Guru Puja

Campus, Cabella Ligure (Italy)

Feedback
Share
Upload transcript or translation for this talk

Guru Puja. Cabella Ligure, Italia. 8 de julio de 2001.

No sabéis cómo se siente vuestra Madre al ver a tantas personas, que por sí mismas, se han convertido en verdaderos gurus. Han buscado la Verdad en tiempos muy difíciles. Deseaban saber qué es la Verdad. Y estos tiempos difíciles han servido para influir en vuestras mentes y hacer que os preguntéis qué está pasando en este mundo. Todo lo que veis a vuestro alrededor y en el mundo entero muestra que, definitivamente, hay algo que marcha muy mal y que tenemos que llegar más lejos.

Un aspecto muy importante de la búsqueda es que el buscador debe tener una gran dedicación. Tiene que pasar por incontables penalidades. La búsqueda se produce cuando estáis luchando en vuestro interior, y cuando nada os satisface exteriormente. Estos son los dos aspectos de la búsqueda. Estáis intentando alcanzar la Verdad, pero parece muy difícil conseguirlo. Sin embargo, no podéis evitar hacerlo, porque no os satisface lo que existe a vuestro alrededor.

Ved el mundo hoy en día; está lleno de controversia. Hay todo tipo de conflictos. Las personas se pelean por nada o por tierras, y matan a otros seres humanos. ¿Acaso pueden las tierras crear seres humanos? Luchan colectivamente, creyendo que están prestando un gran servicio a la humanidad. Hoy en día, el pensamiento de los seres humanos es muy poco profundo, es muy superficial, y por eso este mundo está completamente alborotado. Cada día, a cada minuto, se matan muchos seres humanos. Así es cómo se tortura a escala masiva.

Antiguamente, todos los santos fueron torturados a causa de todo tipo de ideas diferentes y estúpidas, de que esto es superior, lo otro es inferior, esto es bueno, esto es malo. Bajo esas ideologías se agruparon y llevaron a cabo todo tipo de agresiones por todo el mundo, por todas partes. Y no solo eso, también en las familias, en las instituciones, en las organizaciones. Pensando que tenían toda la razón, que eran muy buenos, intentaron agredir a los demás.

Mucha gente pensó que era mejor defenderse y empezó a combatir las agresiones colectivamente; pero eso no funciona. Esa lucha no funciona, pues el combate no engendra otra cosa que asesinatos y muertes. Así ha muerto mucha gente. Buda habló de la no-resistencia, y hay una historia al respecto: en una de las grandes universidades de Bihar, entraron personas muy agresivas y mataron a todos los santos, solo porque sí. Todos murieron. Quizá, a un nivel mucho más sutil, hayan alcanzado algún tipo de punyas; pero en este Kali Yuga, eso no va a funcionar.

¿Qué tipo de resistencia se puede oponer ante tales personas? ¿Cómo se pueden combatir? Es imposible convencerles de que son agresivos y de que están muy lejos de la Verdad, pues nadie quiere admitir algo así. Entonces, todo lo que se intenta para convencer a los demás de sus locuras fracasa completamente. Por tanto, esta lucha, este intercambio de guerras, no tiene remedio.

Hay que aceptar que los seres humanos no están al nivel de poder comprender lo que no funciona en ellos. No lo quieren aceptar. Para ellos, la agresión es el único modo de expandir su propia bondad. Entonces, ¿cuál es la solución? La solución es darles a todos la Realización del Ser. Deben obtener su Realización, solo entonces las cosas mejorarán. Ahora bien, podéis decirme: “Madre, es que en estos días de conflictos y luchas…” Funcionará. Las circunstancias les enseñarán. La vida será tan difícil llevando las armas continuamente en la cabeza, que también tendrán que buscar la Verdad. Esto debe hacerse de forma muy sincera.

Si buscan la Verdad, se sorprenderán cuando descubran que este mundo es uno, que todos los seres humanos son uno, y que ese es el destino de los seres humanos. Pero para ello, muchos habrán de morir, muchos habrán de ser destruidos, porque no aprenden la lección fácilmente. Vuestro trabajo es dar la Realización y transformar a la gente. Eso es lo que realmente tenéis que hacer como gurus. Pero, ¿qué es lo que hacemos? ¿Con qué idea venimos a Sahaja Yoga? Estáis trabajando solo en la periferia.

