Saharara Puja, Charla de la tarde del Día del Puja

Thredbo (Australia)

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Saharara Puja, Charla de la tarde del Día del Puja
Thredbo, Australia. 3 de mayo de 1987. 

 

 

 

 

Tuve que hablaros de ello, de otra forma no conoceríais vuestra importancia, vuestra grandeza, vuestras responsabilidades.

Pero debo advertiros sobre el Espíritu, como ya os dije, porque una madre ha de advertir sobre el espíritu que asusta a los niños, esto es importante. Y el espíritu es el materialismo que, tal y cómo os dije, ha llegado a ser muy importante. La materia siempre intenta dominar al Espíritu, continuamente. Todos los hábitos se forman a causa de la materia. Incluso el hábito de beber o tomar drogas no son otra cosa sino las horribles poderosas cosas materiales que, están muertas y están intentando dominaros.

El Espíritu es lo máximo. Lo más alto. Nada puede alcanzarlo. Él se mantiene lejos de todos los problemas ordinarios y superficiales del mundo. El materialismo ha crecido hoy mucho más que anteriormente. Ha llegado a ser muy importante para la gente que se preocupa de cosas que ellos atesoran. Encuentro que en Occidente ha crecido tan sutil y sofisticadamente que, incluso, es difícil ver cuán lejos ha llegado. Es como el plástico que puede penetrarlo todo y lo domina.

Este materialismo nos ha llevado hasta este punto crítico del cual está preocupado el mundo, ahora. Primeramente hay desequilibrios ecológicos. La gente ve cómo los árboles mueren a causa de la creación descontrolada de fábricas. Y las fábricas necesitan, todo el tiempo, algo con qué alimentarlas. Y continuarán, imparables, creando cosas que no son muy necesarias.

Como os dije, es un plan de las fuerzas del mal; un plan que es muy colectivo. Por ejemplo, una factoría se pone en marcha. Se hacen vestidos -por ejemplo- también hay un empresario que hace que las prendas se vendan. Él mismo las cambia. Comienza cambiando la forma de los vestidos de tal manera que, cada año, un nuevo lote sale de estas máquinas. Y todo el mundo tiene montones de prendas en su casa, sin saber qué hacer con ellas. “Esas son del último año, estas de hace dos, esta del anterior”.

Sin ningún uso, absolutamente inútiles, todas ellas hechas de fibras artificiales. Es difícil encontrar algo natural en los países occidentales. Donde quiera que haya estado, encontrar algo de algodón o seda pura, es muy difícil. Debería haber un equilibrio, las máquinas son para nosotros, no nosotros para las máquinas. Después, nuevos tipos de máquinas van apareciendo para engañar a la gente; yo diría que para aprovecharse de su estupidez, cambiar una cosa tras otra y crear modas. Como os dije, en América cada cuarto de baño tiene diferentes tipos de llaves o palancas; uno no sabe cuál manejar, apretáis un botón y puede caeros todo el agua en la cabeza.

Ahora he visto el cuarto de baño que tengo aquí, en Thredbo, es muy interesante (risas). Debéis saber montar a caballo para entrar en él (risas).Y está todo rodeado de cristal, cualquiera estaría nervioso tomando un baño, un baño allí (más risas). Hay grandes hoyos. Por supuesto estas cosas retrocederán porque la normalidad funciona por sí sola. Como en nuestro cuerpo, en el cual también si tú haces algo extremo, ello retrocede al parasimpático, que lo equilibra. Por tanto la naturaleza os lleva de vuelta a lo mismo. Como cuando dijeron de no casarse, entonces empezaron los matrimonios con hombres, hombres casándose con hombres, mujeres con mujeres. Se desarrollaron toda clase de sistemas de matrimonio sin sentido.

Debían tener variedad. Veis, ¿cómo puede ser que una mujer se case con un hombre? Después una mujer mayor casándose con un chico joven, un hombre mayor casándose con una chica muy joven, y toda clase de sin sentido.

Ahora se está retrocediendo otra vez. No podemos tener muchas mujeres, tenemos que casarnos con una mujer, todas esas cosas están volviendo pero, ¿a costa de qué? Ellos tienen ya una enfermedad que es llamada “enfermedad mortal”. Se han creado tantos problemas a causa de esta clase de movimiento hacia el lado izquierdo o hacia el derecho.

