Shri Krishna Puja

Campus, Cabella Ligure (Italy)

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Shri Krishna Puja

Cabella, 16 de Agosto de 1998

Hoy vamos a celebrar el Puja a Shri Krishna. Una cosa muy importante sobre el poder de Shri Krishna es que os da el estado de testigo, lo cual es muy importante, porque en estos días de Kali Yuga, la total confusión en el sistema de valores, y el desorden general en todos los aspectos de la vida, hacen que vivamos bajo unas condiciones muy complejas. El estado de testigo se consigue solamente a través de la meditación y la consciencia sin pensamientos, que van unidos. El estado de testigo es aquel en el que uno, simplemente, no reacciona. Si reacciona, es cuando empiezan los problemas. Es muy sencillo comprender que nosotros sólo reaccionamos a través de nuestro ego y de nuestros condicionamientos. Si no, no habría manera de reaccionar. Por ejemplo, aquí están estas preciosas alfombras, y en cuanto las miro utilizando mi ego me pregunto: ¿de dónde las habrán sacado?, ¿Cuánto habrán pagado por ellas? Esta es la primera reacción, pero podéis incluso ir mas lejos y enfadaros al pensar en qué necesidad había de traer unas alfombras tan buenas y ponerlas aquí. Y seguís así, con un pensamiento detrás de otro. O bien, desde mis condicionamientos diría que este color no es apropiado para Shri Krishna, y que tendría que ser de otro color para este Puja. Esto reflejaría claramente un condicionamiento.

Todos los problemas de nuestros condicionamientos son realmente horribles, por ejemplo el racismo. En América tenemos mucho racismo. Ellos no lo dicen, pero cuando vais desde Italia podéis sentirlo, y si vais desde India también puedes sentirlo. Ahora bien, ¿por qué hay este racismo? ¿Cuál es la razón? ¿Por qué reaccionamos con este odio hacia otras comunidades y otros colores de piel, si es algo tan superficial? Desde la razón podéis justificarlo diciendo que esta gente es totalmente inútil, o que han venido a nuestro país a causarnos problemas. Cuando hablan de emigración, deberían saber que todos ellos son emigrantes. América nunca fue su propio país, y echaron a todos los nativos americanos, se apropiaron de su tierra, y alegremente dijeron: “¡Ahora somos los dueños de América!”. La reacción consiste en que aquellos que no son de complexión blanca tienen que ser condenados y torturados. Los que son de naturaleza violenta dejan aflorar este condicionamiento agresivo y entonces, empiezan a matarse unos a otros. Mataron despiadadamente a tanta gente… Piensan que tienen derecho a entrar en cualquier país, matar a quien sea y apoderarse de tierras que no les pertenecen. De hecho, la tierra, como tal, no pertenece a nadie. Nadie tiene derecho a ocupar un país y expulsar a los que, según ellos, no pertenecen a éste.

Ayer fue el día de la independencia de India. Vi subir nuestra bandera nacional y descender la británica. Esto ocurrió después de mucha lucha y sufrimiento: vinieron a la India, se instalaron alegremente y se hicieron los amos. Éste es otro tipo de condicionamiento a nivel colectivo: Entrar en la casa de alguien, echar a la gente que vive ahí y tranquilamente instalarse uno como el amo y señor. A lo mejor sólo porque son más inteligentes o mejor dicho astutos. Si en su astucia, los blancos piensan que pueden dominar a la gente negra, lo que no lograrán, desde luego, es el estado de testigo.

Así que este tipo de condicionamiento es como una plaga, se contagia de un país a otro. Unos se sienten superiores y hacen a otros parecer inferiores; y también hay gente que acepta esta situación cuando se supone que somos todos iguales. Tomemos el ejemplo de América. Ellos organizan esta celebración cuando Shri Krishna es el Señor de América. Él mismo era de piel oscura, y si en la tierra que Él rige, todos los asiáticos y toda la gente de color se marchara, no sé qué pasaría con los “americanos”. Por ejemplo en los deportes, la gente de color es la mejor. Si veis cualquier deporte americano, el 99% es de raza negra; si os fijáis en la música, aunque su color de piel sea negro (lo cual está muy bien: igual que vuestra piel es blanca, la suya es negra) ellos tienen una voz que la gente blanca no tiene.