En primer lugar solo nos preocupamos de nosotros mismos, en cómo podemos prosperar, cómo podemos mejorar materialmente; también hay avaricia. No nos miramos a nosotros mismos: si somos agresivos, si estamos intentando molestar a otros, si tenemos ideas equivocadas sobre nosotros mismos, si hacemos sufrir a los demás. Entonces, lo primero de todo, tenéis que limpiaros y aceptar vuestros propios problemas, vuestras propias incertidumbres. Hay que afrontarlos. Y después desafiaros a vosotros mismos. ¿Qué estáis haciendo? Sois un sahaja yogui, ¿cómo podéis odiar a otra persona? ¿Cómo podéis causar problemas a otros? ¿Cómo podéis mortificar a otras personas?

Ahí comienza la introspección. Es muy importante. Distingo a una persona que medita -en el verdadero sentido de la palabra- de otra que simplemente “medita”. No deberíais engañaros a vosotros mismos. Si os engañáis a vosotros mismos, ¿cómo os vais a convertir en un gurú?

Para volverse un buen guru, antes que nada debéis ser muy honestos en vuestro interior, y descubrir qué estáis haciendo, qué pretendéis y qué habéis hecho. Tenemos seis enemigos, como ya os he comentado, y los justificamos a todos. Pensamos: “Está bien, después de todo lo hice por tal razón, tenía que hacerlo”.

Uno dirá: “Era pobre, así que tuve que ser deshonesto”. Otro dirá: “Tuve que mentir”. Otro dirá: “Tuve que ser inmoral”. La justificación es lo más importante para los seres humanos. Los animales no lo hacen, tienen ideas fijas, su forma de ser es fija.

Sin embargo, los seres humanos pueden hacer todo tipo de cosas equivocadas y justificarlo. Esta justificación no os ayuda en vuestro ascenso. “Lo hice por tal razón…” Esto nunca os ayuda. Hay que intentar hacer introspección y ver por uno mismo cuál es la justificación. ¿Cómo vais a ascender si empezáis a apoyar todo tipo de cosas opuestas? ¿Cómo vais a ascender si estáis, continuamente, intentando descender?

Por tanto, la purificación interior es solo posible si podéis veros claramente. Si no os veis, ¿cómo os vais a purificar? Si no veo nada en el espejo, ¿cómo descubriré lo que está mal en mi cara? Cuando comenzáis a ver la Verdad y a compararos con ella, solo entonces os podéis limpiar. Pero la identificación debería ser con la Verdad. Por ejemplo, veis vuestra cara en el espejo y encontráis un fallo. No estáis identificados con el fallo, sino con la cara, por tanto podéis corregirlo, limpiarlo. De la misma forma, cuando estáis identificados con vuestro Ser, ya no podéis apartaros de él.

Mientras ascendéis por el nuevo sendero de la rectitud, de la bondad, de la compasión y el amor, deberíais veros, observaros a vosotros mismos. ¿Qué estáis haciendo? ¿Adónde vais? ¿Hasta dónde llega vuestra estupidez? No debéis engañaros. Que os engañen otros, que los demás hagan lo que quieran, que intenten mataros. Pero vosotros, no hagáis nada malo. No os engañéis. Tened vuestro autorrespeto, vuestro honor, al que valoráis más que ninguna otra persona. Y no cedáis ante nada que dañe vuestra imagen en el espejo.

Este es el primer paso de la introspección. Lo que ayuda a la introspección es vuestro sentido del amor. ¿Podéis amar a una persona deplorable? ¿A una que os agrede? ¿A alguien que tiene mal genio? ¿A alguien que os engaña? No podéis. Entonces ¿cómo vais a amaros a vosotros mismos si tenéis esas características, si os comportáis así con vosotros mismos? Por tanto lo primero es el puro amor por uno mismo. Puro amor. Tener puro amor es algo muy grande. Por ejemplo, os gustaría tener una cama muy bonita para dormir, una casa muy bonita, o quizá os guste toda la riqueza del mundo. Pero estas cosas, ¿os hacen amaros a vosotros mismos? Si os amáis, no deseáis nada, porque gozáis de vuestro Ser. Y el gozo del Ser es el más elevado.

Ahora tenéis la Realización del Ser. Es decir, sabéis lo que sois, conocéis lo hermosos que sois. Entonces, deberíais intentar amar vuestro Ser. Cuando comenzáis a amar vuestro Ser, no os preocupan las cosas absurdas. Este amor puro es una de las cosas más bellas que tenéis y que podéis daros. Cuando sois egoístas, no estáis amando vuestro Ser. Cuando no sois amables, no estáis amando vuestro Ser. Cuando sois agresivos, no amáis vuestro Ser, porque estáis amando todas estas cosas malas. Sin embargo, el Ser es puro. Es absolutamente puro y bello, y ama todo lo que es bello y bueno.

