Mahashivaratri Puja.

(Italy)

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Mahashivaratri Puja. Chinciano Terme, Italia. 16 de febrero de 1991.

Hoy nos hemos reunido aquí para adorar a Sadashiva, que se refleja en nuestro interior como Shiva. El Espíritu se refleja en nuestro corazón y, como sabemos, el sentido de nuestra vida es conseguir el estado del Espíritu.

El otro día estaba leyendo unos libros acerca de cómo se lograba la realización, conocer el espíritu y cómo la gente fue torturada. En primer lugar, se les pide que de una u otra forma nieguen, desafíen y condenen su cuerpo. Si el cuerpo quería tener comodidades, se le decía que primero había que intentar dormir sobre una alfombra, no en la cama. Si aún no era suficiente la alfombra, sobre una esterilla, si aún no era suficiente, sobre la Madre Tierra, y si el cuerpo aún no estaba bien, entonces sobre las piedras. Pero los Himalayas están lejos, porque Shiva reside en el Kailasha. Entonces, había que ir a los Himalayas y dormir sobre el hielo. Esto era lo mínimo que se requería.

Después se decía “si os gusta la buena comida, os gusta una comida suntuosa y comer en abundancia”, muy bien, para empezar, tenéis que abandonar todo aquello que os gusta, todo lo que os gusta. Por ejemplo, los italianos no podrían comer pasta. Pero no es suficiente. Después de esto tenéis que empezar a comer cosas muy amargas. Como en el sistema Zen, que os dan cosas como la quinina elevada a la 108 potencia, absolutamente amargo. O absolutamente dulce, para poner vuestra lengua a prueba. Pero aún sigue ahí el estómago, así que, si coméis mucho, ayunáis durante un día; si no es suficiente, entonces ayunáis siete días, después cuarenta días. Quiero decir que el mes tiene 30 días y ayunar durante 40 días significa que ya estáis acabados.

Así es como teníais que hacer penitencia para conseguir el Nirvana. Así conseguís el Nirvana porque estáis acabados. No queda nada de vosotros, sólo huesos y los huesos alcanzan el Nirvana. Finalmente llega la muerte y ya estáis acabados y ahí está el Nirvana, no hay duda.

Tampoco podéis vivir en una casa, porque una casa es comodidad. Tenéis que abandonar a vuestra esposa, a vuestro hijo, abandonar todo, vestir solamente una tela alrededor de vuestro cuerpo e ir pidiendo limosna a la gente.

Con esta ropa también tenéis problemas porque os apegáis a ella, así que vais a los Himalayas, donde nadie puede veros, y allí os quitáis la ropa y en aquel frío os quedáis tiritando. Entonces obtenéis el Nirvana, así obtenéis el Nirvana. Todas estas condiciones eran impuestas para destruir las demandas del cuerpo. Le decís al cuerpo, “No, nada de eso, mejor trabaja por tu Nirvana”.

La segunda cosa era destruir vuestra mente que os lleva hacia los sentidos, hacia el gozo de las cosas. Por ejemplo, si tuvieseis mucho deseo de conseguir algo teníais que negarlo, negar eso, negar aquello. Cualquier cosa que os dijese la mente decirle, esto no, esto no. En sánscrito el sloka dice, “Ya neti, neti vachenerdni gomovurjuce”, “esto no, esto no”.

Entonces podíais discutir, sólo discutir sobre el Nirvana. Antes de esto ni siquiera teníais derecho de hablar del Nirvana.

Cuando leí este libro dije: “Baba me rindo, esto es demasiado”. Pero en Sahaja Yoga es al revés. Primero construimos el tejado y después los cimientos. La apertura del Sahasrara es lo primero que conseguimos; así, en la luz del Sahasrara, tenéis que observaros a vosotros mismos.

Gradualmente la introspección mejora a través de las vibraciones y veis por qué. ¿Por qué quiero esto? ¿Por qué mi atención va a mi comodidad? ¿Por qué mi atención va a la comida? ¿Por qué a mi familia, por qué a mis hijos, cuando tengo que alcanzar lo más elevado?

