Shri Ganesha Puja. Cabella Ligure, Italia. 22 de septiembre de 2001.
Hoy nos hemos reunido aquí para adorar a Shri Ganesha, el Dios de la Inocencia. Él es el océano de inocencia. Y a pesar de ser un niño tan pequeño, puede luchar contra el mundo entero y destruir toda la negatividad. Esa es la señal de la inocencia.
Se cuentan casos de niños que se han caído de grandes alturas y que se han salvado sin que nada les sucediera. Su inocencia es tan poderosa que evita dañar a quien no deba ser dañado. Tiene toda la sabiduría y comprensión del mundo. Si alguien intenta hacer daño a la inocencia, el mundo, el mundo entero, que quizá no haya cuidado demasiado la inocencia y que no haya adorado la inocencia, luchará en contra de la persona que intente dañar la inocencia.
Podéis verlo en vuestra propia vida, a vuestro alrededor. Cuando alguien intenta molestar a los niños, todo el mundo, sean lo que sean, sea cuál sea su procedencia y nacionalidad, saltará a controlar la situación y salvaguardar al niño. ¿Qué es esto? ¿Qué hay en nuestro interior que nos hace tan conscientes a la hora de proteger la inocencia?
Es una vergüenza para nosotros comprobar que en este mundo se ataca a la inocencia. Se puede tolerar cualquier otra cosa. Pero cuando alguien inocente que no ha hecho nada malo, que no tiene malicia y que vive como un niño pequeño, yo diría, que si son atacados por alguien, no solo el mundo entero reacciona ante ello sino que nadie puede soportar que se haga daño a un ser inocente. No nos damos cuenta de que en nuestro interior hay un océano de amor y de comprensión hacia los niños. ¿Por qué? ¿Por qué es así? ¿Por qué hemos de sentir eso precisamente por los niños, por la inocencia?
Hay personas que siempre atacan a gente inocente y a niños inocentes. Pero nadie quiere apoyarles. Nadie piensa que esté bien maltratar a un niño. Y aquellos que lo han hecho tienen que sufrir, pues se reacciona contra ellos. ¿Qué hay dentro de nosotros que origina tal reacción -tal tremenda reacción- contra aquellos que atacan a inocentes? Por ejemplo, cuando hay una guerra, si hay gente luchando -por lo general- no se siente mucha simpatía hacia ellos. Incluso a nivel mundial se dice: “Es que son de tal creencia o tienen tal ideología”.
Cuando la inocencia está en peligro todo el mundo se solidariza. Eso es lo que tienen los seres humanos, que en su interior existe este poder, el Poder de Shri Ganesha, que les da ese sentimiento, esa capacidad y ese entendimiento de que hay que proteger la inocencia, a los niños y a la gente inocente. Y el mundo entero puede levantarse contra aquellos que intentan matar a inocentes. No hay duda al respecto. Yo diría que si no son capaces de oponerse a este tipo de ataques o de criticar este comportamiento, es que todavía no son seres humanos.
La personalidad más elevada puede sacrificar y abandonar lo que sea, pero no puede evitar este sentimiento hacia la inocencia. Es algo increíble. No nos damos cuenta de lo grande que es este océano de protección y de amor hacia los inocentes. Este sentimiento es mayor cuando vemos que personas inocentes o niños inocentes son atacados. Ahí está la belleza de los seres humanos. Por supuesto, hay muchos seres humanos que pueden ser crueles, y a los que se les puede considerar demonios. Pero cuando se trata de niños y de gente inocente, todo el mundo se siente responsable.
Para los seres humanos en general resulta difícil ser inocente, pues piensan que son importantes, se creen que entienden todo y que pueden analizar cualquier cosa; y que por eso pueden ser malvados, pueden ser agresivos, pueden ser problemáticos, pueden ser de cualquier manera y justificarse por ello como si no pasara nada. Sin embargo, en general, no se les puede respetar ni elogiar por lo que están haciendo.