Antes de que comenzase, la guerra era más un movimiento en el lado izquierdo. Todos los poetas escribieron sobre algo imaginario o trágico como la tragedia griega. Yo no sé por qué debería haber una tragedia en Grecia. Grecia misma es una tragedia para cada uno de nosotros. Pero ellos crearon su tragedia. Es una horrible materia la que han creado. Todo el mundo es miserable. Los miserables. Todos ellos. A la gente francesa no le gusto mucho porque no soy seria. No debería reír. Debería estar muy seria. Cuando hablase de Dios debería ser, incluso, peor que un cuerpo muerto (risas). De otra forma ellos no quieren escucharte.

Comenzaron toda clase de estupideces, que los movieron hacia el lado izquierdo. Toda clase de cosas perversas. Cuando Freud apareció, dijeron que era un buen guía para ellos. Él nos dará más variedad. Yo estaba en un gran banquete sentada al lado del embajador de Méjico y él me dijo:
– “Me han dicho que Vd. Está en contra de Freud”.
– “Sí, así es, dije yo. “Jung era un hombre sensible”.
– Él preguntó: “¿Qué tiene Jung?” Él nos habló de lo que los libros nos habían contado ya, así pues, ¿qué hay tan grande sobre él? Él nos dijo algo que ya sabíamos, pero Freud nos habló de algo nuevo, por eso él es grande.
– Yo le dije: “Muy bien, nosotros nunca nos hemos comido esta mesa, ¿deberíamos comer de esta mesa porque es algo nuevo?” Por supuesto no fui muy diplomática (muchas risas). Pero dije esto, no podía sostener esta rara idea. ¡Es una nueva idea, tengamos una nueva idea! Cada nueva idea, por ejemplo, en Roma llevarán todo con lentejuelas por todas partes. Mañana no podrán lavarlas, estarán sucias y ellos comenzarán con alguna otra cosa. Como sahaja yoguis tenemos que ser gente normal para entender que no permitiremos a la materia que nos domine.

Hoy, para celebrar el día del Sahasrara de una buena manera, tuve que llevar un sari con muchos chakras; esto tiene un significado, es una cosa simbólica. El cielo estrellado que veis cubriéndolo todo, está representado por el color azul. El color azul es un signo de profundidad. Tiene un significado; no está desprovisto de símbolo como lo que vosotros lleváis, por causa de alguna fábrica que está produciendo esas cosas en masa y deben ser vendidas.

Nosotros deberíamos estar fuera de esas cosas. Esas cosas no deberían tocarnos, no deberían impresionarnos, deberíamos reírnos de ellas. “¡Oh! Allí, ahora ha comenzado una nueva locura, otra más”, y ahora ellos parecen como espantapájaros, por todas partes; quiero decir que ellos pueden ser usados para este propósito (risas). Es terrible el modo en que las cosas están realizándose. Pero lo peor es este materialismo, vuestra atención llega a ser muy superficial. Muy superficial. Continuáis mirando todo. Leéis cada tablero informativo. Si habéis pasado uno, os volvéis para verlo. Debéis leerlo. Toda la atención es tan superficial.

Estáis mirando a las mujeres, las mujeres a los hombres. Los hombres mirando a…, yo no sé qué miran, la atención es tan estúpida y tan tonta. Yo he visto, en sus ojos, los bhuts cruzando de unos a otros. Es absolutamente maligno poner vuestros ojos en tales cosas. Cristo dijo: “No tendréis ojos adúlteros”. ¿Cuántos cristianos hay que no tienen ojos adúlteros? Así lo que encontráis es que todo llega a ser extremadamente superficial, incluso las religiones. Todas las religiones han llegado a ser anti-Dios. Hay toda clase de actividades anti-Dios. No tienen nada que ver con Dios, con la religión ni con el dharma, como lo llamamos nosotros.

Ellos hacen toda clase de anuncios de que están haciendo cosas buenas. Cristo que vivió bajo circunstancias muy pobres, nació en un pesebre. Si vais y veis las propiedades del Papa os asombraréis y quedaréis estupefactos. Tiene más propiedades que las que tuvieron los zares e incluso los grandes reyes de China; ahora ellos tienen a la mafia. No obstante, ellos son cabezas de la religión. Lo mismo sucede en India con la forma en que la religión es predicada. Es todo un sin sentido. No hay ningún sentido en lo que dicen: la religión hindú, la sick, el islamismo; son otros sin sentido. No tienen nada que ver con Dios. Es todo actividad anti-Dios. Fuerzan a la gente, la asustan y les hacen sufrir, y utilizan la riqueza que ellos tienen.