Este es el comienzo de vuestra Realización del Ser: cuando os dais cuenta de cuán importante es vuestro Ser. No tenéis ideas erróneas sobre vosotros mismos, no justificáis todas vuestras malas acciones, porque comprendéis que representan una mancha en vuestro Ser. Haceos frente de la forma más honesta posible y os sorprenderéis de qué bello es, simplemente el ver el Ser puro brillando en vuestro interior. Cuando ese Ser comienza a brillar, empezáis a ver muchas otras cosas que no habíais visto antes. Una de ellas es el amor, no solo por vosotros mismos, sino por todos. Se trata de un amor puro por todos los demás, no solo por vosotros mismos.

Es muy sorprendente, cuando realmente os amáis a vosotros mismos, vuestro amor es por vuestro Ser, y entonces comenzáis a expandir ese amor de tal manera que amáis a los demás de forma hermosa. No los amáis por dinero ni por ningún otro tipo de beneficio ni por poder, ni para obtener nada; amáis simplemente por amor. Porque el amor puro da tanto gozo, tanto gozo… que las cosas del tipo: “Amo a tal persona porque la quiero poseer” o “porque soy muy importante” o “si amo a alguien, esa persona debe sentirse completamente en deuda conmigo”…, todas estas ideas, no son de ningún provecho en absoluto.

Si amáis verdaderamente, entonces simplemente amáis. Amáis a todas las personas. Me podéis decir: “Madre, ¿cómo se puede amar a alguien malvado?” No necesitáis seguir su camino. No necesitáis estar con él. No hace falta que tengáis nada que ver con él. Pero si tenéis amor puro, él o ella pueden cambiar. Pero si no lo hacen, no os preocupéis. Aquellos que entran en el océano de amor, aquellos que dan un amor realmente puro, esos son vuestros amigos. Son estas personas las que se necesitan en esta tierra, no gente malvada, gente que engaña, que intenta dominar, a estos no se les necesita. Lo que necesitamos es gente completamente empapada de la pureza del amor.

Así, del amor pasamos a otro aspecto, la pureza. La pureza es algo de lo que se ha hablado mucho: que hay que ser puro, que uno debe ser absolutamente abierto y que los demás lo sepan todo sobre uno. Yo no creo que eso sea pureza. Pureza es aquello que purifica a los demás. Si sois una persona pura, los demás son purificados. Tiene que suceder así. Ahora supongamos que tenéis ciertas ideas sobre vosotros mismos, creéis que sois un sahaja yogui muy elevado y que estáis llenos de amor. Quizá todo sea imaginario. ¿Purifica vuestro amor a los demás? ¿Vuestra pureza vuelve más puros a los demás? ¿Les da el despertar? ¿Se convierten en almas realizadas? Y además ¿cuánto valoráis la pureza, el poder de la pureza? ¿A cuántas personas habéis dado la Realización? ¿Os la habéis guardado para vosotros mismos? ¿En cuántos sitios habéis estado para expandir esta pureza?

Hay que expandir la pureza. Tenéis que hacerlo, sin ninguna duda, con total inocencia, pues esta pureza es algo tremendamente poderosa. La pureza es muy poderosa. Puede que no actúe en una o dos personas, no importa. Puede que haya algunos individuos realmente desagradables y horribles, no importa. Pero tendrá efecto en muchas personas sensibles, que quieren convertirse en sahaja yoguis. Simplemente tenéis que comprobarlo, cómo gustáis a la gente, cómo les impresionáis.

El Paramchaitanya, este Poder Omnipenetrante del Amor divino, fluye a través de vosotros porque sois puros. Si sois impuros, se detendrá en los diferentes chakras y no funcionará. ¿Qué significa pureza de carácter, la pureza del amor? Que amáis a otra persona porque tiene espiritualidad. La amáis porque hay pureza. Vais a los sitios simplemente para expandir la pureza.

Una persona pura nunca ocasionará un problema. Son las personas impuras las que cada día empiezan con tal problema, y con otro y otro… La personalidad de un yogui consiste en adorar su propia pureza y la de los demás. Es cierto que tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos todos los días. Es verdad que tenemos que corregirnos cada día. Es cierto que tenemos que separarnos de nosotros mismos para ver qué hemos hecho, hasta dónde hemos llegado, a qué nos estamos dedicando, qué hemos logrado.

