Sahasrara Puja, You must feel responsible but be humble

Campus, Cabella Ligure (Italy)

Feedback
Share
Upload transcript or translation for this talk

Sahasrara Puja

Cabella Ligure 5-5-1996

Hoy estamos celebrando la apertura del Sahasrara y debo decir que fue un gran acontecimiento, fue un gran logro para toda la humanidad. Ni siquiera Yo pude verlo anteriormente, pero ahora lo veo con claridad, el hecho de que sin la Realización hubiera sido imposible dirigirse o hablar a la gente. Cuando tuvo lugar la apertura del Sahasrara pensé “¿cómo le voy a hablar a la gente de ello, si no me van a entender?” Pensé que incluso sería un gran error por mi parte el hablar del Sahasrara, porque en ninguna de las escrituras se menciona nada sobre este chakra; como mucho se menciona o se describe algo con mucha ambigüedad y la gente ni siquiera pensaba que pudiera existir un Reino más allá del Sahasrara. Uno debe entrar en este Reino que es el Reino de la Realidad.

En aquel momento, cuando se produjo la apertura del Sahasrara sentí que me rodeaba una tremenda oscuridad y pensé que hasta que no hubiese muchas luces para alumbrar, la gente no se daría cuenta de lo importante que es tener luz.

Otro tremendo error humano es que, cuando se encuentran en una situación en la que una persona ha logrado algo, a esa persona la desplazan o la olvidan en una estantería. Por ejemplo, Cristo, fue Cristo, claro nosotros no somos Cristo, Mahoma fue Mahoma y nosotros no somos Mahoma, Rama fue Rama y Krishna era Krishna; pero nosotros no somos ellos; ¿cómo puede uno entonces esperar que los seres humanos se comporten como ellos? Y por eso distanciaron muchísimo las personalidades divinas de los seres humanos. Digamos que tenían hacia ellos adoración o fe, pero cuando llegaba el momento de seguir su camino, de imitarles, de ser como ellos, entonces no podían; no podían seguirles y creo que es porque el movimiento humano se realiza como en una línea paralela con respecto al divino, y estas líneas por tanto, nunca se encuentran, a menos que los seres humanos reciban la Realización.

El nivel humano se mueve en un cierto plano, pero este plano debe ascender a otro superior para que ellos puedan comprender que se están moviendo en un reino que no es el de la Realidad. No diré lo que se necesita para ello, porque lo que he experimentado es que a Sahaja Yoga vienen todo tipo de personas. Me han hablado de que ha entrado gente muy avariciosa, gente cruel, gente que según dicen es muy horrible, pero lo que he visto es que todo ser humano está hecho de la misma materia en lo que al espíritu se refiere. Puede que su apariencia externa sea distinta, diferente, o su manera de hablar sea diferente; quizás sus estilos y sus gustos por las cosas también sean distintos, pero en su interior todos los seres humanos son muy hermosos y esto lo he ido descubriendo muy poco a poco, persona por persona. Era algo que me daba mucho apoyo, mucho coraje y también mucha paciencia, y ahora ya veis como Sahaja Yoga se ha desarrollado.

Algo que me hace muy feliz y de lo que me he dado cuenta es que ahora los sahaja yoguis se sienten muy responsables de Sahaja Yoga y sienten que deben extender esta iluminación por todas partes. Su deseo más profundo es ahora extender Sahaja Yoga. En un principio querían llegar a ser el Espíritu; con anterioridad a esto había personas que ni siquiera buscaban el Espíritu y estas mismas personas luego se convirtieron en sahaja yoguis. Ni siquiera Yo esperaba que algunos de vosotros llegaseis tan lejos y de repente me cuentan que algunas personas fueron a tal lugar y realizaron todo esto, hicieron aquello… Por tanto, cuando vinisteis a este Reino de la Realidad no sé cual fue el Principio que aceptasteis; pero de algo sí que os disteis cuenta y es de que ahora os encontráis conectados al Divino. Algunas personas tuvieron experiencias muy grandes, otras más pequeñas, pero vi que la mayoría empezaron a creer en sí mismas, la gente comenzó a entenderse a sí misma, y a tener confianza en sí misma.