¿Cuál es el interés, de una persona que es religiosa, en la propiedad de otras personas? ¿Por qué debería estar interesado en obtener la riqueza de otra persona? No debería hacerlo. Por el contrario, debería ser feliz viendo que alguien es feliz, próspero con sus hijos y gozando de una bonita vida feliz. Pero esta avidez no tiene fin. Es tanta la avaricia, que de ninguna manera es posible llamar a esa gente religiosa. Y ellos son los que están hablando sobre religión.

Por otro lado, no es solo la avidez sino la lujuria. La lujuria es tan obvia. Es tan intensa que uno no puede creer que, esa gente, tenga algo que ver con la religión. Así que, una vez que sois materialistas, a continuación viene la superficialidad. Después el materialismo os da ciertas ideas: que debéis tener piernas como estas, la nariz de esta forma, los ojos de esa otra forma, el cuerpo de tal forma. Así, todo el mundo trabaja para lograr esto. En América, si os levantáis por la mañana, todo el mundo está corriendo por las calles sean jóvenes o viejos. Algunas personas mueren en las calles de un ataque al corazón. Ahora tienen una nueva locura que llaman jogging. Tuve conmigo una chica de India, me despertó y me dijo:
– ¡Madre, levántate, levántate!
– Yo le dije: ¿Qué pasa?
– Algo malo está pasando en este lugar.
– ¿Por qué?, le contesté.
– Todo el mundo está corriendo.
– Yo le dije: Están haciendo jogging.
– ¡No, no!, incluso la gente mayor, está corriendo. ¿Cómo puede suceder algo así?
– Le dije: Este es su estilo. Tú olvídalo. Déjame dormir (muchas risas).

Cada cosa debería ser hecha de forma adecuada y correcta. Pero no para caer en la trampa de esa gente que está extendiendo el materialismo. Le pregunté a una señora:
– ¿Por qué estás adelgazando más? Ella ya estaba muy delgada.
– Porque los vestidos modernos no me valen, me contestó. Tengo que hacerlo, de otra forma, ¿cómo llevaríamos vestidos? Me dijo.
– Yo le dije: Esto es muy desagradable, absolutamente horrible.

Es un sistema muy desagradable que fuerza a la gente a llevar vestidos, cualquiera que sean las normas que ellos establecen. Esto ha destruido todas las artes, toda la artesanía, todas las cosas reales. Ha traído todo lo artificial, todo lo superficial; la atención es tan superficial. Hace un momento estaba viendo una película americana, todo el mundo estaba enfermo. Todos estaban locos; quiero decir que no puedo entender cómo un ser humano puede comportarse de esa manera. Yo misma no he conocido gente así. Pero ellos mostraban un hombre enfermo, comportándose de una forma muy enfermiza. Y se suponía que era el héroe. Todos esos anuncios, todos esos periódicos y todos esos medios de comunicación, todos ellos están solo para dar sensaciones a vuestro cuerpo. Cualquier clase de sensación. Tiene que ser algo sensacional porque ellos piensan que tenéis que llegar a ser materia. A menos que deis algunos golpes a la materia, no se moverá. Y a esto es a lo que os han llevado. Es donde hemos llegado, a un estado de materia.

Así, nosotros, no tenemos sentimientos. No hablamos a nadie. Nuestros corazones están congelados. Sentimos miedo de hablar a otros seres humanos. No podemos tolerar a nuestros hijos. En Londres -no estoy diciendo en Inglaterra- cada semana son asesinados dos niños, no tenemos amor por nuestros niños, no podemos soportarlos. No nos amamos unos a otros. No amamos el cocinar o hacer algo por nuestro marido. El marido no tiene amor para hacer algo por la esposa. Las películas nos muestran siempre al marido y a la esposa luchando continuamente. ¿Cómo puede ser así? No hay amor ni afecto, no hay preocupación por hacer algo por el otro. ¿Qué es esta lucha interminable?
-¿Por qué has manchado la alfombra? -Pregunta ella.
-No, yo no la manché, los niños la mancharon.
-Entonces, ¿por qué no la has limpiado?

¿Es esta una materia permanente? ¿Qué es lo importante? Ellos tienen que vender la casa al día siguiente y las alfombras tienen que estar allí. Por tanto todo debe ser vendible. Todo debe ser vendido, incluso la esposa, el marido, los niños, todo. Todo tiene que ser de tal forma que pueda ser vendible en cualquier momento. Cualquier cosa que compréis (sea un anillo de diamantes…) debe poderse vender. Si queréis comprar algo muy bueno, debe ser vendible. Os sorprenderíais. Así nadie puede tener algo que no esté regularizado. Pienso que todo lo demás es considerado como desperdicio en este país. Tenéis que regularizarlo todo. No podéis tener nada para vuestro gozo, para vuestra felicidad, para vuestro uso, para darle vuestro amor.