Cantan tan bien, que la gente blanca no puede competir con ellos y en este aspecto sí que se ha hecho justicia. Si echan a los asiáticos perderán a los doctores, enfermeros, contables, arquitectos… ¿Qué que les quedará? Tenéis que entender que el color no tiene nada que ver ni con vuestra inteligencia, ni con vuestro sistema de valores, ni con vuestro espíritu. Estamos aquí para alcanzar el crecimiento espiritual, y el espíritu no entiende de colores, porque es muy superficial y muy cruel el condenar a alguien por el color de su piel.

Ahora bien, toda acción tiene su reacción. Podemos ver que la gente de color está reaccionando, y su reacción puede ser muy peligrosa. Cada día leo noticias que reflejan cómo están surgiendo estas reacciones. Es terrible, no sólo en América sino también en el resto del mundo; la gente de color piensa que tiene que alzarse y oponerse a esta dominación. Incluso en su propio país, donde todos son del mismo color (tal vez con pequeñas variantes) están formando grupos y se cortan el cuello unos a otros. He visto en la televisión de qué manera tan despiadada matan. No puedo apreciar la diferencia de color entre ellos, pero, de alguna manera, están creando grupos y luego se matan unos a otros. No son como los Kauravas y los Pandavas, no son dos tipos de gente totalmente opuestos, no es que haya una fuerza positiva y otra negativa; son todos negativos, sean blancos o negros, y comienzan a discutir y a luchar unos con otros.

La violencia está creciendo tanto, que parece la única arma que utilizan para expresarse. Veis que, por algo que ha ocurrido, hacen explotar bombas que matan a mucha gente inocente. Esto es un pecado muy, muy grande; incluso el más mínimo acto de violencia es pecado. Y este tipo de violencia, a los ojos de Shri Krishna, tiene que ser castigado severamente.

Todo esto proviene del ego. Pensáis que por pertenecer a un clan podéis matar a los de otro distinto, o algo así. Decidir que tenéis derecho a matar es una idea absurda que, a veces, se introduce en la mente humana. Quizás digan que viene del odio, pero el odio es un producto del ego, y cuando el ego comienza a actuar recoge todo este tipo de cosas, como el odio, la posesividad, la ira, la violencia. Todo esto viene del ego que de hecho ciega a la persona. Estáis ciegos ante el hecho de que no hay necesidad de utilizar la violencia, ni de odiar, ni de matar a nadie.

Puede que alguien me pregunte: “Madre ¿cómo se desarrolla este ego?” Por supuesto, se debe principalmente a las reacciones, y también a los condicionamientos. Si a los niños se les enseña, desde pequeños, que deben odiar a esa gente, porque son malos y están equivocados, sin duda, lo harán. Cuando sean mayores expresarán este odio, que es como un cactus que al crecer mata lo que tiene a su alrededor. No hay justificación para este tipo de comportamiento en el ser humano. Si son seres humanos, tienen que tener cualidades humanas, y eso es sólo posible si aprendemos a ser testigos y a no reaccionar.

Por ejemplo, la gente ve a dos gallos peleando y disfrutan de ello; uno de los gallos muere y se alegran como si éste hubiera matado a sus padres, o algo así. En España, incluso ahora, sigue habiendo corridas de toros, con un aforo diez veces mayor que el de este lugar, y está siempre lleno. Incluso las mujeres están empezando a torear. A algunos toros los sueltan en la calle, donde pueden matar a alguien. Todavía seguimos disfrutando con este tipo de violencia. Es muy triste ver a la gente, hoy día, hablando de humanidad, paz, gozo y ver que todavía disfrutan con estos actos violentos. O bien participan en ellos, o les gusta hacer de espectadores. Vais a ver películas que son de una violencia horrible, os gustan y por eso las siguen haciendo.

Pero si observáis todas estas cosas desde el estado de testigo, veréis cómo la violencia disminuye. Si realmente estáis en ese estado, ningún accidente puede ocurrir en vuestra presencia y, si ocurre, podéis salvar a la persona que lo tenga y ayudarla de manera muy activa. Esto ocurre a una escala muy pequeña, pero podéis hacerlo incluso a una gran escala, es increíble.