Hay muchos mitos con respecto a la religión, los dioses y los gurus. Por eso, cuando los primeros buscadores vieron que la luz del Espíritu les aportaba un sentido y sentimiento de la realidad, sus mentes se agarraron con fuerza a esta Verdad y se establecieron firmemente. Todo esto ocurrió en un período muy corto de tiempo, y no quiero decir que a Mí esto me costara un gran esfuerzo, tampoco supuso para Mí una gran experiencia, porque en realidad para Mí todas estas experiencias son como nada; pues Yo creo que si un barco es fuerte puede soportar cualquier tipo de tempestad, tiburones…, cualquier cosa, y todo esto lo afrontas sin mucha dificultad. Por eso Yo misma tampoco me sentí de esta manera, no sentí que hubiese grandes problemas. Sin embargo veo que cuando los seres humanos ascienden de este nivel humano al nivel espiritual o divino todavía algo de su primer nivel permanece en ellos; y es algo que se debe limpiar.

Pero lo más grandioso de Sahaja Yoga es que todo esto lo habéis hecho vosotros mismos. Es muy bonito decir: “Madre tu hiciste esto y aquello”. Quizás alguna parte o alguna pequeña parte de esta iluminación, pero aquí, por ejemplo, que veis estas luces, si no se las cuida, si no se las atiende, si no se les da el aceite, el amor que necesitan, ¿cómo van a seguir dando luz? Por eso veo que de una forma o de otra os disteis cuenta de lo importante que es ser un buen sahaja yogui. Quizás habéis hecho introspección o alguien os ha hablado de ello o, quizás, se trata de vuestra propia comprensión. Pero sea lo que sea, todos habéis intentado ser muy buenos sahaja yoguis. Por supuesto que hay personas que se encuentran muy enfadadas conmigo pensando “¿Por qué no has curado a mi hermana o a mi padre? ¿Si tu misma eres Dios por qué no lo has hecho?” , etc., etc… Pero a Mí me da igual, hablan así porque se sienten frustradas, se sienten personas frustradas. Quizás por cada una o dos personas que veis así, veis a mil o miles muy hermosas, en una completa emancipación, de esta Tierra. Todo esto ocurrirá si asumís esta responsabilidad.

La responsabilidad conlleva ciertos problemas que uno debe conocer. Cuando os sentís responsables debéis saber que vosotros no estáis a cargo de nada, esta es la primera cosa. La segunda cosa que debéis saber es que hay otras muchas fuerzas, ángeles y Ganas que están con vosotros, no estáis solos; por eso el pensar que sois vosotros los que estáis haciendo algo podría llevaros a ser una persona muy egoísta. En este caso, lo que tenéis que hacer es decir “Yo no hago nada, es el Divino el que lo está haciendo todo funcionar.” No es que el Divino quiera llevarse algún mérito, sino que al decir eso lo que ocurre es que este gran balón del ego no crece, y os hacéis humildes. Esta humildad definitivamente hará crecer el árbol de la espiritualidad dentro de vosotros. Con toda seguridad esta humildad os hará personas muy evolucionadas, sin ninguna duda, pero en primer lugar debemos decir “Yo no hago nada”. Esto es muy importante, sobre todo cuando tenéis una autoridad espiritual a la hora de hacer cosas. Os aseguro que esto no es una prueba que se os pone. Mucha gente piensa “Madre nos está poniendo una prueba con esto”. Yo no os estoy poniendo a prueba, sois vosotros mismos los que os ponéis a prueba; Yo no os digo “no hagáis esto o no hagáis lo otro”, sois vosotros mismos los que os ponéis pruebas a vosotros mismos; y debéis saber que ahora os encontráis en el hermoso jardín de la realidad, donde muy pocos han entrado. Cuando entráis en este jardín lo que veis es que todo está lleno de hermosura, de belleza. Todas las personas tienen algo hermoso en su interior, porque todos los demás sahaja yoguis están teniendo las mismas experiencias respecto a esta realidad, algo que no se puede describir con palabras. Sin embargo, vosotros lo sentís, sentís esta unidad, esta cercanía, esta amistad; sin esperar nada a cambio. Sentís de otra persona “Oh, es un sahaja yogui”. Es un sentimiento que os viene como si se tratase de un organismo u organización completamente integrada en sí misma, una organización viviente, en la que uno no se siente como algo separado. Todos y cada uno de los sahaja yoguis, tanto si se tiene una posición alta como si uno no está haciendo demasiado, todos sienten esta integración, esta unidad, este sentimiento de unión con los demás. Esto os hace personas de gran corazón, de mucha bondad, y también personas muy poderosas. No estáis solos, a pesar de que digáis “yo no hago nada”. Os hacéis tan humildes que os olvidáis de toda idea del tipo, “clase social”, o “grupismo” debido a una religión.

