Puja de cumpleaños

Kolkata (India)

Feedback
Share
Upload transcript or translation for this talk

Puja de cumpleaños

Calcuta 21-03-1994

Cada año celebramos el cumpleaños de diversas personas y cada año hacemos un voto prometiendo “este año no haré esto o no haré aquello”. Esta no es una forma muy buena de ver hasta dónde hemos llegado en la vida. Muchas personas que realmente han alcanzado un alto nivel en su vida espiritual no necesitaban un cumpleaños, sino que sentían que cada día era su cumpleaños; para comenzar de nuevo, para seguir adelante, para entender, para aprender, cada día era un año nuevo para ellos.

En nuestra propia vida vemos que nuestro entorno cambia muy lentamente. A veces es chocante, a veces te sorprende ver cómo el entorno no ha cambiado; pero a nivel sutil hay un tremendo cambio que está teniendo lugar dentro y fuera de nosotros.

Hoy día toda la atmósfera está gobernada por los seres humanos. No sé hasta qué punto las cosas las resuelve el Paramchaitanya, pero es nuestro cometido el abrirnos a nuevas dimensiones en nuestras vidas. Por ejemplo, si hallamos, a través de nuestra introspección, que todavía tenemos estos viejos condicionamientos o hábitos absurdos y sutiles rondándonos, no hace falta que hagáis un voto por ello (de cambiarlo), sencillamente tenéis que observarlo desapegadamente, como testigo y ver el fin destructivo hacia donde os lleva; entonces, inmediatamente lo abandonaréis, no tenéis que preocuparos de hacer un voto porque ahora sois “Samart”, que quiere decir que ahora tenéis todo el poder. Cualquier cosa que penséis que está mal, vuestra sola atención sobre ello, constantemente, gradualmente, quitará las dudas acerca de tener esos problemas, esas conexiones, esos condicionamientos y ese ego, que todavía persisten. Sin duda alguna los vais a abandonar. Con vuestra atención sobre ello todo desaparecerá. Entonces os daréis cuenta de cómo día a día vuestra atención se purifica, haciéndose poderosa, haciéndose compasiva.

Normalmente, cualquier reacción que tengáis, con sólo poner vuestra atención, simplemente desaparece; comenzáis a ser testigos de todo y vuestro poder de testigo actúa y trabaja. No sólo trabaja sobre vosotros, sino que trabaja sobre todo lo que os rodea. En primer lugar a través de vuestra meditación, en ese estado de meditación, os expandís dentro de vosotros, permanecéis en el presente.

El otro día alguien me preguntó ¿cuándo fue tu último cumpleaños? Sencillamente, había olvidado cuando fue. Aunque normalmente mi memoria es muy buena, como la de un elefante, pero esto lo había olvidado, quizás porque cada momento, cada día, es mi cumpleaños. Vives en el presente y creces, así que olvidas dónde y cuándo ha tenido lugar este crecimiento.

Mi propio crecimiento ha sido así, cada vez que voy a un sitio me encuentro con “gente nueva” muy hermosa que viene a Sahaja Yoga y algunas de las personas desagradables del grupo de los “más antiguos” han desaparecido. Es algo muy similar a cuando crece el árbol, las hojas continúan cayendo y nuevas hojas comienzan a brotar.

Pero en Sahaja Yoga veo que es algo diferente. En el árbol de Sahaja Yoga muy, muy pocas hojas caen y a veces tienes frente a ti un frondoso jardín de bellas personas. Para Mí es como milagrosos fuegos artificiales. Empieza como una pequeña línea o estela de cohete y después se abre en varias formas muy hermosas. Es imposible de prever o visualizar qué ocurrirá a Sahaja Yoga y a todos vosotros.

Yo nunca aprendí a imaginar cosas, pero la visión que ves es realmente impresionante. Veo a todos los sahaja yoguis sumergidos en el Amor Divino y expresándose de una manera muy hermosa y profunda. Cuando esto ocurre tu atención se queda totalmente arrebatada, extasiada, en tal dicha divina, que olvidas ese momento. Uno de esos momentos es cuando celebráis Mi Cumpleaños, incluso olvido cuántos años he vivido exactamente sobre esta Tierra. A veces digo que tengo 73, otras veces digo que tengo 70, sencillamente no lo sé.