Para los sahaja yoguis, la cultura sahaja consiste en respetar la inocencia. Puede que en ocasiones os sintáis un poco engañados, dominados o desacreditados, pero los sahaja yoguis debéis ser inocentes. En vosotros reside el Poder de Shri Ganesha. No debéis sentiros desanimados si os utilizan, os insultan, os maltratan u os dominan; no pasa nada. No debéis intentar destruir la inocencia de los demás, de nadie. Todo se arreglará automáticamente. Os sorprenderéis de que cuando la inocencia se vea amenazada, toda la bondad del mundo venga a su rescate.
Un ejemplo es la reciente “guerra” -como se le ha llamado- de América, en la que gente inocente que no había hecho nada malo, ha sido maltratada y asesinada. En este momento, en el mundo entero hay un gran apoyo hacia ellos. Todos los países, sin importar lo que opinen de los americanos, están dispuestos a buscar a los que han cometido este crimen. Quizá no pertenezcan a la misma religión ni sean del mismo país; quizá no comulguen con las mismas cosas pero, en este momento, el que no se ponga del lado de los inocentes será señalado y destruido, sin ninguna duda. De una vez por todas aprenderán la lección de que no se puede atacar a gente inocente.
Ya os he dicho que en Sahaja Yoga no deberíamos enfadarnos con los niños. No se les debe castigar nunca. Nuestro principal logro debería ser una atención amorosa hacia ellos. En todo el mundo, ya sea de vuestra familia o de otra, o incluso si su atención está de alguna forma desapegada de vosotros, por ser un niño, por ser inocente su inocencia intentará proteger vuestra propia inocencia.
Es muy sorprendente comprobar cómo la gente sacrifica su vida cuando se trata de un ataque a la inocencia. Nunca hay que atacar a un niño. Sin duda, ellos tienen su propio poder de protección. Pero no debéis malgastar vuestra energía en algo que es extremadamente inauspicioso, extremadamente desagradable y extremadamente cruel.
Si no podéis amar a los niños no podéis amar nada. Todavía no he conocido a nadie que diga que no ama a los niños, afortunadamente. Pero algunos pueden decir: “Amamos las flores”. ¿Por qué? ¿Por qué amáis las flores? Porque son inocentes. Porque tienen la belleza de la inocencia. Amáis la naturaleza. ¿Por qué? Porque es inocente. Pero la mayor inocencia se encuentra entre los seres humanos que son sahaja yoguis.
Es muy fácil ser astuto. Es muy fácil ser inteligente. Pero, para ser sabio, debéis comprender la belleza de ser inocente. Posiblemente diréis: “¡Madre, si eres inocente, te pueden explotar!” Nadie puede explotar a una persona inocente. Quizá crean que lo han hecho o que han sido agresivos con ella, pero es así. Es como una roca. Es como una roca que no puede ser destruida por ningún océano de ira ni ninguna venganza. Es una roca que Shri Ganesha cuida y alimenta.
Ya os he dicho en otras ocasiones que la inocencia de nuestro interior no se puede destruir. Es muy sorprendente. Puedes ser pecador, una persona cruel, lo que sea, pero estas cosas no le afectan, no pueden alcanzar a la inocencia. Es un aspecto muy secreto que el Divino ha puesto en nuestro interior.
Jugamos mucho con nuestra inocencia. Creemos que podemos comportarnos como queramos: “Está bien porque, después de todo, así lo quiero; es lo que deseo”. Y seguimos así todo el tiempo, disminuyendo nuestro poder o mejor dicho, escondiendo nuestro poder de inocencia. Pensamos que hemos hecho un gran trabajo porque hemos engañado a todo el mundo con nuestra astucia. Esta actitud no puede daros ninguna satisfacción, no es eficiente. Cuando intentáis engañar a alguien, vuestra intención se vuelve contra vosotros y destruye vuestra fe en la inocencia, que es la fe más grande, que es el poder más grande sobre la tierra y vuestra mayor ayuda.