Cuando era joven, recuerdo que vivíamos cerca de la Secretaría de Estado, donde un día se produjo una huelga para pedir la independencia de Maharastra. La policía estaba presente, y por orden del primer ministro, disparaban a cualquier persona que pasaba por aquella calle, como si jugaran al tiro al blanco. No podía soportar ver esto, así que bajé y le pedí a la policía que parara. Y sorprendentemente lo hicieron. Llevé los heridos a mi casa, les extraje las balas, llamé a la ambulancia y se salvaron. Lo que pasó fue que yo estaba en estado de testigo, en el que se está más allá del miedo. No existe el miedo cuando se alcanza este estado. Por que cuando no sois testigo os sentís disgustados, afectados y alterados, e incluso puede que os unáis a este tipo de gente equivocada. Pero ser testigo, en sí mismo, es un poder que os permite superar las dificultades que os provocan otras personas.

Hay una historia china sobre un santo, al que un rey le encargó que entrenara a su gallo para que pudiera ganar. Así que se lo quedó por un tiempo. Cuando llegó el acontecimiento, vinieron gallos de todas partes. Durante la pelea los otros gallos se asustaron porque no podían entender cómo este gallo no se alteraba, ni se movía. Finalmente salieron de la arena, y el gallo del rey fue declarado vencedor. Esta es la mejor manera de evitar la violencia. Hay que permanecer firmes en estas situaciones, porque este estado tiene el poder de aplacar la violencia.

Pero el estado de testigo no es algo mental. Es un estado que refleja un ascenso espiritual, en el que os convertís en testigo. La mejor manera de practicarlo es no criticar a nadie. Veo a gente que siempre está criticando a otros, pero no ven sus propios errores. Incluso no admiten el mal que hacen a otros. Y piensan que tienen derecho a criticar, disfrutan criticando. De hecho, no hay nada que criticar. Solo tenéis derecho a observar y a ser testigos. Pero algunos piensan que si no critican a otros, van a seguir comportándose de esa manera y nunca se corregirán. Sin embargo, no es así. Si simplemente observáis, vuestra atención, que está iluminada, actuará, haciendo que desaparezca todo este absurdo. Pero nos creemos alguien especial, que debe corregirles y, bajo estas circunstancias, lo que ocurre es que vosotros mismos os convertís en otro problema. Porque ¿qué podéis hacer? No podéis hacer nada. Unicamente observar y ver las cosas como son. De esta manera, desarrolláis una forma de ser muy distinta.

Ocurre algo muy interesante con la gente que vive en este estado, y es que tiene mucha menos pérdida de memoria, porque cualquier cosa que ven es como una foto para ellos, te pueden dar muchos detalles y decirte exactamente lo que han visto. Mientras que si reaccionáis ante cualquier cosa, vuestra memoria es pésima.

La gente esta tan acostumbrada a reaccionar… Como una vez, que viajaba con un caballero que tendía a reaccionar constantemente. Se fijaba en cada anuncio, cada tienda, cada persona que veía y hacía comentarios respecto a todo. Me preguntaba qué le pasaría a este hombre. Luego descubrí que toda esta gente que está siempre reaccionando, termina con demencia senil o graves problemas de memoria.

Pero esta no es la única pérdida. Cuando este tipo de gente forma un colectivo, pueden llegar a ser muy peligrosos. Porque tienen que hacer algo con esa naturaleza violenta que llevan dentro pues, después de todo, se han reunido en torno a algún propósito. Podemos ver esto en pequeñas y grandes cosas. Cuando esta actitud es muy marcada en una persona, puede arrastrar a mucha gente y hacer mucho daño. Por ejemplo, Hitler, estuvo nueve años observando el daño que hacían los judíos. Pero no se fijaba en el mal que hacían los alemanes, que en esa época tenían una sociedad muy licenciosa. Tomaba nota de todo lo que hacían los judíos: prestar dinero, pedir dinero… etc. Tenía todo esto en la cabeza y, a consecuencia de esto, se produjo en él la reacción de que, de alguna manera, había que deshacerse de ellos. Pero pensó que incluso si se iban de Alemania prosperarían en otro sitio, así que por qué no matarlos. Fue hasta tal extremo, que uno ni siquiera puede leer, ni ver las películas de lo que allí ocurrió. Pero lo hizo, y la gente que lo siguió, también. Sin ningún problema, como si fuera algo divertido, gozoso, o tal vez una obligación. ¿Cómo podían sentirse obligados a algo tan horrible como matar miles y miles de judíos? Podían haber intentado corregirlo pero ¿por qué condescendieron ante semejante tipo de violencia, queriendo matar a todos los judíos del mundo?