Dais a alguien algún presente, por ejemplo, un anillo de oro. Inmediatamente esta persona irá a la tienda a preguntar al joyero si es o no de oro, si tiene buen precio o no. No verán la belleza que tiene. No verán el sentimiento con que fue dado. Solo verán si es vendible o no. Es mejor saberlo por si más tarde quiere venderlo, incluso los regalos. Por ello, la actitud ante la vida es que todo es valorado en dinero. Todo se valora por el dinero. ¿Cuánto es el desperfecto? ¿Cuánto costará? ¿Cuánto tendremos que pagar? ¿Cuánto nos costará mantener al niño? Si vais a tener un niño, cuánto os va a costar; inmediatamente irán al computador para averiguar cuánto costará.

Como ahora que estoy hablando tantas palabras. Como hay un computador para ello, lo ponéis en el computador y averiguáis que os cuestan cinco pastillas de menta (risas). No tienen sentimientos, incluso cuando cantan o hablan, o cuando hacen algún trabajo, no hay sentimientos. Tampoco hay ninguna implicación en las cosas. Ninguna implicación. Los trabajos auténticos que fueron hechos antes, no pueden ser hechos hoy, ¿por qué? Esto se debe a que no hay sentimientos, no hay implicación. No hay el sentimiento de que este es mi trabajo y yo lo estoy haciendo. Yo lo estoy haciendo para presentar mis propios sentimientos, para expresarme yo mismo, es mi propia obra. Se carece de sentimiento.

Muchos de vosotros habéis visto Ajanta, esto fue construido en diez siglos, desde la cima hasta la base. Cuánto lo deben haber planeado. Cuánto deben haberse organizado entre ellos en diez generaciones. Cómo deben haberlo pintado sin haber nada. No había ciudad ni televisión, el modo en que ellos vivieron allí. Vivieron sobre la dedicación y el amor a Buda, al cual ellos nunca vieron. Tales personalidades tuvieron tanta dedicación e implicación. Una vez que ellos asumieron algo, se dedicaron absolutamente a ello. Pero esta gente de hoy está perdida a causa del materialismo. La cosa más importante es: “cuánto dinero obtenéis de algo”. No hay fin para ello. Y después os dedicáis a robar. Toda esa gente de grandes pelucas, los Primeros Ministros… Al final se supo que ese Marcos, el gran Primer Ministro filipino, entregó todas sus pinturas a otro ladrón de Riad. Todos son ladrones. Todos esos Johnnies de grandes pelucas -si se supone que están allí- son ladrones. ¿Por qué? ¿De qué tienen miedo? ¿Por qué hacen esto?

Ellos están temerosos de que se descubra que son ladrones y por ello hacen todas esas cosas equivocadas. Reúnen dinero porque saben que, algún día, tendrán que salir corriendo. Por eso deben organizarse de tal forma que deberán tener todas esas cosas situadas en un lugar donde puedan obtenerlas de nuevo en cualquier momento. Pero, ¿por qué llegar a ser un ladrón desde el comienzo? Llegáis a ser el Primer Ministro, os hacéis un buen nombre, la historia os recordará. Pero ellos no piensan en estas cosas, solo piensan en el presente. ¡Muy sahaja! Mientras estáis en el trono os hacéis con tanto dinero como os es posible. Este dinero les traerá una mala reputación. Su descendencia ni les recordará. La gente no respetará sus nombres, si les nombran tendrán dolor de cabeza. Entonces, ¿cuál es el propósito de llevar esa vida?

Incluso hoy, los seres humanos no son tan degenerados que pongan estatuas de borrachos o de ladrones que han estado manejando el país entero y vendiéndoselo a otra persona. No se hacen estatuas de tal gente. Nadie los recuerda. A la gente no les gustan, son detestados incluso si hay estatuas de ellos. Yo he visto esto de Stalin. Sus estatuas son quitadas. Así esta idea del materialismo, de que “la materia es lo más importante”, ha crecido como un fantasma en la mente de la gente. Que si estáis bien materialmente, entonces estáis bien. El otro lado de esto es que debéis mostrar que no cuidáis la materia. Que no os preocupa. Como la gente de la anticultura. Pero esto no es así, el materialismo está dentro de ellos. Está imbuido en ellos. Está en su sangre. No pueden desembarazarse de él. Presumiendo: que nos peinamos de tal manera, que no necesitamos de un barbero, o nos vestimos con ropas sucias, con agujeros, para demostrar que no nos preocupa la materia.
¡Esto no es así! Cambiando la materia no cambiáis los interiores. El interior se cambia cuando miráis a la materia como un testigo.

