahaja Yoga. “¡Yo no puedo hacer esto!” La expresión “no puedo” debería eliminarse del diccionario de personas que se supone son sahaja yoguis. Sencillamente, no podéis decir “yo no puedo hacerlo”.

De manera que la autoestima os dará el tipo de dinamismo necesario en Sahaja Yoga, un dinamismo discreto, un dinamismo sabio. Y no tendré que resolver vuestros problemas nunca más. Deberían establecerse la competitividad y la rivalidad. Debería existir competitividad dentro de ti mismo, entre el que has sido y el que eres. ¿Quién gana? ¿Tu pasado o tu presente? Vuestro presente debería ir rápidamente, cada vez más rápidamente, dejando atrás vuestro pasado tanto como podáis.

No debería haber competición entre sahaja yoguis en cuanto a la adquisición de cosas. A veces también he visto competición en gritos, chillidos y en comportarse desagradablemente con otros; hay una fuerte competencia en esto. Compitamos en compasión, en calma, en dulzura, en buena conducta. ¿Quién tiene una mejor educación? ¿Quién es más caballeroso? ¿Quién es más profundo?; tened a alguien como ideal ante vosotros, por ejemplo un hombre que penséis que es muy caballeroso o una dama que es realmente una dama. Por el contrario, no está bien si como ideal tenéis a una dama que se comporta como un hombre o a un hombre que se comporta como una mujer. Esto no es el ideal, es al contrario. Una mujer que trate de demostrar que las mujeres son diferentes de los hombres y que las mujeres deben conseguir esto… En Sahaja Yoga no hay hombres ni mujeres, ni las mujeres deben conseguir esto y los hombres aquello. Sois el Espíritu y únicamente la cubierta que tenéis, el cuerpo que tenéis, la luz que tenéis, la lámpara que tenéis es diferente; y para mantener la luz encendida una mujer debe ser una mujer y un hombre debe ser un hombre.

Como os dije ayer: una manzana no deberá tratar de ser un mango y un mango no debería tratar de ser una manzana. Es agradable ser la mejor manzana y es agradable ser el mejor mango.

Los recluidos dicen que tenéis que apartaros, comportaros, no como seres humanos sino como… No sé qué animales hacen esto. Al igual que cuando recibís dádivas, no podéis volveros indolentes, no podéis. En la medida de lo posible, no me gustan las personas que aceptan limosnas. No es un signo de buenos sahaja yoguis. Todos vosotros deberíais ser muy trabajadores, deberíais adquirir cualificaciones, deberíais ser buena gente, los primeros en todo. Buenos estudiantes, buenos cocineros, buenas madres, buenos padres, buenos administradores. ¿Dónde vamos a conseguir esta gente? No podemos ser todos lavaplatos, ¿verdad?

La competición entre hombres y mujeres debe parar. Las mujeres deben tener su propio lugar y los hombres han de tener el suyo. Las mujeres deben saber que los hombres son sus manos. Si vosotras sois la Shakti ellos son las máquinas, no matéis vuestras máquinas gritándoles, chillándoles, humillándoles, haciéndoles desconfiados. De este modo no funcionará. Tenemos que animarles a hacer la obra de Dios. Tenéis que apoyarles, cuidarles, porque son las máquinas, son las manos y vosotras sois el poder. Evidentemente, si estas manos se enfrentan con el poder, ambos sufrirán. Igualmente, no debería existir competencia entre los hijos y vosotros; no debería existir competición entre mi hijo y su hijo, sacad eso de vuestra mente. Debería compartirse todo. Así, el competir debería transformarse en compartir. ¿Cuánto compartimos? ¿Cuánto podemos compartir? Ved que los borrachos no pueden sentarse y beber solos. Tienen que tener a alguien con quien compartir. Los ladrones deben tener diez personas para robar. Cuando se trata del néctar del Amor de Dios, ¿cómo podemos tomarlo solos? No podemos disfrutarlo. No hay gozo en absoluto en tomarlo solos. Así que, seamos agradables y amables unos con otros. La gente que va a gozar del néctar debería competir en compartir este néctar y de este modo obtener más y más. ¿Quién comparte más? ¿Quién es más generoso? Deberíamos tomar la belleza de la materia. Podéis hacer una cosa con vuestras manos. Esto es mucho más hermoso que correr detrás del dinero, contando dinero realmente os volvéis excéntricos; los que cuentan su dinero desde la mañana hasta la noche son unos excéntricos. Están continuamente perdiendo dinero, algo funciona mal en su cerebro.