Es muy peligroso perder el estado de testigo porque podéis entrar a formar parte de una colectividad negativa. Y esto es tan dañino, que quizá todos los problemas del mundo estén relacionados con ello. Lo que tenemos que hacer como sahaja yoguis es no reaccionar. Si veis algo malo simplemente meditad en ello. Si alguien es antipático con vosotros, no reaccionéis en ese momento. Después, cuando se haya calmado, id y hablad con él. Porque en ese momento de agitación, si decís algo, no va servir de nada. No digo que sea siempre algo inmediato, pero, gradualmente, les haréis entender que están equivocados.

De alguna manera, reaccionar así ante cosas que, además, son muy tontas, puede ser muy autodestructivo. Como por ejemplo Clinton; no se puede entender cómo un hombre de su posición, con su responsabilidad, puede tener este tipo de reacciones. Puede ser que le venga de la infancia, o algo así, pero la cuestión es que ahora tiene problemas. Es muy vergonzoso. Y todo esto se debe a ser tan indulgente con las reacciones. ¿Por que reaccionáis ante una mujer, o ante un hombre? Este es uno de los grandes problemas de la cultura actual, especialmente en los países desarrollados: que todo el tiempo los hombres miran a las mujeres y las mujeres a los hombres. ¿Para qué? A lo mejor las miran para ver cuántas mujeres les están mirando y viceversa. ¿Por qué ocurre esto? Tal vez por que tengan algún complejo de inferioridad. O porque quieran captar la atención de todo el mundo.

En estos tiempos, se están haciendo cosas horribles con el fin de ganar la atención y la simpatía de otros. Es sorprendente hasta dónde puede llegar vuestra falta de consciencia. Como una mujer, que mató a sus ocho niños para ganarse la simpatía de otros. Así que, con el fin de atraer la atención de la gente para sentiros importantes, hacéis cosas como ésta. ¿Para qué sirve esta falsa y vacía “importancia”? Es una enfermedad corriente de estos tiempos modernos, pero la gente lo busca. ¿Qué aspecto debemos tener? ¿Cómo debemos andar y comportarnos? … Todo esto es muy estúpido y es un derroche de energía. Dios ha creado a los hombres muy diferentes unos de otros, hay una gran variedad. Incluso en la Naturaleza, las hojas de los árboles son únicas, no hay dos iguales. Así que debemos aceptarnos como somos, sin querer parecernos a otros. Reaccionar ante estas tonterías es malgastar nuestra energía y nuestra vida con algo que no merece la pena en absoluto.

Vosotros, como sahaja yoguis, tenéis que realizar un trabajo grandioso, porque estáis aquí para emancipar al mundo de estas estúpidas ideas y de estos comportamientos absurdos. No sé a quién echar la culpa, pero, de repente, nuestra atención se ha vuelto muy dispersa, con reacciones muy extrañas. Uno no sabe por qué la gente reacciona de esta manera y se preocupa de lo que piensan los demás. Esto no ocurre sólo a un nivel individual, sino también colectivo. Y como resultado, vemos que se ha creado un nuevo sistema de valores. Por ejemplo, una mujer se enorgullece de que la persigan los hombres… se deben creer grandes actrices, o algo así. Y la manera en que hablan de sí mismas es tan sorprendente…Si es una madre, tiene que ser una buena madre, parecer una madre y comportarse como tal. Están muy obsesionadas por resultar atractivas, por ser las reinas, no sé bien qué es lo que quieren llegar a ser. Y lo mismo les pasa a los hombres. Si tenéis alguna cualidad o virtud o algo que haga de vosotros un gran hombre, se hará notar; no tenéis que anunciarlo o pregonarlo. Así que, si os mantenéis indiferentes a la opinión pública, podéis conseguir mucho. La mayoría de las frustraciones desaparecerán.

También he visto que en Sahaja Yoga hay gente que presume mucho. Y sé quienes son, la cuestión es que ellos lo sepan también. Cuando dejáis de reaccionar hacia el exterior, la atención se mantiene en el interior y se produce una introspección adecuada. Cuando os veáis a vosotros mismos, os sorprenderá lo admirables y felices que seréis. Pero si vais un poquito más lejos, no tendréis que pensar en todas estas cosas. Alcanzáis el estado de conciencia sin pensamientos y simplemente os convertís en una persona que es respetada, amada; la gente buscará vuestra compañía. Así que no deberíais preocuparos por lo que la gente piense de vosotros, de cómo reaccionen, sino que deberíais hacer introspección y juzgaros a vosotros mismos. Después de algún tiempo, ni siquiera necesitaréis la introspección.