La materia tiene un propósito. Deberíais conocer este propósito de la materia. Si conocéis su propósito, entonces, tendréis valores. Vuestro sistema de valores será el correcto. Por ejemplo, este micrófono tiene un propósito. Tiene que hacernos oír la charla claramente. Pero si ese propósito no lo cumple, entonces no es bueno. Del mismo modo todo tiene un propósito. ¿Cuál es el sentido de comprar cincuenta blusas artificiales o treinta y dos mil zapatos, como hizo la Sra. de Marcos, cuando ni siquiera iba a usar dos de ellos? No había sentimiento, no tenía sentido, es egoísmo, egocentrismo. Estáis pensando en vosotros mismos todo el tiempo.

Ahora vosotros queréis regalarme un sari, en marathi ‘pot zakne’, significa lo que cubre la matriz de la madre, el estómago de la madre. Porque ella nos pone en ese lugar. Ella nos da nacimiento y, por ello, debemos darle algo para cubrirse. De una manera humilde. Ahora me habéis dado un sari, yo no sé cuándo voy a ponerme todos esos saris, pero me los habéis regalado. Solamente me lo regalasteis con un sentimiento. Puede que nunca me lo ponga. También puede que los use. Pero vuestra descendencia verá lo que habéis regalado a vuestra Madre. Yo no me lo voy a llevar conmigo, nadie va a llevarse la materia con ellos. Pero este regalo tenía un propósito, un significado, tenía emoción detrás de él. Ha sido dado en un Puja en el que había mucha gente reunida. Se lo regalasteis a vuestra Madre. Cuando la gente lo vea se sentirá feliz. “¡Oh! La gente de Sídney regalaron esto o los australianos lo dieron en este Sahasrara”.

Ved solamente cómo fluyen las vibraciones. Esto es así. Así, no tiene ningún propósito si presentáis algo que no es necesario en un Puja. No tiene ningún propósito. No tiene sentimientos, no tiene valor. Por ejemplo, si ponéis este micrófono en el cuarto de baño; porque allí no se puede ni siquiera cantar (muchas risas). Es bastante espantoso, gracias a Dios, está siendo cubierto por los sahaja yoguis, porque ellos conocen mis circunstancias. Es tan dulce ver el modo en que lo han tapado, porque saben que su Madre se pondría nerviosa tomando un baño en un cuarto de cristal. Esto es suficiente para mostrar este sentimiento, este entendimiento sobre mí. Esto llena mi corazón con tal amor, tal unidad con vosotros. Que vosotros me comprendáis, que puede que a Madre no le guste este lugar de cristal. Es tan dulce hacer estas cosas para mí.

Pequeñas cosas aquí y allá, cualquier cosa que hacemos por otros, es muestra de nuestro amor, de nuestros sentimientos. Y esto es lo que tenéis que expresar hoy, no el materialismo. No tenemos que expresar que somos muy ricos o que tenemos muchos diamantes y ornamentos, todo esto es nada. Esto no es necesario. Nosotros fuimos gente de grandes sentimientos.

Para Cristo trajeron hojas de palmas, palmas, cantando: “¡Hosanna, Hosanna!” De la misma forma que vosotros cantabais hoy. Lo que esos árboles de palmas son, incluso hoy es recordado. Los árboles de palmas que fueron usados para esto serán recordados eternamente. Ellos no pensaron sobre ello, ellos no sabían qué llevar para esa ocasión. Aquello que estaba disponible ellos lo usaron y comenzaron a cantar: ¡Hosanna, Hosanna!, a Cristo. Todas esas pequeñas cosas llegan a ser tan importantes. Porque vosotros les habéis dado valor. Un pequeño objeto, una pequeña arcilla, si la cogéis y hacéis arte de ella poniendo vuestros sentimientos en ello, entonces, se convierte en caro. Incluso la economía puede mostrar que se ha transformado en algo más costoso. Pero si ponéis en ello los sentimientos y se lo regaláis a alguien con amor, entonces esto se suma a su valor. Para esta persona esto es de mucho valor.