Entonces empezáis a hacer introspección vosotros mismos y entendéis a través de las vibraciones que hay algo mal dentro de vosotros y no tratáis de ver a los demás, qué está mal en los demás, os veis a vosotros mismos, porque es vuestro propio ascenso lo que tenéis que lograr.

Pero antiguamente todo esto se hacía individualmente. Una persona que empezaba el camino hacia el Nirvana tenía que ir al “Ekat”, que significa un lugar solitario, estar lejos de la gente, evitarlos, no tener ninguna relación con ellos y lograr su ascenso; la auto-realización, sólo por sí mismo, no por otros. Entonces este señor se volvía algo exclusivo. No hablaría con nadie; no se reuniría con nadie y se sentaría solo en lo alto de alguna montaña remota. Si alguien viniera a verle le tiraría piedras, le diría todo tipo de cosas horribles, pero nunca se reuniría con él.

Sahaja Yoga no es así. Sahaja Yoga es el ascenso de todos. Este tipo de ascenso individual no ha conducido a la gente a ningún sitio. Los santos, por supuesto, intentaron hablar a la gente sobre la realización, sobre Dios, sobre la rectitud, sobre el sistema de valores; pero fueron considerados como gente rara y fueron torturados y maltratados. Así a nivel del ascenso individual no pudieron hacer nada por la gente, excepto hablarles de ello.

Hasta que llegó Sahaja Yoga, incluso hablar de ello estaba prohibido. Hasta el siglo Xll, en lndia, nadie habló de ello en público. Todo estaba en sánscrito. Libros sánscritos muy difíciles de entender, que sólo estaban disponibles para unos pocos. Se explicó sólo a unos pocos. Pero se evitó dar la realización. Un maestro tenía un solo discípulo y se trataba de su ascenso individual, un trabajo individual. Este discípulo era apartado de los demás, mantenido en secreto. Se trabajaba en él, puede que cantando poemas, hablando sobre qué es el gozo. Pero no había ninguna obligación de dar la realización a los demás ni se sabía cómo hacerlo.

Así que ahora podéis ver cuán lejos habéis llegado. Habéis obtenido vuestra realización sin abandonar nada. Podéis trabajar a una escala mucho mayor. Podéis dar la realización a otros. Sabéis sobre todo el conocimiento sutil de Sahaja Yoga.

Pero hoy os voy a decir algo más que tenéis que saber. Es muy importante saberlo porque me dijeron que alguna gente practica Sahaja Yoga como ir a la iglesia, pero no de corazón. Y el corazón es la residencia del Espíritu, que es Shiva en nuestro interior.

Tenemos que saber más acerca del corazón, es muy importante. Sabéis acerca de los tres nadis que tenemos: lda, Pingala y Sushumna. Pero en el corazón hay cuatro nadis.

Uno de ellos va hasta el Mooladhara, y si cruzáis los límites del Mooladhara, llegan hasta el infierno. Por eso se dice que Shiva es el destructor. En realidad vosotros pedís vuestra destrucción, y cuando pedís vuestra destrucción, la obtenéis. Incluso si Él destruye algo, es como cuando ha de aparecer el fruto, y parece como si se destruyeran los pétalos. De esta manera Yo he destruido muchas de vuestras cosas: los condicionamientos, el ego, vuestro racismo, vuestro fanatismo, todo esto ha sido ya destruido en Sahaja Yoga. Ha de ser destruido para que aparezca la belleza.

Así pues, cuando vuestras maryadas cruzan más allá de un punto, vais hacia vuestra destrucción. Hay destrucción establecida en cuatro sentidos de la misma forma que hay cuatro nadis.

Entonces: ¿Qué tenemos que hacer? ¿Cómo detener la destrucción del primer nadi que va al infierno? Una de las cualidades de Shiva es su inocencia. Es extremadamente inocente, inocente como un niño. Es la inocencia personificada. Así que tenemos que disolver nuestros deseos carnales, disolverlos en el océano de la inocencia. Tenéis que disolverlos en el océano de inocencia.