Porque, como os he dicho, un momento así no deja ninguna huella de tiempo, de fecha, de años, en ese estado de dicha. Por ejemplo, a veces podríais pensar que fuisteis a ver algo muy bello como el Tahaj Mahal sin saber lo que era y de repente os encontráis de imprevisto, con un edificio tan bello… te quedas maravillado, como dicen en hindi “avaahk”: no tienes palabras para describirlo; te quedas mudo. E invariablemente te encontrarás con que en esos momentos te olvidas del tiempo, te olvidas de cómo llegaste hasta allí. Todo lo anterior se esfuma tan pronto ves la realidad de la visión. Esta realidad de la visión es algo más allá incluso de mi pensamiento e imaginación.

Incluso ahora, a veces, no puedo creer que haya tantos sahaja yoguis que tengan este conocimiento sutil. Para empezar, nunca supe que había tantos buscadores, nunca supe que había buscadores tan sutiles sobre esta Tierra. Por todo el mundo, donde quiera que fuera, ya fuera Nepal o Brasil, de repente me encontraba con tantos bellos buscadores.

Si me preguntáis cuándo fui a Brasil, no seré capaz de deciros las fechas, creo que es por la misma razón, porque cada vez veo una visión y el tiempo también se detiene para ese momento, no se expresa, no queda nada “grabado” (en mi memoria), excepto la experiencia. Y esta experiencia es una forma abstracta. No la puedes describir, está más allá de las palabras y de cualquier descripción. En ese momento uno se queda realmente sin pensamientos. Y ese es el momento que realmente tenemos que gozar.

La mayor maldición de los tiempos modernos es el reloj o el estar pendientes del reloj, el tiempo que contamos. Y todo el tiempo estamos pendientes del reloj: “la hora que es”. Y después de dos segundos otra vez quieres ver “la hora que es”. Hemos cruzado los límites del tiempo, “Kalatit”. Intentad entender por qué hemos cruzado estas barreras. Porque el tiempo se mueve de acuerdo a nosotros. Podréis experimentarlo.

El otro día Yo venía de Delhi. Y en mi familia todos parecen ser muy meticulosos con la puntualidad. Así que me estaban atosigando “Venga, venga, se está haciendo tarde, ahora ya no podrás entrar en el avión, etc., etc.” . Y cuando llegué allí, al aeropuerto, me dijeron “El avión todavía está esperando. No hace falta que se dé prisa, todavía tardará al menos quince o veinte minutos en salir”.

También esta palabra, “aeropuerto”, Yo diría que hace que la gente se ponga nerviosa. Cuando tienen que ir a coger el avión parece como si tuvieran que ir a la guerra o algo así. Por ahora, por suerte, Yo nunca he perdido un avión o un tren en toda mi vida, aunque creo que viajo bastante. Cada vez me he encontrado con que, invariablemente, el avión me está esperando, no se marchará (sin Mí). Os daré un ejemplo muy interesante, si estáis relajados. Estábamos en Praga y se suponía que debíamos ir a Polonia vía (“otra vez me pasa lo mismo con la experiencia y…”) Viena, y teníamos un gran sahaja yogui con nosotros que me dijo que el avión salía a las 11:00. Después telefoneó desde el aeropuerto diciéndome que el avión salía a las 9:30. Si quiero puedo estar lista en cinco minutos o puedo tardar dos horas, depende. Así que estaba lista, nos metimos en el coche, llegamos al aeropuerto, pero llegamos quince minutos tarde. Y la azafata de tierra empezó a gritarme en voz muy alta, -“vosotros, vosotros, los V.I.P.S., sois esto, sois lo otro”-. Me dijo todo tipo de cosas y este sahaja yogui no lo podía aguantar, sintió que fue a causa de su error, había dicho una hora equivocada, y por eso ahora esta mujer le estaba gritando a su Madre. No lo podía aguantar, se sentía muy triste. Así que entramos en el avión con esta mujer gritando detrás de nosotros. Y vimos que el piloto y los ingenieros estaban ocupados con alguna avería de la maquinaria. Nos dijeron que estaba un poquito averiado pero que estaría listo enseguida. Así que nos sentamos. Pero este sahaja yogui no podía aguantar y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Otra sahaja yoguini le dijo: -“Hermano, no te preocupes, no llores”- Estaban sentados detrás de Mí. Me di la vuelta. Le dije: -No te preocupes, no pasa nada”- Me contestó – “No, Madre. A causa de mi error esa mujer te pudo decir todas esas cosas. No lo puedo soportar”.- Y no podía parar de llorar. En un sólo minuto, el cielo, que estaba totalmente despejado, se cubrió de grandes nubes como enormes elefantes, entrando en toda aquella área del cielo; muy grandes. Todos los sahaja yoguis también estaban esperando de pie al otro lado del aeropuerto, vieron cómo pasaba esto: todo el cielo se volvió completamente negro, negro. “¡Oh, Dios mío!”, exclamé. “Las lágrimas de este hombre son tan poderosas”. Y entonces el personal del aeropuerto nos dijo “este avión está averiado y tenemos que bajar”. Así que bajamos del avión.