Es notable cómo, a veces, solo pequeñas cosas mueven el total del océano de mi Amor en una gran fuerza de felicidad y llenan de amor el corazón. A veces siento cómo esas pequeñas cosas que ellos hacen y cuidan para mí expresan su amor y, solo esto, me lleva al más alto estado de gozo. No es la materia lo que es importante. No es importante cuánto habéis gastado. No es importante cómo lo habéis traído, lo que es importante es cuánto pensamiento le habéis dado. Y esto es de lo que se carece, que no hay pensamientos. Nosotros pensamos pero no damos pensamientos. Son dos cosas diferentes, nosotros solo queremos pensar, pensar, pensar, sin hacer nada.

Y dar un pensamiento a algo es un signo de profundidad y de entendimiento. Cuando a la materia se le dan pensamientos, entonces es cuando llega a ser importante. Sin un pensamiento es inútil, es vendible siempre. Todo es vendible. No tiene significado. No tiene valor. No tiene valor. Espero que todos salgáis de esta fantasía; que os libréis de las garras de esos empresarios que están intentando arruinarnos.

Intentad tener cosas que estén llenas de sentimientos, que tengan algún significado y también, intentad dar a otros cosas que expresen vuestro amor. La materia tiene un gran valor, porque a través de ella también podéis expresar vuestro amor. Podéis expresar vuestros sentimientos por otra persona. Como hoy, en el último minuto, yo estaba esforzándome por obtener regalos para vosotros; fue tal lucha que no os lo podéis imaginar. Yo estaba allí en un gran lío, la casa estaba alborotada y toda clase de cosas sucediendo y, el Puja era esta mañana. Hasta las doce no pude salir de Puna, así no hubo posibilidad de comprar nada en Bombay. Así, con muy poco tiempo y con algunas personas ayudándome, tenía que hacer algunas compras. Fui capaz de comprar varias cosas para vosotros. Por favor, aceptadlas como una muestra de mi Amor por vosotros. También compré bastantes mangos, pero estos los han retenido vuestras aduanas. Me sentí muy disgustada. Ellos lo notaron. Les pregunté:
-“¿Cómo es esto, es que van Vds. a comerse estos mangos?”
-Ellos respondieron: “No, vamos a fumigarlos”.
-Les dije: “¿Después de la fumigación Vds. nos los darán? Los he comprado para mis niños”.

Ellos lo entendieron y asintieron. Espero tener los mangos para vosotros el lunes. Después de todo es algo muy pequeño. Pero también este es el tiempo para comer mangos. He dejado a la sabiduría de James el reparto de los regalos que, sutilmente, hemos pasado de contrabando. A causa del problema con los mangos, nos permitieron pasar el resto (risas). Estos son unos presentes muy humildes. En el mercado no tienen valor, no son vendibles. Pero lo que se expresa en ellos es amor, esto es lo importante. Desearía poder traer la India entera para vosotros, porque lo merecéis mucho más que cualquier otro. Habéis hecho un trabajo tan bueno en Australia, que la gente no puede entender cómo funciona así. Esto demuestra que la gente es muy sabia, pensativa y sensible. No lo dudéis. Es muy notable. También para las tres personas que vinieron a ayudarnos a Shuddy Camps; los ingleses están tan agradecidos, que no saben qué hacer. Por ello, me pidieron que comprara algo para ellas en Australia. Así que, tengo que salir de compras para ver algo que a ellas les gustase tener pero, ¿que hacer? Este negocio del contrabando es demasiado (risas).

(La sesión de bhajans comienza con la canción de Shri Ganesha).

Muy a menudo, en Sahaja Yoga, hacemos cosas porque sabemos que son auspiciosas en vibraciones y porque se nos ha dicho que es auspicioso, pero a veces no sabemos por qué es auspicioso. Una cosa auspiciosa para hacer, si es posible, después de que Madre haya dejado el ashram es: mantener su habitación, exactamente como estaba, durante nueve días. Después de que Madre dejó Sídney, su habitación en el ANC se dejó sin tocar durante nueve días. Cada día, las mujeres iban y repasaban la habitación, y cada día encontraban un hundimiento sobre la colcha. En el mismo lado de la cama en el que Madre dormía. Cada día sacudían la colcha y la alisaban y al día siguiente, estaba de nuevo igual.
Esta es la razón por la que es auspicioso dejar la habitación de Madre nueve días, para que Ella pueda dormir todavía allí.