La verdad es que Yo no tengo mucha noción de todas estas ideas que os separan como clases, grupos o etnias; pero sé lo que ocurre cuando os hacéis humildes desde vuestro interior, cuando la humildad es una parte de vuestra personalidad, no de una manera superficial, como cuando uno hace negocios y es extremadamente humilde, amable, hasta que las cosas dejan de ir bien y se convierte en la persona más desagradable. En Sahaja Yoga no es así, os hacéis humildes de corazón, no tenéis una doble personalidad; lo cual no significa que os hagáis débiles. La humildad sólo es posible para aquellos que son fuertes, porque no necesitan ninguna reacción, no necesitan ninguna protección; su propia humildad les mantiene totalmente protegidos. Así, uno comienza a sentir que es una pequeña partícula de polvo y al mismo tiempo siente que es el cielo entero, depende de dónde os encontréis y de lo que estéis haciendo, de lo que estéis viendo o de lo que estéis siendo testigos.

A veces sentís que todos estos grandes personajes de la actualidad no son más que unos inútiles, sentís que no hay nada de qué preocuparse, que son muy pequeños; y con algunas otras personas sentís que sois realmente pequeños. Desarrolláis así un temperamento extremadamente flexible y esto os convierte en personas más y más sutiles; porque así podéis penetrar en cualquier asunto, en cualquier personalidad, en cualquier libro, podéis comprenderlo todo. Con cualquier cosa que se vaya a realizar, inmediatamente veis con claridad qué es lo que se tiene que hacer, porque os habéis hecho muy sutiles. Cuando ya os habéis convertido en grandes personas, empezáis a sentir qué es lo que podéis hacer para ayudar a la gente, para realizar grandes trabajos, etc. Y cuando esto os ocurre, los demás no piensan que sois egoístas, tampoco deberíais pensar vosotros que sois algo pequeño. La única cuestión ahora es que sois el Espíritu, y el Espíritu es algo muy sutil, es una luz muy sutil, pero puede penetrar cualquier cosa y expanderse a todas las cosas, puede permanecer en cualquier sitio o desaparecer de cualquier sitio. Esta gran personalidad que tenéis, que es vuestro espíritu ni siquiera la utilizáis; por el contrario, es ella la que os utiliza a vosotros constantemente. Sin vuestro conocimiento, ella os utiliza.