Krishna reflejaba este estado del que os estoy hablando. Él le dijo a Arjuna: Yo no lucharé, pero puedes elegir entre llevarme a mí a la batalla o a mi ejército. Los Kauravas se quedaron con el ejército de Shri Krishna para reforzar el suyo propio, pero Arjuna contestó: No quiero Tú ejército, te quiero a Ti aunque no vayas a luchar. Arjuna sabía que aunque Él no luchara, y simplemente permaneciera en estado de testigo, sus poderes actuarían de manera silenciosa y ganarían la guerra.

Todos deberíais desarrollar este poder de ser testigo. Intentad detener las reacciones (del tipo que sean) cuando se produzcan. Os sorprenderá ver que sois una persona muy poderosa; en el sentido de que no tendréis deseos, ni ambiciones, ni os interesareis especialmente por nada. Simplemente seréis testigos del drama. Esto es muy interesante, porque comprenderéis el humor que hay detrás de todo, la estupidez de la gente…También entenderéis lo violenta que ha sido la gente y simplemente os reiréis de ello. No os disgustéis, ni os alteréis, simplemente reíos. Os sorprenderá ver que, después de algún tiempo, vuestro estado de testigo será más profundo. Y cuando esto ocurra a un nivel colectivo, podréis obrar maravillas sin hacer nada. Sin decir nada, ni hacer nada, vuestra mera presencia hará que las cosas ocurran. No puedo decir que esto vaya a tener efecto sobre cualquier persona, pero sí sobre la mayoría de la gente. Cualquiera que esté en este estado traerá paz y gozo.

Os contaré la historia de un sahaja yogui que vivía en una isla y tenía que ir a otra para realizar una tarea relacionada con Sahaja Yoga. Se encontró con un cielo totalmente cubierto de nubes tormentosas… Simplemente las miró y les dijo: “Esperad hasta que yo vuelva. Voy a hacer el trabajo de Madre.” Fue a la otra isla, dio el programa y, cuando volvió y se acostó, comenzó a tronar y a llover. Incluso la Naturaleza entiende que os encontráis en este estado especial de testigo.

Pero, incluso en Sahaja Yoga, he visto que hay gente muy ambiciosa: quieren ser líderes o algo así. De hecho, todo eso es un mito; todo lo que quieren lograr son cosas ilusorias. Una vez que aprendáis a observar, veréis el mito, el absurdo; veréis la maya. Así que, para superar cualquier problema que tenga vuestra personalidad, lo mejor es practicar este estado. Antes de hablar, de hacer algún comentario, observad como testigos. Es una actitud muy gratificante. El mayor poder que se muestra en la vida de Shri Krishna es el de ser Testigo. Él es quién ayudó a los Pandavas a ganar la guerra sin siquiera empuñar una espada. No sólo eso, sino que a través del Guita, Él ha tratado de decirnos lo que debemos hacer para ganar la batalla contra el mal. Todo el Guita es una descripción del estado de Testigo. Si lo leéis ahora, con esta nueva perspectiva, veréis que lo describe todo como un observador. Os enseñará que, de esta manera, pudo entender incluso a los seres humanos.

Shri Krishna no es lo que podríamos llamar un buen vendedor. Porque en primer lugar nos habla de cómo volvernos “Sitta PrAgnya” (aquél que se encuentra en el Estado de Testigo). Si leéis todos esos versos sobre “Sitta PrAgnya” veréis que no es sino la descripción de una persona en estado de Testigo: Cómo vive, lo feliz que es, cómo ve las cosas. Es muy interesante. Pero habla de esto en primer lugar, no como un vendedor, que primero hablaría de las cosas malas, sino que empieza por lo mejor, por lo más alto. Luego desciende a otros temas y habla de cuáles son los tres aspectos principales. Lo primero de lo que habla es el Karma, y algunas personas se quedan estancadas ahí. Piensan que obtendrán los punyas de todos los karmas (n.d.t: karma tiene aquí un significado parecido a acción.) que realicen. Y Él no dijo eso; cualquiera que Le conozca sabrá que no quiso decir eso. Lo que dijo es que podíamos realizar todos los karmas que fueran necesarios, pero debíamos dejar los resultados al Poder Divino. Algunas personas piensan que tienen dinero porque han realizado buenos karmas, y se dedican a hacer toda clase de malos karmas con ese dinero. Él no dijo eso; dijo: “Dejad los resultados al Poder Divino.” Porque el Divino sabe qué es lo mejor para vosotros. Si pensáis que habéis hecho algo bueno por los pobres, o por las mujeres o algo así, debéis dejar los resultados de ello a los pies del Poder Divino. Esto significa que no desarrolláis ego por nada de lo que hagáis. Él ha descrito muy bien todo esto pero, para entenderle bien, de nuevo se necesita estar en ese estado.

