“El signficado de Pascuas”, Puja de Pascuas, Londres, Inglaterra 06/04/1980

Hoy hablaba con un chico musulmán y me dijo que “Mahoma no era una encarnación”.

“Entonces ¿qué era?”. “Era un ser humano, pero Dios le había dado poderes especiales”. Dije: ¡Qué cosa tan buena! Porque si dices que era un ser humano, para los seres humanos es algo muy bueno decir que era un ser humano, que vino a esta Tierra, y nosotros estamos a su nivel. De esa forma, no surgen el respeto y esa Shraddha, como la llamáis. Uno empieza a pensar que está al nivel de Cristo, al nivel de Mahoma y de todas estas deidades. Y ¿dónde están ellos? ¿Y nosotros? Como aquí ¡que la gente está jugando con la vida de Cristo! Se llaman a sí mismos cristianos, pero no muestran ningún respeto por su vida en absoluto, porque de lo que Él habló fue de la transformación, no de todas estas cosas absurdas.

En segundo lugar, no mostramos respeto, no hay admiración en nuestros corazones cuando es Él quien ha creado universos tras universos. Y ¿qué somos nosotros comparados con Él? Nos ponemos por encima de Él como jueces… ¡Vaya ego que tienen los seres humanos! Como globos. Por supuesto, Él estaba hecho de Brahma Tattwa, de Amor Divino. Por lo tanto, no se le podía matar. Además, tuvo que nacer después de Krishna ya que Krishna había dicho: “Este poder divino de Dios no muere. No se puede matar”. Simplemente para probar eso, adoptó esa forma, esta forma corpórea de Cristo, y vino a esta Tierra. Pero los seres humanos no tienen ojos para ver nada.

Saben lo que es un diamante, lo que es una tela preciosa, pero no saben lo precioso que fue que viniera a esta Tierra. ¡Pensad en ello! La situación era horrible. No había manera de hablar con nadie acerca de Dios o la Realización del Ser. Pero incluso hablar del dharma, de la virtud, era muy difícil. Quiero decir ¡qué ignorancia debe haber cubierto a esa gente para que le crucificaran! Ni siquiera los discípulos reconocieron a Cristo. Cuando le crucificaron dijeron: “Ahora está muerto”. Luego cuando resucitó nadie lo creyó. Tienen todo tipo de teorías incluso sobre el sudario que encontraron.

Por supuesto, había una tela sujeta a su cara que fue retirada hacia arriba, esa es la razón por la que su cara aparece alargada y desfigurada. Pero esa tela se quedó allí, quiero decir, ¿por qué es tan importante ese sudario? No puedo comprenderlo. ¡Es la sangre de Cristo! Uno debería avergonzarse de sí mismo. La ignorancia con la que le miraba la gente. No os lo podéis imaginar si lo miráis desde ese ángulo, cómo la gente está lidiando consigo misma con su ego, viviendo en una oscuridad completa y atribuyéndose la capacidad de poder juzgar ¡incluso a Dios! Y apenas le permitieron vivir tres o cuatro años. No le hizo ningún daño a nadie. No podéis echarle la culpa de eso a ninguna comunidad.

Si hubiera nacido en India, podrían haberle hecho lo mismo. ¿Qué le hicieron a Mahoma? Lo mismo. Pero ¿por qué hubo tantos ladrones, como se muestra en su vida, solo como contraste, a los que se les permitió salir? ¿Por qué fue posible esa concesión y por qué no lo fue con Cristo? ¿Hacemos también lo mismo con nosotros hoy? Que llegamos a compromisos con ladrones que son personas negativas y no nos importa que Cristo fuera crucificado. Ahora bien, como sabéis, Él creó todos los “Brahmandas”. “Brahmand” significa universo. Ahora, el universo del Sol, a partir de este universo surgió la Tierra, a partir de ella surgisteis vosotros.