La inocencia es algo que tiene que ser apreciado, entendido y gozado. Si veis a los animales son inocentes, los niños son inocentes, las flores son inocentes. Desviad vuestra atención a todas estas cosas. Si caminamos por la calle, ¿qué es lo mejor que se puede ver? Es todo lo que está a medio metro de altura. A medio metro de altura están todas las flores, la hierba tan bonita, los niños, las cosas que están a medio metro de altura son las mejores. No necesitamos ver a la gente que está por encima de este nivel. Simplemente mirad a esa altura de medio metro. Podéis ver las piernas de alguien, está bien, pero no veréis los ojos de una persona que no es inocente. Así que disolved estos deseos en la inocencia. Este Mooladhara es inocencia, no está muerto, acabado, sino que es inocencia, es rectitud, es la cualidad de Shri Ganesha, es puro.

Así que, si estáis en este mundo viviendo como un ser humano, incluso si tenéis hijos, aún así sois inocentes. Como cierta vez con las esposas de Shri Krishna. Para empezar tenía 16.000 y cinco más. Las 16.000 eran sus poderes y las otras 5 los elementos. Querían ir a rezar a un santo muy conocido que había llegado. Querían ir a verle y ofrecerle su respeto. Le pidieron permiso a Shri Krishna, pero cuando fueron el río estaba tan crecido, que no podían cruzarlo.

Volvieron atrás y dijeron: “¿Cómo podemos cruzar el río tan crecido?”. Shri Krishna les dijo: “Volved y decidle al río, si Shri Krishna es Yogeshwara y si es absolutamente inocente acerca del sexo, baja tus aguas”. Ellas dijeron: “¿Cómo puede ser? Somos tantas esposas. Volvieron y le dijeron esto al río y el río disminuyó. Estaban sorprendidas de que “nuestro esposo” diga estas cosas.

Cruzaron, veneraron a aquel rishi y, cuando regresaban, el río estaba de nuevo crecido. Volvieron donde el rishi y le dijeron “¿cómo vamos a cruzar el río tan crecido?”. Él dijo: “¿Cómo habéis venido?” y ellas le contaron la historia de Shri Krishna.

Ellas habían alimentado al rishi con diferentes comidas y frutas y éste había comido en abundancia. Entonces dijo: “De acuerdo, volved al río y decidle que este rishi no ha comido nada en absoluto”. Ellas dijeron: “¿Cómo puede ser? Acabas de comer. Él contestó: “ld y ved”. Volvieron, le dijeron esto al río y este de nuevo disminuyó.

Así pues, vivir en este mundo siendo una esposa o un esposo, estando casado o de cualquier otra forma; aún así, podéis ser inocentes. Absolutamente inocentes. Este es el signo de vuestra pureza.

El segundo nadi que os puede llevar a la destrucción es el deseo. Por eso Buda dijo que la ausencia de deseos era la única forma para que la gente no envejeciera, ni enfermara, ni se preocupara.

Este deseo que tenemos, “yo quiero esto”, es mayor en Occidente que en cualquier otro lugar, porque los empresarios producen cada día cosas nuevas. Por ejemplo el estilo del peinado. Las mujeres quieren comprar esta o aquella peluca. Quieren tener esta peluca para ponérsela en la cabeza y las demás dirán, yo también la quiero. Y el deseo para el hombre es: “¡Oh! si él tiene un Rolls Royce, ¿por qué no puedo yo tener otro?”. No pueden gozar del Rolls Royce de otro, debe ser suyo. Porque: “yo tengo que poseerlo”.

Los deseos pueden ser de cualquier tipo, no sólo materiales, pueden ser también muy mentales. “Debo poseer esta mujer, debo tener este niño”. Todo tipo de posesiones funcionan en vosotros como deseos. Yo no diría que es a causa del apego, no es apego sino simplemente por tener más, y así vamos acumulando más y más cosas.

Pero, aún así, uno no se siente feliz ni satisfecho. ¿Cual es la razón para este tipo de deseos? Es que no son deseos puros, son deseos impuros. Cuando este deseo empieza a funcionar podéis llegar a cualquier extremo. Como Sadam Husein, como Hitler. No es más que un deseo que no tiene límites.