Por tanto, la segunda cosa es que no deberíais determinar qué es lo que vais a hacer, o qué es lo que tenéis que hacer. Si yo he decidido una cosa, debo hacerla; cualquier cosa que hayáis decidido está bien, pero si luego no se materializa no hay ningún problema, no hay que preocuparse ni que molestarse por ello, no hay que ponerse nervioso por ello. Os pondré un ejemplo. En cierta ocasión Yo iba a ir a América y como sabéis todos los sahaja yoguis se ponen muy nerviosos sólo porque Madre tiene que ir a América; todos como locos, mirando el reloj, esto lo otro y Yo sonriendo les dije “Soy Yo la que tengo que ir a América, ¿de qué os preocupáis?” Y de repente el niño de un sahaja yogui se cayó y se rompió el brazo; no podía mover los dedos. Yo estaba a punto ya de salir de casa hacia el aeropuerto, pero tan pronto como trajeron al niño dije: “No, no me voy”. Todos se sintieron muy perturbados: “Que no se va, no se va a ir ahora”; como si todo el cielo fuese a caerse a la Tierra. Yo les dije: “Dejadme ver al niño” Le estuve tratando y finalmente se puso bien. Les dije: “Vale, ahora podemos ir al aeropuerto” Todos me dijeron “Madre, pero el avión ya se habrá ido”. Yo les dije, “Es igual, vamos al aeropuerto”. Cuando llegamos allí, este avión que se suponía Yo iba a coger antes, estaba todavía ahí porque tenía algún problema mecánico y había otro vuelo que iba a Whasington; de hecho, Yo quería ir a Whasington en lugar de Nueva York, a donde iba el otro avión. Así que ahí me encontraba Yo, felizmente sentada en el vuelo a Whasington.

Pero debéis saber que vosotros no hacéis nada, todo es hermosamente arreglado y planificado para vosotros. Si vosotros decidís algo y la decisión es correcta, entonces funcionará y si no funciona, entonces, es que no tenía que funcionar. Esta es la diferencia entre una persona que es un alma realizada y otra que no lo es. A una persona que es realizada no le importa lo más mínimo lo que le gusta, lo que prefiere o lo que quiere. Cualquier cosa que tenga, es feliz con ello. Aquí, por ejemplo, veo que vivís bajo este horrible techo, no tenéis instalaciones apropiadas aquí en Cabella; no sé como lo hacéis, cómo podéis vivir aquí. Estamos intentando comprar una tierra para organizarlo todo mejor, pero el propietario es una persona muy avariciosa y no nos quiere dar la tierra, ¡qué le vamos a hacer! Y sin embargo todos estáis gozando aquí; no os importa nada de todo esto, mientras que una persona normal empezaría: “bueno, yo prefiero una habitación mejor y una casa de tal estilo, etc.”. Podéis vivir en cualquier circunstancia porque ya no os preocupáis más por vuestra condición física, sólo pensáis en la comodidad de vuestro espíritu. He visto cómo los sahaja yoguis, incluso los niños, cuando ven una película que es desagradable y sale alguna escena rara, directamente cierran los ojos, porque no la quieren ver, nadie tiene que decirles nada porque ellos ya tienen dentro de sí mismos esta personalidad tan sutil, que no puede soportar lo absurdo. Puede que no digan nada, puede que no se quejen, pero se escaparán corriendo de ese sitio, automáticamente.

Por tanto, la manera de describir esta personalidad sería la siguiente: en la naturaleza podéis ver, por ejemplo, cómo un árbol crece y se expande sólo en la medida que puede y de alguna manera intenta que a todas las hojas les dé el sol. No creo que los árboles tengan tanta inteligencia como para organizar esto; sin embargo hay algo que les organiza de esta forma tan hermosa, y no se trata sólo de un árbol, sino de miles, miles y miles. El responsable de esto es Aquél con el que vosotros estáis en contacto; los árboles no lo son, ellos simplemente están en manos de la naturaleza, ellos no pueden ni manipular ni comprender este poder divino. No pueden; los animales tampoco e incluso los seres humanos tampoco. Pero vosotros sí, porque habéis cruzado este límite del poder humano y ahora sois grandes ciudadanos del gran Reino de la Divinidad. Por tanto, esta fuerza divina os ayuda y organiza todo para vosotros, también os conduce, os guía y os maneja; así que, lo que tenéis que hacer, es manteneros abiertos, receptivos a esta guía. Al mismo tiempo debéis actuar, porque la dirección que debéis seguir también viene desde el interior, y a través de ella sabréis qué es lo que tenéis que hacer. Supongamos que, incluso en este caso, algo no se ha conseguido y sentís entonces que no entendéis por qué no habéis conseguido lo que queríais. Intentad comprender que en casos así, siempre ocurre lo mejor para nosotros, lo cual no quiere decir que debáis rendiros o que no debáis desear.

