Programa público en Viena. Vienna (Austria)

Programa público en Viena. Austria. 6 de agosto de 1991. Que Dios os bendiga. Me inclino ante todos los buscadores de la Verdad. Ayer os dije que la Verdad es lo que es. Nosotros no podemos conceptualizarla, no nos la podemos imaginar y no podemos conocerla con nuestra consciencia humana. Tenemos que convertirnos en seres más sutiles llegando a ser el Espíritu. Solo cuando nos transformemos en el Espíritu podremos entender que toda la Creación es cuidada por un Poder muy sutil de Amor de Dios Todopoderoso. Para convertirnos en un Ser más sutil, dentro de nosotros hay un mecanismo sobre el que os hablé ayer. Hoy quiero hablaros de este poder que alcanza el estado de Espíritu y sobre el Espíritu. Este poder reside en el hueso sacro, en el hueso triangular, y es el reflejo del Espíritu Santo. Mientras que el Espíritu es el reflejo de Dios Todopoderoso en nuestro Corazón; el Espíritu es aquel que simplemente observa, como Dios Todopoderoso. Y el Poder de Dios Todopoderoso -su Poder del deseo- es el Espíritu Santo, es la Madre Primordial. Se habla del Padre, de Dios, del Hijo, pero nada sobre la Madre. ¿Cómo puede haber un padre y un hijo y no una madre? Sin embargo, de alguna manera, eluden hablar de la Madre Primordial no sé por qué razón. En todas las demás escrituras hay una descripción de la Madre Primordial, como Atenea. “Atha” significa “primordial” en sánscrito. Aun cuando no hablaron de la Madre de Cristo Read More …