Aquellos que no respetan su inocencia porque piensan que les hace débiles, es que no han visto su poder, cómo trabaja y cómo actúa. Reacciona en todo el mundo. Pero hasta ahora, creo que los seres humanos no han sido conscientes del poder, del poder de la inocencia. Sin embargo, ser inocente es lo mejor. Actúa de tal manera que todo el conocimiento, y el completo desarrollo del Ser, se alcanza de una forma muy hermosa.
Ved de qué se habla en el mundo, qué recuerda la gente, qué se respeta. Se respetan los grandes ideales. Pero si os fijáis en el lado sutil de los ideales de gente que ha llevado una vida muy bella, que tenía muy buen carácter y una hermosa personalidad, veréis que a todas estas personas se les hizo daño o se las mató. Sin embargo, gracias a su inocencia, brillan durante años y años. Podéis ver la vida de grandes personas y comprobar que todos eran muy sencillos, no discutían nunca, eran espontáneos y vivían espontáneamente.
Se puede destruir una nación tras otra, pero el poder de la inocencia no se puede destruir. ¡Tened fe en esto! Debéis tener completa fe en vosotros mismos y en que no sois otra cosa que inocencia. Podéis decir que a la gente inocente se la engaña, pero nadie puede engañar a la inocencia porque es algo que tiene un valor eterno. Pueden engañaros con el dinero o con otra cosa, pero lo más eterno que hay es vuestra inocencia. Seréis las personas con más éxito en la vida cuando seáis absolutamente inocentes y cuando cuidéis vuestra inocencia.
Como os he dicho, no se puede destruir la inocencia. Vuestros malos pensamientos y acciones pueden ocultarla, ocultarla temporalmente. Pero si podéis limpiar de nubes el cielo de la inocencia, todo se hace tan claro que habréis ganado el mundo entero. Podemos tomar el ejemplo de Cristo. Fue crucificado, insultado y torturado. ¿Dónde están los que lo hicieron? ¿Quién los conoce? Nadie sabe siquiera su nombre. A nadie le importa.
Una sola persona fue tan torturada y utilizada… Pero a pesar de ello, ¿qué es lo que ha ocurrido? Cuenta con el respeto del mundo entero. Todo el mundo lo respeta. Nadie dice: “¡Fíjate cómo lo crucificaron! ¿Qué habría hecho?” Nada por el estilo. Simplemente lo respetan. ¿Y qué respetan? La esencia, la esencia de la total inocencia.
En Sahaja Yoga decimos que Él fue la encarnación de la inocencia. Se puede demostrar que fue la encarnación de Shri Ganesha. Cuando creemos que con nuestras vidas podemos hacer lo que queramos, sin ni siquiera recordar ni tener en cuenta que está mal hecho, no sabemos lo que nos espera. ¿Qué le pasó a Hitler? Creyó que podía destruir el mundo entero y matar a mucha gente, y que todavía sería una personalidad muy respetable.
Son tontos al no entender quiénes son verdaderamente respetados. A lo largo de los años y de la historia, a nadie le ha gustado Hitler. No entendió que -si lo que quería era tener poder sobre el mundo y conseguir la reputación de un gran hombre- debería haber seguido a las grandes personalidades. Y las grandes personalidades son aquellas que son inocentes. Su principal poder es la inocencia. Tomad como ejemplo a cualquiera. No sé cómo deciros que este poder actúa, y lo hace de muchas formas. Podéis vivir muchos momentos históricos ¿Y qué encontraréis? Que a aquel que es muy inocente, sencillo y sabio, se le recuerda toda la vida.