He visto que los deseos de los sahaja yoguis son mucho más poderosos que los míos y la razón es que Yo no tengo deseos, no tengo ningún deseo. Intentad ver cuáles son vuestros deseos, o ver si es que no deseáis nada o intentad ver si deseáis algo muy ansiosamente. El no desear nada, puede parecer que es tener un temperamento algo frívolo; pero con vosotros todo funciona de una manera diferente. Vosotros sois muy distintos porque habéis conseguido algo, Yo no he conseguido nada, Yo soy lo que soy. Debido a que vosotros habéis conseguido algo sabéis cómo erais antes y cómo sois ahora; y debido a este logro habéis obtenido la bendición de que cualquier cosa que deseáis se cumple. Habéis trabajado tanto, habéis conseguido tanto que por eso tenéis esta especial bendición de que se cumpla todo lo que deseáis. Ya os lo he dicho muchas veces, tened cuidado con vuestros deseos, no vayáis a desear algo que no sea adecuado, porque cualquier cosa que deseéis se cumplirá. Ese deseo vuestro tendrá efecto. Tenéis que daros cuenta de que ya no sois seres humanos normales, porque habéis cruzado el límite de ese nivel; ni siquiera estáis al nivel del Sahasrara, estáis más allá.

El Sahasrara es el área límbica y este área límbica está cerrada como un loto. Cuando vuestra Kundalini penetra en este área vuestro Sahasrara se abre así, como un loto. Esto es lo que se describe en la Biblia con la frase: “Apareceré ante ti como lenguas de fuego”, esto lo dice el Divino. Estos pétalos no son otra cosa que los nervios iluminados y su apariencia es la de una llama; pero estas llamas no tienen ningún calor, por el contrario refrescan, suavizan, calman y arden muy hermosamente. Por tanto, cuando la Kundalini pasa a través de este loto, penetra a través del área de la fontanela y así recibís vuestra Realización; esto es lo que os ha ocurrido a vosotros. Lo único que hay que hacer es mantener este loto abierto y ahí es donde fracasamos muchas veces porque todavía llevamos pegados a nosotros muchos sentimientos del nivel humano. Tenemos estos dos grandes balones del ego y del superego que intentan cerrar constantemente el Sahasrara; por eso tenéis que estar muy atentos y observar “¿qué es lo que está cerrando mi Sahasrara?” Lo primero es el ego, que se preocupa sólo de cómo atacar. Si queréis atacar, sólo podéis atacar a través del ego, es el único vehículo. Para esto tenemos el estado de Nirvichara, el estado de consciencia sin pensamientos, al que debemos llegar. Todo es una cuestión muy simple, intentad ver simplemente por qué sois egoístas y con quién estáis enfadados, por qué estáis enfadados, qué es lo que os hace pensar o sentir que queréis dominar a alguien, o controlarle, o vigilarle, ¿por qué? La mente no os va a contestar.

Una cosa muy simple que podéis hacer es ver que cualquier cosa que os deprima o que os haga sentir muy grandes, es algo insignificante; intentad comprender que, no hay nada que sea más grande que vosotros. Comparado a vuestro amor, no hay nada más grande, comparado con vuestra compasión no hay nada más grande, porque en todo esto está la luz del Divino fluyendo.