Y en vuestro Agnya chakra ha creado un, así llamado, pequeño Virata. Él existe dentro de vuestro Agnya Chakra. Este sacrificio es muy, muy significativo y, aunque sea físico, ha sucedido en lo sutil. Llevar la consciencia a través del centro del Agnya fue realizado por Cristo con su crucifixión. Vino como una persona física, simplemente como un ser humano. Su cuerpo murió, pero no murió porque ese cuerpo estaba hecho de esas vibraciones divinas imperecederas, como llamáis a las radiaciones o Brahma. Ellas no murieron y esa es la razón por la que el cuerpo no murió y Él resucitó con su cuerpo. Tuvo que morir para demostrar que, aunque el cuerpo muera, puede salvarse. Esa es la razón por la que tuvo que ser crucificado. Si no, Él no os lo podría haber mostrado.

Pero, de hecho, se experimentó en el llamado Vaikuntha, que Él murió y luego resucitó para mostrar que eso no muere. Krishna ha dicho: “Nainam chhidanti shastrani, nainam dahati pavakah”: “No lo mata ningún arma, ni lo quema ningún fuego, ni lo arrastra ningún viento”. “Na chainam claydayantya po na shoshayati marutah”: “Nada puede aspirarlo”. Ese Espíritu es Él. Cuando le vieron resucitado empezaron a decir: “¡Oh! Él era el elegido”. Entonces creyeron en Él sus discípulos. ¡Qué ignorancia! ¡Qué oscuridad! ¡Qué oscuridad!

Es como hablarle a una hormiga acerca de la civilización humana. Y este suceso tuvo lugar al nivel físico al mismo tiempo que tenía que ocurrir en lo sutil. Como cuando decís que Moisés cruzó el río, ese fue el acontecimiento de cuando el Vacío fue cruzado por el Maestro Primordial. Así pues, todo lo que se haga en lo sutil se expresa en lo material de esta manera. Y esto es exactamente lo que sucedió cuando Cristo fue crucificado. Pero no podéis crucificarlo de nuevo. Ahora se ha convertido en Ekadesha Rudra, como está descrito, los once Rudras como sabéis muy bien. Estos son todos los poderes que Shiva le dio. Hasta ahora, hasta que nació, Krishna le había dado sus poderes y por eso se convirtió en Maha Virata. Incluso fue colocado encima de Krishna.

Pero ahora, cuando venga, se le concederán los poderes destructivos de Shiva. Once de ellos. Uno solo es suficiente para terminar con todos los universos. Y eso es lo que se describe como la venida de Cristo. No podéis crucificarlo nunca más. Y ha llegado el momento para que todos estemos preparados para recibirlo. Todavía no estamos preparados para recibirlo. A menos que estéis realizados no podéis recibirlo, porque si continuáis no realizados hasta que venga estaréis acabados, habréis muerto, seréis destruidos… Él vendrá simplemente para destruir todas las cosas sin sentido. Por lo tanto, deberíais usar este breve periodo para vuestra emancipación y vuestro crecimiento. Pero cuando pensamos en Cristo, observad cómo los seres humanos se ponen a fingir, todo tipo de hipocresías, como cuando actúan y hacen un espectáculo de cómo Cristo fue crucificado.

Cómo llevan todas sus hermosas joyas y todo lo demás y lo representan. Es una burla continua. Si tenéis que llegar de verdad a la resurrección, entonces debéis despertar a Cristo dentro de vosotros en el chakra Agnya. Si no podéis hacerlo, toda esta comedia… incluso he visto que algunas personas en España dicen que están recreando la crucifixión. Quiero decir que esta burla está ocurriendo en este mundo. Estamos viviendo con fingimientos y falsedades. Todo esto no nos va a llevar a ningún sitio. Tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos, tenemos que despertar a Cristo en nuestro interior. Tenemos que inclinarnos ante Él con la completa comprensión de lo grandioso que es. Por el contrario, siempre nos inclinamos ante las personas que son presuntuosas, que hacen un espectáculo de Él.

Es una burla que ocurre en todas partes. Cargar la cruz o cualquier teatro, quiero decir, ¡fue algo tan triste! Y recrear eso -no sé por qué la gente quiere hacer eso-, simplemente no puedo comprenderlo, no lo puedo soportar. Pero si tenéis sentimientos, podéis ver dentro de vosotros mismos. No puede ser una ceremonia, un ritual -ser sacrificado y resucitar-. Es la realidad, es la transformación, no es ningún teatro. Y la gente quiere ver una obra de teatro así y quedarse satisfecha. Para nosotros, sahaja yoguis, es importante comprender el significado de la vida de Cristo. Que su cuerpo fue el único cuerpo hecho de estas radiaciones. Todos los restantes cuerpos eran cuerpos humanos.