Contad vuestras bendiciones. Ved la vida, la belleza en la materia. Cómo ha trabajado la vida. Mirad esta madera, veo el modelo que la vida ha creado en ella. Pero no está apagada, no está muerta, no es insípida, está bullendo. Lo podéis ver en el arte, en todo lo que es bello, es el reflejo del Poder Creador de Dios. Él ha querido que emitieran gozo para que fuerais felices. Mientras tanto os hacéis esclavos de la materia. Él nunca deseó que hicierais eso. Sois los maestros.

Lo último de todo es el apego a vuestros hijos, a vuestra mujer, a vuestro, vuestro, vuestro… Cualquier cosa que es mía no es “yo”. Mi casa no es “yo”. Mi esto, mi, mi, mi, esto debe ser abandonado, tiene que ser destruido. En su lugar deberíais decir “nosotros”. Nosotros es una buena palabra. ¡Yo digo “nosotros” tantas veces! Y la gente comienza a preguntarse quienes son, algunos me han preguntado: “Madre, cuando dices “nosotros,” ¿qué quieres decir? ¿Cómo puedes hacernos experimentar que todos somos uno por la manera en que dices “nosotros”? Yo respondo, ¿por qué no? Vosotros formáis parte de mi cuerpo. ¿No es así? ¿Separo acaso mi dedo de mi mano? Si sois una parte de mi cuerpo tengo que hablar con el “nosotros” porque soy consciente de este Ser Colectivo que hay aquí. Por tanto, tenemos que hablar con el “nosotros” y no con el “yo” o el “mío”, y cuando os tengáis que referir a vosotros mismos hacedlo en tercera persona, así podéis decir: “Nirmala se va ahora a Londres”. Esto es, realmente, verdad porque este cuerpo va a ir allí pero mi Corazón va a permanecer aquí. Así que, decir que yo voy a ir no es verdad, si yo soy la Adi Shakti, ¿dónde voy a ir? No voy a ir a ninguna parte. Yo estoy en todas partes. ¿Adónde puedo ir? No existe lugar en el que no esté y si tengo que ir a tal lugar, el único sitio al que no quiero ir es al infierno. Así digo: “Nirmala se va ahora. Abandona Australia”. Mañana partiré. ¿Qué sucede pues? Solamente que este cuerpo tiene que irse, eso es todo. Igualmente comenzad a hablar de vuestro cuerpo. Esta mente mía, esta mente del Sr…, etc., etc. Es mejor dirigiros a vosotros mismos como Sr., Sra. o Sta. ¡Señorita, por favor!, ¿querría levantarse ahora? Es mejor dirigirse a uno mismo. Los niños hablan de esa manera. En tercera persona. Os asombraréis, veréis la broma detrás de todo este asunto. Aprenderéis a reíros de vosotros mismos. “¡Oh, Sr. Fulano de Tal, se está comportando así! Y realmente llegaréis a ser vuestro propio maestro, porque sabéis cómo manejar a este niño. Ello os dará un sentido de madurez.

El decir que este es mi hijo, esta es mi mujer; evidentemente tenéis que cuidar de vuestra mujer y de vuestros hijos porque ellos son vuestra responsabilidad, pero hacedlo con otros niños más de lo que os gustaría hacerlo con vuestro propio hijo. Una completa identificación con vuestros hijos, una sobreprotección os dará problemas. Tenéis que creer que vuestra familia es la familia de vuestro Padre y que vuestra Madre cuida de ella. Si pensáis que podéis cuidar vosotros solos de vuestra familia, ¡adelante! No seáis sobreprotectores, no os preocupéis demasiado, no os disturbéis demasiado por vuestra familia.

Mantened un carácter muy sociable para que vuestros hijos no sean de otra forma… Enseñadles cómo compartir. Si un niño se cae, pedid a otros niños que le ayuden. Idead juegos en los que los niños inventen la manera de ayudar a un niño que no puede andar bien. Enseñadles mediante representaciones, cuentos u otras cosas, lo que es la virtud. Debéis ayudar incluso sin tener la idea de que estáis ayudando. Es un placer, es un privilegio. Es un gran honor el que podáis hacerlo. Debéis cambiar completamente vuestras ideas. Mucha gente tiene la costumbre de servir a “su hijo” en primer lugar; eso es absurdo, absolutamente vulgar, indica mala educación. Se debe servir a los otros primero y después a vuestra propia familia. Reservar algo para vuestros hijos es el signo de una persona que se comporta como “una rana que vive en un pequeño pozo”. ¡Libraros de ello! Los hombres, tratad de formar vuestro propio grupo de hombres y las mujeres vuestro propio grupo de mujeres. No debería haber demasiadas instrucciones a las mujeres por parte de los hombres. No es adecuado. He descubierto un montón de cosas raras. No puedo comprender cómo funcionan estas cosas.