Si odiáis a alguien y os enfadáis con alguien, sabed que la única solución es amar a esa persona; ahora bien, ¿cómo amar a esa persona? Esto es algo que no se puede medir, pero el mismo amor os sugerirá lo satisfechos que estáis y lo felices que sois. Os daré un ejemplo. El otro día recibí una carta de Polonia, de alguien que me desafiaba muchísimo. Era la carta de alguien que tenía a su madre con cáncer y decía: “Si Tú eres Dios, si Tú eres Madre, entonces debes curarla, esto y lo otro”. Era una carta increíble. Yo puse la atención en esta señora y quizás su madre esté mejor, pero la cuestión es que en lugar de frustrarme pensé: “Pobrecilla está frustrada, está realmente perturbada, y aunque me haya desafiado diciéndome que si soy Dios o lo que sea, qué más da, a Mí no me importa. Que más me da si me llama Dios o cualquier otra cosa, porque Yo soy lo que soy”. Así que en lugar de enfadarme sentí una tremenda compasión por ella. Al fin y al cabo ella es un ser humano y su madre está muy enferma, su madre hasta ahora es su única fuente de vida, por tanto, puedo comprender por qué está tan deprimida.

Esta actitud también la podéis tener vosotros, es algo muy simple, muy sencillo; no es difícil, porque sois almas realizadas, estoy hablando a santos. Si simplemente ponéis la atención sobre una persona con amor, entonces lo que ocurre es que os viene un entendimiento de esa persona, es como si os identificarais con esa persona. Entonces sentís: “si yo hubiese sido esa persona y hubiese estado en esa situación ¿cómo me habría sentido?” Esta desesperación, este enfado. Si yo fuera esa misma persona, con el mismo tipo de problemas, entonces ¿qué hubiera hecho? Una actitud así es lo que soluciona el problema. La identificación con otra persona es muy importante, porque vosotros tenéis muchos poderes y podéis penetrarlo todo, ya os lo he dicho otras veces; podéis hacer todo esto porque sois almas Realizadas, simplemente poneros a vosotros mismos en el lugar de la otra persona; y entonces os daréis cuenta de que tenéis poderes de amor. La identificación con los demás creo que es la única manera en la que uno puede entender lo que es amor. Vuestro ego será absorbido inmediatamente tan pronto como pongáis vuestra atención amorosa sobre la otra persona; tendréis muchas experiencias en vuestra vida, os sorprenderéis de vosotros mismos, os preguntaréis “¿cómo puedo hacer yo todas estas cosas?” Es porque sois un alma realizada.

De la misma manera, cuando os identificáis con otra persona hacéis que ella misma asuma su divinidad, tenéis un gran sentimiento de unidad. A veces tenemos ideas muy equivocadas respecto a nosotros mismos y respecto a los demás. Tenemos nuestras propias opiniones respecto a cosas, incluso, muy, muy pequeñas. Hay personas que tienen la costumbre de vivir con la actitud de “a mí me gusta esto, a mí me gusta aquello”; pero esto no corresponde a un santo, un santo nunca dice cosas así. Cuando decís algo así, sabed que la identificación con la otra persona no es genuina. Por ejemplo, supongamos que alguien ha arreglado todas estas flores. En lugar de apreciarlo y gozar de ello alguien viene y dice: “a mí no me gusta, lo podrían haber hecho mejor”. No sé porque la gente dice cosas así, pero si os identificáis con la persona que ha arreglado todas estas flores, entonces gozaréis de cómo aquella persona gozó haciéndolo. Y si no es así, es porque estáis metidos siempre en vuestras opiniones personales diciendo cosas como “esto podría haber sido mucho mejor, no me gustó mucho”. ¿Quiénes sois vosotros para juzgar a nadie? Esta naturaleza criticona proviene de un mal entendimiento de uno mismo. ¿Qué somos nosotros? ¿Por qué deberíamos juzgar a nadie? ¿Acaso hemos pagado por ello? Entonces, ¿por qué malgastar nuestra energía criticando a otros?