Todas las encarnaciones, incluso la de Krishna, cuando vino a esta Tierra tenían cualidades humanas de modo que la Madre Tierra existía en el cuerpo. Ahora bien, la Madre Tierra existe como una fuerza magnética, no es nada más que una fuerza magnética. Si la fuerza magnética es la única parte de la energía de Cristo, entonces no puede ser destruída. Pero, como seres humanos que somos, somos muy poco sutiles y no conocemos la fuerza magnética de la Madre Tierra. No la sentimos dentro de nosotros. El día que empecemos a sentir esa fuerza magnética dentro de nosotros, abandonaremos todos estos movimientos absurdos de los extremos. Nos estableceremos en nuestra gravedad. Pero ni siquiera somos sensibles a la fuerza magnética como son los pájaros. Después de la Realización os volvéis lo suficientemente sutiles para sentir esa fuerza magnética. Y podéis pedirle a la Madre Tierra que se lleve vuestros problemas, que se lleve vuestros pecados, los absorberá.

Una vez que os volváis tan sutiles lo resolverá, sin duda, pero os tenéis que volver así de sutiles. A no ser que os volváis así de evolucionados, no podréis sentir su lado más sutil, que es la fuerza magnética. Y el cuerpo de Cristo estaba hecho de esa fuerza magnética. Debido a que resucitó, el domingo es festivo [“Sunday” día del Sol] porque como habéis visto Él tiene millones y millones de soles y está hecho de Sol; es la esencia del Sol. El Sol tiene la fuerza del oxígeno en su interior. Y este oxígeno es responsable de la creación de Brahmandas tras Brahmandas. Cuando los rayos del Sol caen sobre el árbol -damos todo por sentado-, el árbol florece, da frutos, los frutos tienen semillas y luego brotan de nuevo como árboles. Sin el Sol no podría existir nada en esta Tierra. Y por eso adoramos a Cristo en domingo, porque era el Sol. En verdad, podemos decir que reside en el Sol.

Pero cuando vamos al izquierdo, realmente nos alejamos mucho de Cristo, hacia el lado negativo. Nos volvemos muy negativos, como cuando nos vamos al lado izquierdo, como sabéis, nos alejamos mucho de Él y nuestro Agnya se bloquea, como decís, en la parte posterior [back-Agnya]. Si vais al extremo del derecho, entonces renegáis de Él, cruzáis vuestros límites. No podéis ir más allá de Él, y así es como, cuando vais al lado derecho, cruzáis todo sentido de decencia, decoro y humildad. Así pues, por ambos caminos vais en direcciones opuestas, muy lejos de Él. El ego es el resultado del movimiento del lado derecho, porque la esencia de Cristo no crea la acción necesaria en las personas que se mueven demasiado hacia el lado derecho o hacia el izquierdo. Por lo tanto, por un lado, lucha con el lado izquierdo, el Superego, por el otro lucha con el Ego en los seres humanos. Esa es la razón por la que habéis visto que si estáis poseídos tenéis que recitar el nombre de Cristo. Solo su nombre puede expulsar vuestras posesiones. La oración del Padrenuestro tiene todas las esencias para expulsar las posesiones.

Pero no la oración del Padrenuestro recitada por cualquier persona. La persona tiene que estar conectada con el Señor Jesucristo, solo entonces si lo recitas tiene un efecto y ese mantra es un mantra con su poder despierto. Cuando os movéis en el lado derecho, tenéis que ser humildes en vuestro corazón. Porque Él reside en vuestro corazón como Espíritu, porque es el Espíritu. Y este Espíritu es insultado cuando vais demasiado hacia el lado derecho y esa es la razón por la que la gente orientada al ego tiene problemas cardíacos. En el lado izquierdo, en la zona del superego Cristo es terrorífico. Tienen miedo de su nombre. Huyen de Él porque saben que es el Ekadesha Rudra. Así pues, por un lado es suave, en el sentido de que se aleja de la gente que es egoísta, orientada al ego. No le gustan ni los payasos ni los idiotas.