Entramos de nuevo en los edificios del aeropuerto y este sahaja yogui se dirigió a la “azafata de tierra” y le dijo – “Ahora, ¿a quién tenemos que gritar? El avión no va a salir, ¿deberíamos gritarte a ti? ¡Cómo te atreves a gritarle a mi Madre y decirle todas esas cosas!-“

Pero todo el personal del aeropuerto que estaba allí, que todavía trabajaban bajo un estilo de régimen, se llevaron un susto tan grande…El director en persona se dirigió a Mí y me dijo -“Para la salida de su avión todavía faltan cinco horas, si quiere salir del aeropuerto podemos darle un permiso, para que todos puedan salir”. – Y me llevó por una salida especial.

No podía entender esta reacción. Así que salí. Hicimos unas compras o algo así. Cuando volvimos nos quedamos sorprendidos. Todo el aeropuerto, el personal, estaba bastante maravillado con nosotros. Y cuando caminé hacia la puerta de embarque me di cuenta de que el nuestro era el único avión que salía. Todo el tráfico aéreo se había detenido excepto este avión. Y cuando caminamos hacia el avión para embarcar, el caballero que estaba allí me dijo -Madre, ¿puedes ayudarme?- Yo le contesté —”¿Cómo?”- -“Tengo un terrible dolor de espalda”- Le pregunté -¿Cómo puedo ayudarte?”- Y entonces se acercó una señora y me pidió -“Madre, por favor, ¿puedes poner tu mano sobre mi hombro? me duele mucho.- Me limité a poner mi mano sobre su hombro , y después me dijo -“Ya se me ha pasado”- Y empezó a levantar su brazo. Entonces me empecé a marchar. Pensé que debía subir al avión cuando el mismo caballero de antes se acercó a mí -“¿Por que no pone su mano sobre mi espalda?” Le dije -“Tengo que subir al avión”- Me contestó “-Caminaré con usted. Tan solo ponga su mano sobre mi espalda, estoy seguro de que me pondré bien.”- Caminamos juntos por unos dos minutos y me dijo -“Ya estoy bien”-.

Todo el ambiente había cambiado. Todo lo que ocurrió resultó tener un efecto muy grande sobre esta gente que había estado sometida a un régimen comunista y a normas estrictas de estilo militar; la manera de tratar a la gente era muy rara. Sin embargo, todo el ambiente cambió en un espacio de tiempo muy corto. Me quedé sorprendida de cómo las lágrimas de este sahaja yogui habían hecho esta maravilla.

Imaginaros el momento en que las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. En ese momento, inmediatamente, se manifestó todo un drama; y como consecuencia, lo que sucedió es que todo el personal del aeropuerto se volvió muy humilde y respetuoso.

Así pues, cuando empezamos a pensar nada más que en el reloj, tenemos que entender que el tiempo es nuestro esclavo, nosotros no somos esclavos del tiempo. Hay mil y una historias que os puedo contar de cómo demorándome en un lugar, llegando tarde a un sitio y no preocupándome por la hora he visto hermosas manifestaciones del Poder Divino y hermosos dramas: el arte del Poder Divino. Y me ha sorprendido mucho ver cómo la gente se preocupa tanto por la hora. Si la hora fuera tan necesaria, si todos estuviéramos mirando la hora cada momento, cada año, como nuestro cumpleaños… Y si pensáis que el tiempo es muy importante, en cierto modo lo es: en estos tiempos modernos realmente necesitamos el tiempo para meditar, para reuniones colectivas y para Sahaja Yoga.

Se que cuando tuvo lugar la guerra de la Independencia en este país, mis padres lucharon con toda entrega, recuerdo que nunca se preocuparon por nada; lo dieron todo porque era muy importante conseguir liberar a este país de la esclavitud del Imperio. Y esto era muy importante para ellos, si tenían que encontrarse con alguien en algún lugar concreto, por ejemplo con un hombre que se había escapado de la cárcel, o si algún suceso iba a tener lugar, no podían permitirse el llegar tarde, no podían permitirse el despreocuparse de aquella importante cita, aquél importante encuentro o aquella importante reunión, porque todo se había convertido en una emergencia. Así lo sentían ellos mismos, nadie les había dicho nada, nadie les había dado charlas. Lo sentían así en su interior, debería decir que todos eran auténticos “legionarios”, por la manera en que lucharon por su libertad.