Deberíamos ver las cosas buenas de los demás, porque en el Reino de la Realidad todo es bueno, todo está bien, todo es de primera clase; pero si vuestra atención está en ver los errores de los demás entonces no estáis en la Realidad. Podéis observar, podéis ser testigos, pero no tenéis que decir nada que perturbe a los demás, ni siquiera sentiros molestos por nada. Estáis observando todo y es hermoso; el gozo de la persona que realizó todo esto y de las demás personas, todo este gozo está bullendo a través de estas flores. Pero hasta que no os identifiquéis con las personas que han hecho esto siempre podréis decir “esto podría ser mejor, lo podrían haber hecho así”. Vosotros mismos podéis encontraros en esa misma situación, en la que hagáis algo y alguien venga a deciros que lo podríais haber hecho así o asá. Esto es malgastar nuestra energía espiritual por nada. Vosotros os convertís en personas tan grandes como el cielo, demasiado grandes como para preocuparos por estas pequeñas cosas. Malgastar nuestra energía en cosas muy triviales, inútiles, solamente os hace pequeños. Sin embargo lo que sí podéis hacer es utilizar esta energía, vosotros sí podéis hacerlo, podéis manipularla, no como los árboles. Tampoco pueden hacerlo las flores; y lo que haréis entonces será crear océanos de gozo.

Y así llegamos de nuevo a Sahaja Yoga. Todo lo que Sahaja Yoga os ha aportado está muy bien; pero ¿que le habéis dado vosotros a Sahaja Yoga? ¿Qué he entregado o dado a Sahaja Yoga? ¿He creado océanos de gozo para los demás? ¿Qué amabilidad he mostrado? ¿Qué compasión he mostrado? ¿Qué amor he expresado? Pero no, cualquier cosa que Sahaja Yoga me haya dado lo he dado por sentado. Cuando la gente viene a Sahaja Yoga piensa que se trata de un contrato, un contrato firmado que, si no funciona, se hace otro de nuevo con Dios y se le dice que no se nos ha recompensado lo suficiente por aquello que hemos pagado, o por cualquier cosa que hayamos hecho. Pero, ¿qué es lo que habéis hecho? En este Reino de la Realidad, ¿habéis gozado de esta realidad? ¿Habéis sentido el gozo de este amor real del divino? ¿Os habéis disuelto en ello o todavía estáis en la orilla observando?

Tenéis la capacidad de crear un gran gozo, una gran alegría y una gran paz. Ved en qué condición se encuentra hoy el mundo, es un caos total, una gran confusión. Están ocurriendo muchas cosas corruptas y destructivas, es un mundo horrible. ¿Podéis vosotros hacerlo hermoso? Podéis, sí que podéis porque podéis transformar a la gente, pero si vosotros mismos no sois un hermoso sahaja yogui, ¿cómo lo vais a hacer? Por tanto, ¿está nuestra atención sobre nosotros mismos? Debemos darnos cuenta de que tenemos que traer a mucha gente a este Reino de la Realidad. Esta es una de las partes que debemos comprender, es una de las sutilezas que debemos entender.

La otra parte es que nos hemos estado identificando con cosas con las cuales no deberíamos habernos identificado. Debemos darnos cuenta de cuáles son estas identificaciones con ideas, con conceptos, con algún tipo de consciencia. Para seros franca, todo esto simplemente os engaña. Realmente no sé qué decir de todas aquellas personas que están tan condicionadas; porque son como un tren que no lleva conductor, sólo Dios sabe dónde se va a estrellar este tren. Como, por ejemplo, esta gente que va a la iglesia, se visten, se arreglan, van todos muy guapos a la iglesia, se sientan, cantan y después cuando salen vuelven de nuevo a luchar, a pelear, pero si ven una iglesia entonces se inclinan. Y dentro de la iglesia no hay nada. Lo mismo pasa con los judíos alrededor de aquel muro. Hacen todo tipo de cosas delante de este muro y ¿qué les ocurre? Nada. Lo mismo con los musulmanes. Están tan condicionados que uno no puede describir sus condicionamientos, son realmente absurdos. Estos condicionamientos les hacen personas muy tontas.