Después queréis dominar a otros. Este es otro deseo. Todos estos deseos os conducen, finalmente, a vuestra destrucción. Porque no hay gozo, no hay felicidad. Por ejemplo “quiero tener un sari, quiero comprar un sari”. Toda mi atención irá a cómo conseguir este sari. “Tengo que conseguir este sari, y esto y lo otro”. La atención se contamina, perturbada por una tontería como un sari. La atención que tiene que gozar, gozar del espíritu, que tiene que nutrir al espíritu, es perturbada a causa de los deseos.

En primer lugar, la atención es perturbada porque no somos inocentes, en segundo lugar la atención es alterada a causa de los deseos. Entonces, ¿qué tenemos que hacer en lo que respecta a los deseos? Desead cosas bellas. Podemos llevar nuestros deseos materiales hacia la estética y hacia tener sólo una cosa, pero que sea buena estéticamente. Porque esta es la cualidad de Shiva, que pone estética en todo.

Por ejemplo: esto parece algo muy plano, sencillo, mecánico, pero si lo hubiese hecho Shiva habría hecho algo bello. La cualidad de Shiva es que Él embellece todo lo que es creado por Brahmadeva y evolucionado por Vishnu. Él es quien hace el trabajo sutil de crear estética. Habéis visto mis fotografías, muchas veces aparecen luces y esto y aquello. Todo es trabajo suyo. Él lo hace. Proyecta luces y trabaja de esa forma porque quiere convenceros acerca de Mí. Es su trabajo; su trabajo es crear estética. Estética en el comportamiento, en la poesía. Todo lo que es creado es embellecido, hecho gozoso por Shiva. Es su cualidad.

Así que cualquier cosa que deseéis, si la transformáis deseando cosas bellas hechas a mano, finalmente veréis que acabáis en las vibraciones. Porque todas las cosas bellas tienen vibraciones. Y para llegar a las vibraciones tenéis que tener deseo puro. Este deseo que es locura, que os vuelve locos, que es tan tonto y aburrido, se transforma en un deseo puro cuando disolvéis todos vuestros deseos en las vibraciones.

Después de algún tiempo empezáis a desear sólo vibraciones. No compraréis nada que no tenga vibraciones. No hablaréis con nadie que no tenga vibraciones. Si alguien no tiene vibraciones os iréis corriendo. He visto a algunas personas alejarse corriendo de otros como si un mono les estuviese persiguiendo y, cuando miro alrededor, veo que algún borracho venía hacia ellos. Puede que ellos hubiesen sido borrachos anteriormente pero ahora se van corriendo. “No, no. No señor, ahora no, nunca más”.

Teníamos tres o cuatro hippies al principio, que vinieron conmigo a lndia. Eran normales como vosotros, se habían convertido en sahaja yoguis y cuatro o cinco hippies vinieron a mi programa, creo que en Rahuri. Aquellos que habían sido hippies se llevaron el susto de su vida, ¡Oh no, oh Dios! Yo les dije: ¿Qué os pasa, por qué os asustáis tanto? Me volví para ver a estos que solían ser antiguos hippies y cuando volví la cabeza ya se habían ido, ya no estaban allí.

Lo que ocurre es que todos los deseos acaban en Chaitanya, en vibraciones. Y si no es así, debéis saber que todavía falta algo en vosotros. Si no hacéis esto, entonces acabáis en vuestra destrucción.

Si decimos que Él es el destructor, es sólo un lado de la cuestión. Él tiene los dos poderes. Tiene el poder de daros vibraciones, os da vibraciones. La Diosa es el poder, Shakti, pero Él crea las vibraciones. Como, digamos por ejemplo, que tenemos estos dedos aquí, de acuerdo; pero si os hacen cosquillas, entonces es Shiva. Los dedos son de la Diosa, pero si os hacen cosquillas, os dan gozo, felicidad, es Shiva, es la bhakti. El gozo de la bhakti viene de Shiva.