Cuando era pequeña e iba a la escuela, solía ir a la biblioteca y leer sobre la vida de muchos grandes hombres que habían creado cosas importantes. Me impresionaba mucho comprobar lo sencillos que eran algunos, eran como niños. Por ejemplo, Abraham Lincoln -por quien siento un respeto muy profundo- fue un hombre mortificado por su esposa. Le decía: “No sabes nada, eres muy torpe, no sabes cómo vestirte ni cómo comportarte”. Era muy dura con él, lo torturaba constantemente. Al final también lo asesinaron.
Podéis pensar: “¿Ves? ¿De qué sirve ser Abraham Lincoln? No tuvo éxito, ya que le mataron”. Pero hasta hoy, en todo el mundo, la gente sabe quién fue Abraham Lincoln. Sin embargo, no conocen a su esposa pero todo el mundo sabe quién fue él. Según ella, un hombre torpe y con todo tipo de defectos. Pero nadie la respeta, nadie piensa en ella. A quien respetan hoy es a Abraham Lincoln. ¿Por qué? Se podría pensar que, por haber sido asesinado, no tenía fuerza para sobrevivir. Sin embargo, ha sobrevivido durante décadas. Han pasado muchos años y todavía se le recuerda.
Tomad el caso de todas las grandes personas que han sido inocentes, por eso tenían ideales. Para ellos sus ideales eran más importantes que cualquier otra cosa, incluso que su vida. Nada importaba más. El sentido de los ideales y del idealismo procede solo de vuestra inocencia. Ella es quien os enseña cuál es vuestro ideal, cómo debéis existir, qué tipo de vida debéis llevar. No es importante que tengáis mucho poder o que ocupéis puestos muy importantes, como ministro o así. Han sido muchos los que han venido y han muerto. Ha habido muchos ambiciosos y muchos opresores, pero, ¿dónde están ahora? A nadie les importa, nadie quiere mirarlos. Cuando aparece su fotografía, la gente cierra los ojos diciendo: “¡No, no! ¡No queremos ver a este hombre!”
Pero cuando hay un niño pequeño, un niño inocente, hablando de forma muy inocente, todo el mundo le admira. Estas grandes personas son los verdaderos símbolos de la inocencia. Su principal cualidad fue la inocencia, de donde venía la sabiduría.
La cualidad más importante de Ganesha es su sabiduría. Conoció lo que era el éxito a través de sus cualidades inocentes. A veces la gente inocente ni siquiera es consciente, consciente de la cualidad de su inocencia. Es muy sorprendente cómo esta cualidad brilla en personas que pueden ser muy corrientes, muy muy normales, que quizá no parecen muy inteligentes o avispadas, o que no llegan a ser buenos diplomáticos, pero sea como sea, son inocentes. Es la culminación de la gloria de los seres humanos.
Para ser inocente… ¿Qué pasa? ¿Qué hay que hacer para ser inocente? La gente me pregunta: “Madre, ¿qué debemos hacer para ser inocentes?” Primero, debéis ver por vosotros mismos cómo trabaja vuestra mente, qué hace y cómo reacciona. Eso es lo que hay que observar. A esto lo llamo “introspección”. ¿Qué tipo de planes tiene vuestra mente? ¿Qué cree ella que es lo mejor? En el proceso del pensamiento, ¿cuál es la forma más importante de veros a vosotros mismos? Lo primero y más importante es saber cómo reaccionáis ante los demás. ¿Es una reacción inocente o es una reacción vengativa?
Es muy fácil verlo por vosotros mismos, porque todos sois sahaja yoguis. Podéis daros cuenta de cómo es vuestra reacción ante cualquier agresión o cualquier problema que se os plantee. ¿Cómo reaccionáis ante ello? ¿Cuál es vuestro comportamiento? Si sois una persona poderosa, no os tiene que importar. Veis por vosotros mismos que lo que os están haciendo es algo estúpido. Absolutamente estúpido. Y cuando la gente hace estas cosas, ¿para qué preocuparse por ellos? ¿Por qué tenemos que malgastar nuestra energía en ellos? Una vez que se descubre su actitud estúpida, los demás les tratarán con desdén durante toda su vida. La gente ni siquiera quiere nombrarles ni tener su fotografía, no quieren tener nada que ver con ellos.