Luego escribió sobre “Jnana”, que significa conocimiento. Pero no se trata de leer libros, de ninguna manera. “Jnana” significa saber lo que uno es. Por tanto necesitáis convertiros en un sahaja yogui pues, a través de las vibraciones, podéis conocer muchísimas cosas. Jnana no significa leer libros; leyendo libros sólo conseguiréis ser más ignorantes. Entonces, lo que significa “Jnana” es conocerse a uno mismo; si no os conocéis a vosotros mismos, no conocéis nada. Esto supone que debéis obtener la Realización y convertiros en el Ser. Esto es lo segundo de lo que habla.

Lo último de lo que habla es bhakti, que significa devoción. La manera en que habla del bhakti también tiene truco. Encotráis en la calle a esa gente cantando: “Haré Krishna, Haré Rama”… Lo expresó claramente con una palabra: hay que practicar el “Anannya-bhakti”(¿), que significa “cuando el otro no existe”, es decir, que os fundís plenamente con el Divino. Sólo entonces se debe hacer bhakti, de otra manera no lo aceptaré. Por tanto Me podéis traer hojas, frutas, flores, etc., las aceptaré, pero, para Él, el único bhakti posible tiene lugar cuando sois uno con el Divino. De otra manera es simplemente un espectáculo, una interpretación. Así que, el tercer punto tampoco es posible antes de la Realización. Pero en el bhakti no importa el valor de las cosas, dónde lo comprasteis, cómo lo conseguisteis. Eso no es importante. Un buen ejemplo de esto se ve en la vida de Shri Rama.

Había una anciana en la jungla de una clase social muy baja, que había conseguido unas bayas y quería regalárselas a Shri Rama. Dijo: “Las he probado todas y no están amargas.” Pero en la cultura india no es de buena educación ofrecer algo que se haya probado antes. Sin embargo, Shri Rama las aceptó y exclamó: “¡Qué frutas más ricas! ¡Nunca había tomada unas frutas como estas!”. Lakshmana se enfadó mucho con la señora y le dijo: “¡Usted, estúpida mujer, ha comido de estas frutas y luego se las ofrece a Shri Rama! ¿Por qué lo ha hecho?” Sita, que estaba observando, dijo: “¿Puede darme a mí algunas frutas?” Y tras probarlas: “¡Dios mío, qué frutas más estupendas!” Entonces Lakshmana se calmó y le dijo a Sita: “¿No podrías darme alguna?” “¿Por qué?, si estabas tan enfadado. ¿Por qué debería darte?” Al final le dio a probar las frutas. Lo que vieron en esas frutas fue el amor de la anciana que vivía en el bosque; su amor era lo importante. Así, cuando vosotros queráis regalar algo, lo importante es vuestro amor, y no cuanto habéis pagado, cuánto os ha costado… Y ese amor debería ser evidente.

Shri Krishna también se comportaba de esta manera. Por ejemplo, cuando fue a lo que en aquella época se llamaba Hastinapur, el rey, Duryodhana, le invitó a comer. Pero él dijo: “No, no voy a poder ir.” Fue a ver a Vidhura, que era hijo de una sirvienta y un alma realizada. La comida era muy sencilla pero, al ser Vidhura un alma realizada, era la mejor persona con la que podía comer.

De manera que vuestro sistema de valores debería estar basado en cosas como el Amor. Deberías apegaros a las personas que son capaces de amar, a las almas realizadas, y no a los que se creen muy importantes y grandes; puede que lo sean pero, para vosotros, como sahaja yoguis, lo que debe ser entendido y respetado es el amor. Sin embargo, si no tenéis el estado de Testigo en lo que os fijaréis será en “¿Cuánto dinero tiene este hombre?” “¿Cuántos coches tiene?” “¿Qué tipo de ropa lleva?”. Todas estas consideraciones estarán ahí, pero, como testigos, lo que apreciaréis serán las vibraciones y entenderéis a las personas desde un punto de vista espiritual. Vuestra preferencia será estar con personas genuinas, esas grandes personalidades que existen, y descartaréis toda artificialidad.

Que Dios os bendiga.