Si sentís que vuestra familia y vuestro marido son demasiado importantes, estaréis apartados absolutamente del resto. Si por el contrario abandonáis completamente a vuestro marido, diciendo que no es bueno, que el matrimonio es un fracaso, os adherís a otras cosas que se suponen son algo, son una meta elevada…, de destrucción. Por tanto ninguna de las dos posturas es buena. Deberíais proteger a vuestro marido o mujer o a vuestros hijos cuando ello es correcto. Pero no lo deberíais hacer de manera obvia. Aparentemente no deberíais hacerlo. Si decís a vuestro hijo: “De acuerdo, he comprendido, pero no quiero hacerlo en público…” La gente no debería saber que él es vuestro hijo. La forma con la que se une a otros, convive con otros, comparte con otros, es lo importante en un sahaja yogui. Vosotros sabéis que hasta ahora ni siquiera he dado la Realización a mis hijas. ¿Lo podéis creer? Y no digamos nada del conocimiento de la Kundalini. Vosotros podéis enseñarles. Sé que puedo dárselo en cualquier momento. No les he dado mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo estoy con mis propias hijas? Muy poco. En todo el año solo pasé tres días con ellas. Así que, en este tiempo lo más importante es la relación entre Sahaja Yoga y los sahaja yoguis. He visto a algunos sahaja yoguis escribir a sus padres, a sus madres, a sus hermanos mucho más de lo que escriben a otros sahaja yoguis. Esto es muy sorprendente. Escribían a sus padres pero no a otros sahaja yoguis.

Deberíais comenzar a escribir a otros sahaja yoguis. De entre aquellos que han vivido en Londres, ¿cuántos escriben a la gente de Londres? ¿Han hecho algunos amigos o ninguno? ¡Nada de esto! Ellos están tan preocupados con sus propios problemas que no se molestan en crear esos lazos de amor. Como si no tuvieran interés en Sahaja Yoga. Estuvisteis en el ashram de Londres, ¿cuántos de vosotros les escribís cartas? A la gente de Londres, ¿cuántas cartas escribís? Ahora os habéis encontrado con ellos en este programa, ¿cuántos de vosotros les escribís cartas y os mantenéis en contacto? ¿Cuánto tiempo se necesita para escribir una carta? ¡Nada! Espero que tan pronto como regreséis hoy, todos escribiréis cartas acerca del cumpleaños de hoy, diciendo cómo se ha celebrado, en una forma bella. No a vuestra familia, no a vuestra gente, sino a otros. Ellos están en todas partes, conocéis cómo están. Les escribís porque sabéis que están a la cabeza de esto. Al igual que escribís a Gregoire, podéis escribir a Ruth en Italia, a Genevieve en Ginebra. Tenéis que encontraros con todos ellos, ¡deberíais escribir! Las mujeres deben escribir a las mujeres y los hombres a los hombres. Arneau está en Losane, ¿por qué no escribirle? Él está allí, ¿sabíais que su mujer tiene que ir a América a dar a luz? Deberíamos conocernos unos a otros muy íntimamente. Yo conozco muchas cosas de mucha gente, conozco todos los detalles. Así es cómo debéis inundaros con ese amor. Mañana iréis a América o a otro lugar, allí tenéis hermanos y hermanas ya establecidos. Escribidles acerca de vuestra Madre, de lo que pensáis. Vosotros solamente me escribís a mí algunas veces pero no os escribís unos a otros. No escribáis cartas muy largas, especialmente para mí, sino escribidles cartas bonitas, dulces, poéticas, ellos se sentirán felices; es igual que enviar flores. Sacar ideas de esto sería una muy buena idea.

Esto os hará dominar a esos seis enemigos y los hará vuestros esclavos y así podréis utilizarlos para vuestro propósito. Entonces llegarán a ser grandes cosas. Ellos serán vuestros asistentes, serán los comandantes de vuestro ejército, serán vuestras condecoraciones. Está todo en vuestras manos, lo tenéis que hacer con sabiduría. En este tiempo, a la edad que he alcanzado; yo he estado siempre aquí, con la misma edad, he sido siempre igual de madura, igual de niña, justamente como una jovencita y una mujer anciana, todo a la vez, y cada año y cada tiempo. Pero sin duda he madurado en la comprensión de los seres humanos. Ciertamente he conseguido una mejor comprensión y madurez en lo que se refiere a mi conocimiento acerca de los seres humanos. Cuando nací ellos eran desconocidos para mí, completamente desconocidos; no imaginaríais que la Adi Shakti dijera esto, ¡pero es verdad! A pesar de que os he creado, os desconocía absolutamente. Pero sabed que he crecido, os he comprendido muy bien, sé que sois mis hijos, sé cuánto me amáis y cuán cerca estáis de mí.