La diferencia entre un guru de los tiempos antiguos y uno de los tiempos modernos es que los gurus de antes no se preocupaban de dar la Realización a la gente. La mayoría de ellos no acostumbraba a hacerlo, solo se preocupaban de sí mismos, se sentaban apaciblemente en algún lugar del Himalaya, lejos de la multitud enloquecedora, y disfrutaban. Sin embargo vosotros tenéis que compartir este gozo. Creo que esa es la señal de un buen guru. Los que no saben compartir, y solo persiguen su propio placer o solo cuidan de su propio ashram, podríamos decir, o de su propia familia o de algunos discípulos, deben prestar atención al mundo entero.

Sahaja Yoga ha llegado a un punto en el que tenéis que preocuparos por la humanidad en su totalidad. No solo por vosotros, unos pocos sahaja yoguis o por muchos más sahaja yoguis, sino por el mundo entero; dondequiera que haya un problema, debéis solucionarlo. Pero primero, salid de vuestros propios e insignificantes problemas. Recibo cartas, especialmente de mujeres, contándome que su marido es así y asá, que se comporta de tal manera, que los niños están sufriendo…, todo tipo de cosas.

Ahora sois el guru, es decir, sois personas con mucho poder espiritual. ¿Por qué habríais de preocuparos por estas cosas absurdas? La conciencia de vuestra pureza, de que sois personas puras, debería haceros personas muy humildes. Todo lo contrario a lo que la gente hace normalmente. Si son algo, se vuelven muy orgullosos y se creen muy importantes. Si tienen, por ejemplo, cierto poder, se vuelven de cierta forma; si tienen algún don, se vuelven de otra; si sobresalen por algo, se vuelven arrogantes. Ello no les hace humildes, sino que con esos logros se vuelven extremadamente orgullosos y arrogantes, se estropean completamente. Pero vosotros sois sahaja yoguis, y no debería importaros nada que rebaje vuestra pureza.

Por tanto, si queréis, podéis llamaros gurus. Yo no necesito decir que sois un guru. Pero lo primero de todo es convertiros en vuestro propio discípulo. Antes que nada, debéis cuidar de vuestro Ser. Vedlo por vosotros mismos: ¿Tengo las cualidades? ¿Puedo realmente hacer todo esto?

Toda esta introspección interior debe hacerse con un corazón y un entendimiento muy limpios. Porque no sois encarnaciones, que hayan nacido absolutamente puras, sino que sois seres humanos y estáis ascendiendo hacia el nivel de esas encarnaciones. Por eso tenéis que limpiaros, tenéis que observaros, averiguar por vosotros mismos y comprender que, si sois sahaja yoguis, debéis tener la belleza de la pureza y del amor, ¿la tenéis? Este amor no es relativo, no es condicional, no está limitado, sino que es absolutamente como un océano. Os gusta nadar en ese océano, os gusta sumergiros en ese océano de amor.

Antiguamente un guru era una persona que estaba de pie con un gran palo, que golpeaba a todo el mundo. Si alguien hacía algo malo, se acostumbraba a golpearle y pegarle. En nuestro país también existían los gurus en música, y había de muchos tipos diferentes. Su especialidad era oprimir totalmente al discípulo, controlarlo, y entonces darle el conocimiento, bien de la música o quizá de la lucha o de lo que fuera. Pero en Sahaja Yoga es muy diferente.

Incluso los gurus espirituales verdaderos eran así, muy duros. Tiraban piedras a la gente. Solían hacer todo tipo de cosas, no con mala intención, aunque no me gusta el método. Había una persona a quien se conocía por ser un gran guru. Fui a visitarle. Tuve que escalar bastante pues vivía en una pequeña cueva. Cuando llegué, estaba muy enojado y movía su cabeza así (Shri Mataji mueve la cabeza de un lado al otro). Como llovía, yo estaba completamente empapada. Entré y me senté en su pequeña cueva. Entonces, él se acercó y me hizo la siguiente pregunta: “Madre, estaba lloviendo. Normalmente puedo parar la lluvia, pero Tú no me lo has permitido. ¿Por qué?”

Yo le podía haber respondido que a causa de su ego. Pero no lo hice. De una forma muy dulce, le dije: “¿Sabes? Tú eres un sanyasi, y tienes un sari para mí. Si yo no me hubiera empapado, no hubiera podido aceptar un sari de un sanyasi”. Él se derritió completamente. Tenía lágrimas en los ojos y se postró a mis Pies.