Hoy estaba explicando cómo una mujer devota de la Diosa, que ha estudiado mucho sobre la bhakti y todo esto, simplemente se ha sumergido en Mí. No entiendo cómo lo ha hecho porque normalmente la gente no lo hace. Cuando leen sobre la Diosa piensan: “Vale, esta es la Diosa, esta es Mataji”, como cosas separadas. No saben que están leyendo sobre la Diosa. Ella me dijo: “Madre, yo simplemente lo he identificado. Está escrito que la Diosa es dulce, como Tú. Cómo me toca, cómo me cuida, cómo tiene su atención sobre mí.” Hay un dicho: “Katakshya, katakshya, nirikshana” -cada mirada es un examen- aunque examen no es la palabra adecuada; “nirikshana” significa observación divina. “En todo momento siento que Tú, Tú siempre estás aquí. Cuando oigo música siento: “Ahora Ella me está mirando. Ella me está sintiendo, me está nutriendo, todo el tiempo siento tu amor””. Así es como viene la bhakti.

Si tenéis vibraciones no significa que sean algo seco. ¿Veis? No, significa el gozo de la bhakti. Podemos decir que la bhakti es adoración y esto y aquello. Es el océano de amor que es Dios y os empapáis en Él; no hay palabras para describirlo. Cuando sentís esto, debéis saber que el Espíritu está siendo la conexión real entre vosotros y vuestra Madre o vuestro Padre. No hay diferenciación. Sois uno en ese Océano, empapados en ese Océano, sois la gota, sois el Océano, sois uno, es esa bhakti.

Esta bhakti no puede ser mecánica porque no está hecho por el hombre. Para gozar de Sahaja Yoga debéis saber que no se trata sólo de vibraciones secas sino de la devoción, que es el gozo de Shiva, la cualidad que Él añade a nuestra vida. Todo parece estar rodeado, resonando con el gozo de que: “¡Soy tan amado por Dios! Dios me ama, tengo un significado en la vida”. Y de esta forma primero cae el ego y también caen los condicionamientos.

Ahora viene el tercer nadi. El tercer nadi es el nadi a través del cual nos sentimos apegados, apegados a alguien. Como cuando decimos: “este es mi hijo, este es mi marido, esta es mi familia, esta es mi esposa, este es mi padre, esta es mi madre”.

Todo el mundo al comenzar Sahaja Yoga cuando son principiantes habla sobre toda su familia. “Mi padre es así, mi madre está enferma, mi madre, hermana, hermano, este, o aquel otro, no están bien”. Como si todos nosotros hubiésemos hecho un contrato. “¿Qué debo hacer Yo?” Como por ejemplo hoy, dijeron que una pareja había perdido su primer hijo. Perdieron su primer hijo, porque el niño dormía en otra habitación. Yo les dije que los niños pequeños deben dormir con su madre y esta debe cuidarles, es algo muy simple. En lndia ninguna madre aceptará algo así, echará fuera al marido, dirá: “¿qué es esto? yo tengo que cuidar del niño”. Dirán que tienen que dormir con el niño. Pero ellos no creían en esto. Muy bien, ¿Qué podemos hacer? ¿Tenemos un contrato por el cual tenemos que cuidar de sus niños? ¿Incluso aunque no quieran escucharnos?

Al comienzo la idea siempre era: “Oh Madre, he estado haciendo Sahaja Yoga durante un mes pero, hasta ahora, mi situación financiera no ha mejorado”. Como si Me fueran a despedir por ello. Como si Yo les hubiera dejado caer. Pero no quieren ver que ahora habéis venido a Sahaja Yoga; incluso aunque hayáis estado en Sahaja Yoga durante muchos años no habéis sido sahaja yoguis; algo falta, no lo merecéis. Algo va mal en vosotros, no en Sahaja Yoga.

Pero ellos sienten que tienen un contrato con Sahaja Yoga. Inmediatamente te informarán: alguien está enfermo allí, y aquel otro allá… manda cinco sahaja yoguis. ¿Por qué? Estos apegos empiezan a funcionar dentro de nosotros. Alguna gente está muy apegada a sus hijos y empiezan a elogiarles, “Mi hijo, mi hijo” y de repente se dan cuenta que el niño es un demonio. El niño empieza contestar mal, a hablar mal, a pegar a los padres y de repente ven que: “Este es el niño al que he cuidado y dado tanto amor”. Incluso se sienten peor porque llegan a decir “he hecho tanto por mi esposa y ella me trata así”, “he hecho tanto por mi esposo y él me trata así”. ¿Por qué hacéis tanto? No hay ninguna necesidad, y si lo hacéis, hacedlo y olvidadlo.