Hoy estamos en la misma situación, es una emergencia, una emergencia muy sutil, nada es más importante que extender Sahaja Yoga; si algunas personas no llegan a conocerlo, si no se enteran, nosotros seremos los responsables de ello.

En la época de Cristo, de Budha, de Mahavira no había aviones para viajar, ni altavoces, ni tampoco otros medios de comunicación, ni televisores, ni todas estas cosas. Es algo que se ha manifestado ahora. Es obra del Paramchaitanya, toda esta manifestación de la Ciencia Divina ha tenido lugar a través de científicos y de otros conocimientos. Además, estas encarnaciones tampoco tuvieron que dirigirse a tanta gente, ni tampoco tenían que dar la Realización a la gente a tan gran escala. Así que todos estos inventos o avances, todas estas cosas que veis hoy día como procedimientos modernos, son todos para Sahaja Yoga. Sin Sahaja Yoga no os podéis imaginar lo que le ocurriría a este mundo.

En primer lugar, no tenemos ninguna paz en nuestro corazón; hablamos de la paz. Conozco a personas que han sido galardonadas con premios por la paz, pero no tienen ninguna paz en sus corazones, ninguna paz en absoluto. Hasta que los seres humanos no tengamos paz en nuestro interior, no puede haber paz en el mundo. Somos nosotros quienes creamos las guerras, quienes cometemos toda clase de violencia, somos nosotros los que arruinamos la posibilidad de que la gente entre en el reino de Dios. Así pues, la paz sólo se puede conseguir estableciendo la paz en el corazón de la gente. Y eso sólo es posible si alcanzáis el estado de “conciencia sin pensamientos”, si permanecéis en el presente. En ese estado os sorprenderéis de vuestra firmeza porque tendréis la Realidad en vuestras manos: lo podéis hacer como queráis. En realidad, Yo no hago nada en absoluto. Podéis decir Tú haces esto, haces aquello, pero no es así; es el Paramchaitanya quien lo hace. Del mismo modo, también trabajará para vosotros.

Pero tenéis que tener fe en vosotros y absoluta fe en Sahaja Yoga, absoluta fe. Esa es la única manera en que podemos alcanzar esto, el que mucha, mucha gente, la mayor parte de la población del mundo (no diría todos, es bastante difícil decir eso, pero quizás sea posible) pudiera entrar en el Reino de Dios con nosotros. Esto es lo más importante, más que todas esas cosas mundanas, y más que todas estas cosas sin sentido.

Así pues, la Atención debería estar en: “¿cuánta gente vamos a traer a Sahaja Yoga? ¿A cuántos vamos a salvar? ¿Qué vamos a hacer para ello?” Cuando tenéis que pensar en esto, ¿cómo podéis acordaros de la hora y de la fecha? Cuando estáis en una emergencia, y esto que es urgente tiene que ser llevado a cabo, ¿cómo podéis prestar atención a todo tipo de cosas mundanas, a toda clase de logros mundanos? Esas cosas seguirán su propio cauce, no tenéis que preocuparos, funcionan automáticamente. La única cosa para la que realmente necesitáis vuestra propia distracción o atención es, únicamente, para Sahaja Yoga.

Si realmente queréis la paz sobre esta tierra, si realmente queremos progreso para nosotros mismos, si queremos que se resuelvan todo tipo de problemas físicos, emocionales y mentales; todo para nuestro propio bien, por qué no acudir a Sahaja Yoga, donde no tenemos que hacer nada, excepto elevar nuestra Kundalini, excepto meditar para ello muy poco tiempo y alcanzar ese estado de gozo.

Hoy mis sentimientos están realmente llenos de gozo, llenos de gozo, porque ahora puedo ver cómo tienen lugar las cosas, cómo una sola persona puede conseguir miles y miles de sahaja yoguis.

Una vez vi un milagro, os lo conté en una ocasión, como una semilla ya tiene los mil árboles que va a producir, y cuando vi una nueva técnica de cultivo de tejido me sorprendió ver que en una sola semilla habían brotado montones de pequeñas prímulas. Vuestra capacidad es la misma; todos podéis hacerlo, pero lo que se necesita es fe en uno mismo y completa sinceridad hacia Sahaja Yoga. Si eso lo sentís hoy, entonces realmente habréis celebrado Mi Cumpleaños. Si pensáis que Mi Cumpleaños es importante, para Mí lo que es realmente muy importante es que todos obtengan su cumpleaños o nacimiento espiritual.

¡Qué Dios os bendiga!