En estos tiempos y en la coyuntura actual, lo que está sucediendo es que se está empezando a seguir a las personas malvadas -que no son inocentes y que van en contra de la inocencia- porque se adaptan muy bien a ellos. Ser agresivo y astuto va con ellos y así se forma un nuevo grupo, que podemos llamar “grupo satánico”. Estos grupos satánicos tampoco pueden hacerle nada en absoluto a una personalidad inocente. Así lo dice un sloka sánscrito: “Nainam chidanti sashtrani” “ningún arma puede matar el Espíritu”, “Nainam dahanti pavaka”, “ningún fuego puede quemarlo”, “Sayanam cleydayantaposh naso sathe maratha”. Marutha es el aire o más bien el viento, “tampoco el viento puede absorberlo”. Está más allá de toda naturaleza que intente destruirlo. Os sorprenderá cómo entiende la naturaleza. Como os he dicho, la naturaleza es inocente. Comprende y actúa, en el momento adecuado, contra aquel que es agresivo, que intenta insultar u ocasionar problemas a una persona inocente.
Debemos saber que tenemos que adorar nuestra inocencia. Sé que a veces sentís que os dominan por ello. A veces os entristece preguntaros por qué os tienen que tratar así los demás. Buscáis razones. Pero si adoráis vuestra inocencia, siempre seréis personas felices, amables y humildes. Pero hay que tener cuidado: sois vuestro propio destructor. Sois vosotros los que os podéis destruir. ¿Qué me decís de Hitler? Hitler se destruyó a sí mismo, ¿quién más le destruyó? Me refiero a que, de todas formas, todo el mundo muere y él también hubiera muerto, pero quien le destruyó para siempre fue él mismo. Es uno quien se destruye a sí mismo con esas cosas. Si sois inocentes podéis salvaros y ser personas muy reconocidas. Tened fe en el poder de la inocencia.
Lo importante es cómo mostráis en vuestra vida el poder de la inocencia, cómo os comportáis los unos con los otros y eso es lo que yo llamo “amor”. No podéis ser compasivos ni amables hasta que no tengáis esta actitud hacia vosotros mismos. No podéis ser buenos. Os podéis sentir así momentáneamente, pero una personalidad compasiva solo se consigue a través de un flujo constante de inocencia en vuestro carácter. Es un aspecto muy transparente en el ser humano que prevalece y supera todas las otras cosas, incluso al paso del tiempo. La gente no olvidará a los sahaja yoguis en miles de años, si mostráis vuestro coraje y la fuerza de vuestra inocencia.
Siento que el programa de hoy fuera tan tarde. Ya sabéis que estaba lista para venir, pero los matrimonios se están convirtiendo ahora en el asunto principal. Los formularios llegaron tan tarde que hasta el último minuto estuvimos decidiendo sobre ellos. Pero esta es la última vez. La próxima, los pararemos. Debéis enviar los formularios al menos con ocho días de adelanto, y para Ganapatipule son dos semanas. Un día solo tiene veinticuatro horas, y eso no se puede cambiar.
Os tengo que pedir humildemente que -si queréis que se organice vuestro matrimonio- por favor, hacedlo de tal forma que yo tenga suficiente tiempo para estudiarlo. De lo contrario, dejaré que lo decidan otros. Si queréis, se puede hacer. Debéis entender que el matrimonio es muy importante. Si os casáis podéis tener niños inocentes. Pero no, si os comportáis de esta forma un tanto irresponsable. Debo pediros que comprendáis el valor del tiempo. Os aseguro que la próxima vez no podremos celebrar matrimonios, si enviáis los formularios tan tarde. Deben llegar al menos con una semana de tiempo. Espero que lo comprendáis.
Muchas gracias.