He conocido a muchas personas así. En cierta ocasión Yo me encontraba con un pariente mío que solía levantarse a las cuatro de la mañana y empezaba a cantar canciones a Rama. Toda la casa estaba durmiendo, los niños, la mujer… pero él cantaba a todo volumen. Yo le decía: “¿Qué te pasa? Incluso Rama debe estar durmiendo a esta hora”. Pero él gritaba todo lo que podía. El baño era otra cuestión con él, porque cada vez que se bañaba cantaba unos slokas. En cierta ocasión ocurrió que Yo estaba en la habitación de al lado. De repente oí unos golpes, “pom, pom” y pensé “¿Qué está pasando? ¿Es que este hombre sufre de epilepsia?” Así que fui corriendo hacia otra gente y dije: “A este hombre le ha dado un ataque de epilepsia”. La gente me dijo: “No, no; no es posible porque no tiene epilepsia”. Les dije el ruido que estaba haciendo y me dijeron: “Ah, no, lo que está haciendo es rallar una piedra de sándalo”. Pero pegaba tales golpes que Yo pensaba que estaba sufriendo un ataque de epilepsia. La gente me dijo: “da igual lo que le digas, porque lo hace todos los días”. ¿Y qué es todo esto? Nosotros entendemos que esto no es más que estupidez; lo vemos claro cuando miramos a otros, cuando vemos a los seres humanos. Pero vosotros, que sois almas realizadas, que estáis en el Reino de la Realidad también aceptáis cosas erróneas debido a vuestros antiguos condicionamientos. Vuestro abuelo era así, vuestro padre hizo esto, vuestros antepasados hicieron aquello. Y todo esto se sigue repitiendo. La gente lo llama genes; pero en Sahaja Yoga incluso los genes cambian; por tanto, todos estos condicionamientos que todavía están ligados a vuestra mente, a vuestro cuerpo, a vuestras emociones tienen que verse con claridad y se tienen que limpiar, porque esto mata el gozo, esto mata la pura experiencia de la realidad.

Si queréis tener una plena experiencia de la belleza de la realidad entonces deberíais hacer desaparecer completamente todas estas cosas que os engañan, de la mañana a la noche. la gente se aprovecha mucho de personas así. Como ya os he explicado, los empresarios comienzan una moda y todo el mundo empieza a seguirla. Pero nosotros no somos personas sin cerebro; no sólo tenemos cerebro, sino que además, es un cerebro iluminado. No nos acogemos a las cosas porque estén de moda. Lo que nosotros tenemos es nuestra propia moda, y esto no es ego; sino identificación con nuestro propio espíritu. Si tenéis dentro de vosotros la sabiduría de vuestro espíritu no seguiréis ninguna moda absurda.

Por tanto, en el Reino de la Realidad tenemos nuestros siete chakras completamente iluminados e integrados, nutridos. En esta situación nos vemos a nosotros mismos como algo ilimitado, plenamente ilimitado, seres plenamente ilimitados. Cuando decimos que penetramos alguna cosa, es cierto, lo hacemos, cuando hacemos un contrato, lo hacemos. Tenemos una personalidad plenamente flexible, una personalidad que crea gozo y paz. Estoy segura de que con la apertura del Sahasrara todo el mundo va a integrarse. Algún día llegaremos a ser uno y se comprenderá que todos estos problemas a los que hoy hacemos frente no son más que una estupidez. Estoy segura de que esta integración va a tener lugar y cuando esto ocurra, la luz del Divino brillará sobre todas estas fuerzas destructivas y sobre toda la oscuridad. Es algo que ocurrirá si conseguimos abrir muchos sahasraras. Entonces ¿por qué no también el Sahasrara del mundo? ¿Por qué no abrirlo a la verdad y a la realidad? Esto ocurrirá.

Hoy, por tanto, siendo un día tan importante para nosotros, debemos darnos cuenta de que somos gente iluminada. Este es un día muy importante en la historia de la espiritualidad. Nosotros somos la luz del gozo, la luz de la compasión, la luz del amor; como las silenciosas llamas del Sahasrara, en diferentes colores danzando hermosamente. Así, conoceremos verdaderamente cuál es el gozo de la iluminación.

Que Dios os bendiga