Los burros en los que montaba son una metáfora de estos burros que están orientados al ego. Él intentó controlar al “burro”. Pero en el lado izquierdo están las personas, esas personas horriblemente negativas, que se asustan de Él. Completamente asustadas; recitáis el nombre de Cristo y simplemente huyen, se van: “No hay nada que hacer, no vamos a enfrentarnos a Él. ¡Oh, Dios, que viene!”. Ahora, este signo [bindi] es, en verdad, la señal de su sangre. Y esta es la razón por la que se describe esta señal como la que hace huir a estas personas incluso mostrándoles este color. Pero se tiene que comprender el significado de Cristo con paciencia, con humildad, porque es quien ha creado universos tras universos. Aquí no podéis solo sentaros en una mesa y decir: “Vamos a resolver o debatir este asunto”. No se trata de debatir un dogma; es un Dios vivo y sobre un Dios vivo los seres humanos no pueden debatir.

Tenéis que convertiros en seres superhumanos para debatir sobre Él y comprenderle. Y cuanto más os elevéis más os llenaréis de asombro: “¡Oh, Dios!”. Y cuando os dais cuenta de que Él es el apoyo del universo, que es nuestro apoyo, os sentís muy poderosos, de modo que nadie puede poseeros si Él es vuestro apoyo. Pero no podéis poseer a Cristo como algo propio. No podéis decir: “Muy bien, Cristo es mío”. Nadie puede poseerle. Tenéis que rendiros a Él de forma que os convirtáis en su posesión. Así os cuidará. Su grandeza no se puede describir con palabras. Como niño, como hijo, es el otorgador de gozo.

No se puede describir cómo cuidó de su Madre, es imposible. No hay palabras que puedan describir la comprensión de Cristo hacia su Madre: su amor, su gentileza, su cuidado, su devoción, dedicación, su Shraddha… no se pueden describir. Y sabéis que vino como un Shri Ganesha evolucionado. Por detrás es Shri Ganesha, por delante es Kartikeya, muy poderoso, con once Rudras. Y esto le ha dado la posición más elevada. Por lo tanto, en este día tenemos que pensar cómo resucitó por nosotros. Más que Él, su madre tuvo que sufrir su crucifixión; fue demasiado. Porque sabía todo sobre Él; Ella sabía que todo aquello iba a suceder y estaba en una forma humana como madre y su querido único hijo fue crucificado en su presencia. No deberíamos glorificar la cruz por una razón: porque Cristo fue crucificado en ella. Pero la cruz también es el signo del Agnya chakra.

Porque la misma esvástica, que era tetravalente, repartida en partes iguales se representa como un símbolo evolucionado que es una cruz. Así pues, cuando alabamos la cruz, estamos glorificando nuestro Agnya, por el que aceptamos la vida de dedicación y sacrificio. Y si miramos adelante, más allá de la cruz, sabemos que está la resurrección. La resurrección que vais a hacer realidad en esta vida. Y ahora abandonad todas las ideas absurdas de vuestra búsqueda y divagaciones inútiles. Buscar no significa saber de algo sino transformarse en algo. Cristo fue crucificado por eso. Resucitó para que todos vosotros pudierais resucitar. Por lo tanto, agradecedle hoy por haberos conducido a la resurrección. Y ya en esta vida vais a resucitar y vais a ver con vuestros propios ojos vuestra resurrección como los discípulos vieron la resurrección de Cristo.

Todo esto está prometido y os debe ocurrir a todos vosotros. Por lo tanto, deberíamos regocijarnos y ser felices porque ha llegado el momento para una resurrección en masa y estamos frente a un evento tan grandioso que somos personas muy afortunadas. Abandonemos nuestras pequeñas visiones y deseos mezquinos, nuestras pequeñas vidas donde vivimos como ranas. Expandíos y pensad que hoy estáis frente al acontecimiento de la resurrección en masa. No solo eso, sino que la estáis llevando a cabo. Así pues, regocijaos y sed felices. Lo que Cristo hizo hace dos mil años, lo vamos a hacer hoy. Esa es la razón por la que la Pascua es un día especial para todos nosotros. En verdad es un día muy especial, porque en nuestras vidas la muerte ha muerto y hemos resucitado. ¡Que Dios os bendiga!