Yo nunca me siento así. He conocido sahaja yoguis por los que he trabajado muy duro y después han caído. La única cosa, si es que siento algo, es solamente: “¿Dónde van a ir a parar? ¿Dónde estarán en el infierno? ¿Qué les ocurrirá?” Esa es mi única preocupación. No me preocupo por lo que ha pasado, porque a Mí no me va a pasar nada. Pero si cometéis pecados, Yo sólo me preocupo por vuestro futuro, por vuestras vidas. Eso es diferente.

Así pues, a este tipo de apego lo llamamos en sánscrito “mamartha”. “Esto es mío, es mi gozo, mi esto, mi aquello…” ¿Quiénes son vuestros parientes? Son los sahaja yoguis. Recordadlo. Es una afirmación que debéis recordar. “Mis parientes son sólo los sahaja yoguis y cualquier persona que esté en contra de los sahaja yoguis, creándoles problemas, incluso aunque sea mi hijo o mi esposa, no lo son, no permitiré que esto suceda”.

Todas estas relaciones están bien mientras los sahaja yoguis permanezcan unidos entre sí. Tan pronto como alguien intente dañar a algún sahaja yogui, no os pongáis del lado de esa persona. He visto que hay muchos así, muy buenos sahaja yoguis. Nunca se ponen del lado de su mujer, ni de sus hijos; porque saben que si se ponen de su lado les hacen pecaminosos, les destruyen. Están preocupados por su ascenso, por eso nunca permiten que ningún pariente cree problemas a otros.

He visto a algunos niños que son muy traviesos y violentos y los padres dicen: “Madre, corrígelos, te los dejamos a Ti”. Tienen que ser corregidos. Pero otros dirán: “Oh no, no, no, mi hijo no puede hacer algo así”. Uno tiene que tener discriminación en este tema. ¿Por qué estoy apegado? Os he puesto muchas veces el ejemplo de la savia de los árboles, que va a todas partes, cuida del tronco, de las ramas y las hojas, de las flores y los frutos y vuelve o se evapora, no se apega. Si se apega a alguna parte el árbol morirá y esta parte que está tan cerca de la savia también morirá. Pero la savia tiene mucho más sentido que nosotros.

Para las señoras el marido es tan importante, quiero decir, hay tantos problemas de maridos, esposas, esto y aquello. ¡Oh Dios!, A veces pienso: “¿Qué es esto?” Por eso se solía decir que había que tomar el “sanyasa”. Así nadie podía hablar de la esposa, los hijos, nada; teníais que ser “sanyasi”. Antes de nada ser sanyasi y así no había problemas para el guru. Tan pronto como empezárais a hablar de algún pariente vuestro, el guru diría: “De acuerdo, vete de aquí, no vales para esto”.

Pero Sahaja Yoga tiene que hacer un trabajo mucho más profundo, tiene que penetrar en la sociedad, en la vida política, en la vida económica. Tenéis que emancipar el mundo entero. Tratad de entender vuestra responsabilidad. No estáis aquí solamente para un ascenso ascético, no. ¿Cuánta sabiduría debéis tener? ¿cuánto amor debéis tener? y ¿cuánta discriminación debéis tener para entender que vosotros habéis sido elegidos para la emancipación de toda la humanidad?

Entonces con este, así llamado, amor limitado, ¿cuál es la solución para evitar que nos lleve a la destrucción? Es el amor ilimitado. Porque Shiva, no es nada más que amor, es amor. El amor es lo que os corrige, lo que os nutre y quiere vuestro bien. Esto es lo que es Shiva. Quiere vuestro bienestar, cuida de vuestro bienestar y cuando vosotros cuidáis del bienestar de otros con amor, entonces, toda la vida cambia, todos los patrones cambian y realmente gozáis; porque os volvéis uno con muchos, preocupados por tantas familias, tantas cosas, tantos problemas de otros, sentís que sois uno con muchos.