Por tanto, la técnica de Sahaja Yoga es así; no es ira, no es repulsión, no es odio. Sino que la técnica es tal, que a través de ella sugerís vuestro amor. Así es cómo hay que entender la diferencia entre un guru sahaja yogui y otros gurus. Ni hablar de golpear al discípulo, ni de regañarle ni de gritarle. El amor es lo más poderoso que hay. Por supuesto que en algunas personas no funciona, estoy de acuerdo. Olvidaos de ellas. Pero funciona en la mayoría de la gente, porque Dios nos ha creado a partir de su Amor, y tenemos la capacidad de rendirnos a ese amor y de gozar de ese amor.

Por eso, lo que un sahaja yogui tiene que hacer es comprender los poderes del amor. Si podéis comprender estos poderes, el amor crecerá en vuestro interior. Algunas personas lo tienen, otras no. Intentad comprender que este Paramchaitanya no es otra cosa que el Poder del Amor de Dios o, podéis llamarlo, el amor de Madre. Este poder funciona de una forma tan hermosa, de una forma tan secreta, que se puede llamar “milagro”, porque no podéis ver cómo se ha producido.

Por tanto, lo primero y más importante, es que intentéis desarrollar el sentido del amor en vuestro interior. Comprendedlo. El problema es que siempre se malinterpreta. El amor puro se puede entender muy fácilmente, pues os da gozo, ayuda a los otros a mejorar, funciona de un modo muy sutil. Intentad recordar cuando llegasteis a Sahaja Yoga, cómo obtuvisteis la Realización, cómo empezasteis a crecer. Esos momentos fueron como las semillas del amor en nuestro interior, las cuales germinaron. Lenta y gradualmente comenzamos a experimentar la lluvia de bendiciones del amor. Después comenzamos a disfrutar de ello y a comprenderlo.

Llegado este momento, en el que estamos a punto de convertirnos en gurus o en el que ya somos gurus, no deberíamos ser otra cosa que la personificación del amor. Os estoy hablando de una teoría diferente. Ningún guru aceptaría esto, ninguno de los gurus que ya son reconocidos por todas partes. El conocimiento que ellos os dieron es el conocimiento de cosas muy sutiles. Todo el conocimiento que tenéis en Sahaja Yoga ha sido explicado por estos gurus hace mucho tiempo. Uno habló de una cosa, otro de otra, etc. Pero todo el conocimiento, el conocimiento total que ahora tenéis sobre vuestro Ser y vuestros chakras, está con vosotros. Esa es la verdad. Tenéis el conocimiento sutil completo, algo que nadie ha tenido antes. Quizá aquellos gurus no quisieron compartirlo, o quizá no se conocían a sí mismos. Todo el conocimiento de Sahaja Yoga es simple, muy sutil y real.

Ahora que tenéis todo esto en vuestro interior, no debería ser solo algo mental, debería ser espiritual. Para que sea espiritual, lo que debéis hacer es amar. Cuando amáis a los demás comenzáis a trabajar en ellos. Entonces, descubrís con vuestro conocimiento que hay algo que no funciona en tal persona. ¿Qué le pasa? Tiene una obstrucción en este chakra o en el otro…, se trata de esta combinación o de la otra … Pero un sahaja yogui no se enfada por estas cosas, sino que intenta curar a la persona. Intenta mejorar a la persona. No dice: “Eres malo, eres horrible”. No, no. Asume el desafío de que: “con mi amor puro, le puedo curar”. Es muy simple para él, no como si fuera un médico o alguien con muchos títulos que cobraría honorarios y os aplicaría tal tarifa, nada de eso. Sabe lo que pasa y sabe cómo corregirlo. Y así lo hace.

Entonces, no tenéis miedo. Y además de no tener miedo, la persona que está con vosotros tampoco lo tiene, gracias a vuestro carácter, a vuestra forma de ser: por la forma en que tratáis al paciente, por la forma en la que habláis a los que vienen a conocer la verdad. Y así también le dais la verdad; también le enseñáis qué es la verdad. La verdad es muy simple, es que sois el Espíritu. Esa es la verdad, y es revelada a la otra persona. Así os dais cuenta de que, al dar la Realización a otra persona, lo que le dais es la verdad misma, la verdad absoluta.

Sé que en estos tiempos a la gente le cuesta mucho encontrar tiempo para Sahaja Yoga, para expandir Sahaja Yoga. Se preocupan por las vacaciones. En cualquier caso, sin importar qué esté sucediendo, estoy segura que con los grandes poderes que tenéis, podéis obtener éxitos verdaderamente importantes. Estos éxitos harán realidad la visión que tengo de salvar a la humanidad en el mundo entero.

Que Dios os bendiga.