¿Por qué llora tanto?, “quiere ir al servicio”. ¡Que vaya! “Quiere que vaya con él. Yo le estoy intentado decir que debería ir por sí mismo”. ¡Que vaya!, personalmente pienso que esos niños son muy obstinados. Quiere que vaya con él. Ese es el problema. Es cosa de bhuts, ¿verdad? ¡Que vaya! ¡Él no escuchará! Mejor ir. Ved. ¡De acuerdo, bájalo! ¿Qué hacer?, veis, muy obstinado. Son bhuts. Un niño tan grande y no puede ir al servicio; únicamente es para molestar, eso es todo. Realmente deberíais darle una torta ahora, si le das dos tortas ahora su bhut se marchará. Necesita dos tortas y la próxima vez no lo hará. Como ves en este momento debes darle una torta, no muy fuerte, pero hazle saber que no te gusta su comportamiento. A veces los bhuts solo se marchan con tortas. Especialmente he visto que esto sucede con los niños. Dos tortas en la cara y quedan como nuevos. Porque, como ves, eran bhuts y se han marchado.

Sed cuidadosos con todo lo que os dije ayer acerca de los niños. Tenéis que hacer valiosos a vuestros hijos y no cargas en Sahaja Yoga. Así que, intentad instruirles adecuadamente. Educadles, ellos merecen una buena mano que los guíe. Al principio tenéis que ser muy estrictos y castigarles si hacen algo malo, de esta manera aprenderán qué es bueno y qué es malo. Y cuando crezcan os sorprenderéis de lo valiosos que son. Algunos de ellos son muy buenos chicos pero si la influencia de niños malos es muy acusada pueden estropearse. Así que, es mejor animar a los niños que son buenos, que han sido muy dulces.

Pienso en mi juventud, en mi niñez y en cómo los sueños se han hecho realidad. Todo lo que soñé está más allá de mi imaginación. Y se ha cumplido. En lo que a mí concierne ya no me necesitáis mucho más. Os he dado consejo sobre todo lo que necesitáis. Os he enseñado el método para redimir y confortar a otros. Lo sabéis todo. Ahora solamente os falta transformaros en maestros en este arte. Olvidad vuestro pasado. Todos sois grandes personas, todos. Así que, el año que viene os veré sentados en este asiento, no en mi regazo. Viviendo por vuestra cuenta, enseñando a vuestros niños. Que comience la segunda generación. La primera generación está lista, ahora la segunda generación tiene que venir y vosotros tenéis que cuidarla. Yo quiero ser una verdadera abuela de nietos muy nobles, esto es un privilegio especial, una promoción y madurez verdaderas. Mirad (cae la lluvia). Va a inundar vuestro Parramatta (río de Sydney). Porque he dicho que soy el Espíritu Santo todo el mundo parece estar muy feliz y gozoso. Muchas gracias por tenerme aquí. Pensad en todos los sahaja yoguis de todo el mundo, en todos ellos. Hoy pienso que deberíamos enviar algunos telegramas, unos doce telegramas si es posible, a todos los centros diciendo que el sesenta cumpleaños de Madre fue celebrado con gran alegría. Madre envía bendiciones o algo así. Ellos se sentirán muy felices. Pero de acuerdo con la costumbre de India es el sesenta y un aniversario porque el día en que se nace es también un aniversario. Ese fue el verdadero día de mi nacimiento. Por ello lo llaman sesenta y un aniversarios y también vamos a tener un gran programa en India.

Vosotros sois personas especialmente favorecidas y espero que me favorezcáis especialmente a mí también. Espero que este año empecéis un nuevo papel y un nuevo estilo de vida en el que os transformaréis en personas dulces, no en hombres dóciles sino en personas afables y en mujeres dóciles. Las mujeres deben ser más dóciles, domesticadas. Ellas tienen buen aspecto. Se vuelven agradables, ríen mejor, crearán mucha alegría. Nosotros estamos aquí para crear alegría y no para disfrutar de algunos derechos que son artificiales. Para crear gozo. ¿Cuánto gozo creamos? ¿Cuánto gozo damos a los otros? Así que hoy, en esta gran ocasión, tenemos que sentir nuestro gozo dentro de nuestro Corazón. En lo profundo de nosotros reside esta fuente de gozo. Por tanto, deberíais descender profundamente dentro de vosotros mismos y sentir el gozo de este sesenta aniversario de vuestra Madre, el gozo que hay dentro de mí misma. Descended profundamente, está allí, disfrutad de ello y después dádselo a otros. Deberíais dar como si fuerais una fuente de gozo.

Que Dios os bendiga.

Declarad a todas las naciones que soy el Espíritu Santo y que he venido en este tiempo especial, que es el tiempo de Resurrección.