Hoy somos tantos sahaja yoguis aquí. La primera vez que vine a ltalia, vine con Christine, no, con Catherine, y ella es la única que sabe italiano. Le pedimos a un periódico que reservara un auditorio para nosotros y que pusiera un anuncio, pero no hizo nada y cuando llegamos, no encontramos a nadie. Así que Yo misma fui por los alrededores para poner carteles, pero aún así nadie vino. Y hoy somos tantos.

Debemos saber que estamos unidos entre nosotros por el amor. Con amor, que es para nuestro bien, para nuestro ascenso. Y entonces, simplemente, empezáis a gozar de todos y no pensáis de qué raza sois, de qué país sois; nada de eso, sois un sahaja yogui y basta. Así os volvéis un ser universal. Tenemos que alcanzar esta actitud.

Cuando oigo que algunas chicas indias han sido torturadas y maltratadas, pienso: “¿cómo pueden hacerlo? ¿cómo alguien es maltratado porque es negro?, o algunos indios que maltratan a otros porque son de casta baja”. No es posible, porque sois todos parte del mismo cuerpo. Sois todos hermanos y hermanas nacidos de la misma Madre. Pero esto sólo es posible cuando disolvéis vuestras relaciones limitadas en el gran e ilimitado Océano de amor. Sólo entonces es posible. Y si no es así, no intentéis justificarlo. Simplemente observaos a vosotros mismos. Ved por vosotros mismos, ¿Estáis realmente amando a todo el mundo?

Ved lo que digo siempre. Cuando voy de compras siempre pienso: “Esto sería bueno para esta persona, aquello sería bueno para aquel”. Pero para Mí misma…, me resulta imposible comprar nada para Mí; es una situación imposible a menos que sea algo que necesite, que me haga falta. Ni siquiera compro una bebida para Mí, aunque tenga sed. Porque todo consiste en el gozo para otros: “Oh, esto sería bonito para esta persona, aquello sería bueno para aquella otra”. De todo esto, es de lo que más podemos gozar.

Quiero decir: ¿por qué está aquí todo esto? Pensad en vosotros mismos. “¿Por qué estoy aquí?” “Estoy aquí para gozar de todo el mundo, de todos. Son todos almas realizadas. Unos lotos tan bellos. No voy a bajar al fango. Ahora soy un loto”. Y de esta manera abrís el corazón. El loto de vuestro corazón. Y la fragancia de una persona así es tan bella, tan bella.

De esta forma no queréis dividiros más, no os queréis separar de los demás. Y con cualquier cosa que se haga estáis de acuerdo, no pensáis que debe ser hecha aquí o en otro lugar. En cualquier sitio, pero debemos estar todos juntos. Así, los pequeños apegos que tenéis se tienen que disolver en este Océano de amor que es Shiva.

El cuarto, es el más importante que tenemos que conocer. Hay un nadi, que pasa por el Vishuddhi izquierdo hasta el corazón. Empieza en el corazón, se eleva, pasa a través del Agnya y tiene cuatro pétalos que se abren. Es el que os da el estado llamado “turya”.

Nosotros vivimos en tres estados. En el estado despierto, “jagruti”, nuestra atención se va aquí y allá; estropeamos la atención. El segundo, es el que llamamos del sueño. También cuando dormimos vienen a nosotros todas los sucesos y cosas del pasado. Pero luego vamos a otro más profundo llamado “sushupti”. Es el estado en el que tenéis un sueño profundo y podéis soñar sobre algo que es la realidad. Podéis soñar acerca de Mí. Es la parte etérea del subconsciente, donde hay algunas informaciones muy bellas. Por ejemplo, supongamos que vengo a ltalia. Los italianos podrían saber en su “sushupti” que estoy aquí, o alguien podría saberlo, depende.

El cuarto estado se llama turya, pero aún hay dos más. Vosotros estáis en “turya”. “Turya” significa cuarto. El cuarto estado es aquel en el que estáis en conciencia sin pensamientos. Cuando no hay ningún pensamiento, pensad en ello, cuando no hay pensamientos tenéis que ser inocentes. Cuando no hay pensamientos, tenéis que tener vibraciones. Cuando no hay pensamientos no os podéis apegar a nadie. En este estado sin pensamientos estáis ahora, es el “thurya sthIti”.

Y en este estado donde estáis, estos cuatro pétalos que están en vuestro interior, tienen que abrirse en vuestro cerebro. Van de vuestro corazón hasta vuestro cerebro y entonces es cuando entendéis completamente qué es Dios. Sabéis de forma absoluta qué es Dios. Y en ese momento es cuando uno recibe el verdadero conocimiento.

Pero hasta que no se abran estos cuatro pétalos uno podría volver a caer. Y por eso algunos sahaja yoguis que aún están involucrados en algunas cosas que no deberían, caen. No entienden qué es Dios. Pero no es comprender, ¿entendéis este punto?, sino que viene de vuestro corazón y va hasta vuestro cerebro. No desde el cerebro hasta el corazón. Viene como si la ambrosía de vuestra devoción cubriera vuestro cerebro, completamente.

Es como Shankaracharya que escribió unos slokas muy bellos llamados “Viveka Chudamani”, donde describe qué es Dios, esto y aquello. “Viveka” significa conciencia, y él describe a fondo esta conciencia. Pero había un hombre horrible llamado Sharma, que empezó a discutir con él y Shankaracharya acabó harto. Dijo, “No tiene sentido hablar con ellos”. Entonces, simplemente, escribió el “Saundarya Lahari”. El “Saundarya Lahari”, son mantras para la adoración de la Madre. Dijo; “¡Ah! Lo sé Madre, déjame sólo orar, nada que hacer, ¿qué sentido tiene discutir con esta gente? Es estúpido, ¿cómo lo van a entender?”. Él se dio cuenta de que, esa gente, no tenía la capacidad ni la sensibilidad para entender “lo que Yo conozco”.

Este es el verdadero conocimiento. Saber qué es Dios. Y si esto es Dios ¿Cómo podéis dudar de algo?, ¿cómo podéis tratar de analizarlo? Es Dios, es Dios todopoderoso, que sabe todo, que hace todo, que goza de todo. Esto es a lo que solemos llamar “Gnyana”, el verdadero conocimiento, el conocimiento puro. No es el conocimiento de los chakras, no es el conocimiento de las vibraciones, no es el conocimiento de la Kundalini, sino el conocimiento de Dios Todopoderoso.

Y el conocimiento de Dios Todopoderoso no es mental. Os lo repito de nuevo. Empieza en vuestro corazón y va hasta vuestro cerebro. A veces viene de vuestra experiencia de gozo y cubre vuestro cerebro. De forma que vuestro cerebro no puede negarlo más. Como con vuestra madre [biológica]. Conocéis el amor de vuestra madre. No podéis explicarlo, viene de vuestro corazón. Y decís: “No, es mi madre, ella no haría eso, conozco a mi madre muy bien”. El conocimiento de vuestra madre, la que os ha dado nacimiento, aunque puede que ella no sea muy buena.

Pero el conocimiento de Dios, que es Amor, que es la Verdad, que sabe todo, se vuelve totalmente una parte de vuestro ser, totalmente, y entonces es cuando decimos que tenemos el Nirvana. Así pues, es importante, especialmente para la gente de Occidente, abrir vuestro corazón. Porque empieza en el corazón, no en el cerebro. No juzguéis a la gente con las vibraciones. Juzgaos a vosotros mismos todo el tiempo.

Dije que el Shiva Puja necesitaba más explicación, más comprensión, porque en otros pujas decimos todos los mantras, esto, aquello…, pero en este Puja hay que comprender el conocimiento, qué es Dios. Y saber que conocéis a Dios, es tan grande.

De cualquier forma, puede ser Mahamaya o cualquier cosa, pero lo sé. No se puede describir en un libro ni se puede describir en cien libros. No se puede describir en palabras. Pero sabed qué es Dios, que en cualquier caso es Dios, Dios todopoderoso. Y esto os da ese bello estado de entrega donde os sentís absolutamente seguros en ese océano de amor. Os deseo a todos que alcancéis ese estado.

Que Dios os bendiga

El Puja es muy corto, no es tan largo. Primero haremos el Puja de Ganesha, que tiene que ser adorado en todos los casos. Después la Devi, un poco. Y entonces diremos los 108 nombres de Shiva.