Diwali Puja

Shudy Camps Park, Shudy Camps (England)

Feedback
Share
Upload transcript or translation for this talk

Diwali Puja, Shudy Camps, 1988-11-13

Hoy estamos todos nosotros aquí, para celebrar el Diwali, que es Dipavali, que significa hileras de luces.

En la oscuridad del Kali Yuga, cuando encontráis en todas partes confusión del peor tipo; creando una oscuridad en la que no se puede penetrar y que parece una sólida montaña a nuestro alrededor que nunca se puede cubrir; es como la percibimos por la gracia de Dios. E incluso con la gracia de Dios, nunca se derretiría. En esa oscuridad, en ese estado desesperado, cuando la creación está al límite de su destrucción: ha llegado la luz de Sahaja Yoga. Y vosotros sois las luces, sois los “dipas”, sois las pequeñas, pequeñas velas, que estaban esperando ser iluminadas, ser iluminadas para ver por vosotros mismos lo que está mal dentro de vuestra propia lámpara, lo que falta en vuestra propia lámpara. Como veis, en la lámpara tenéis tres cosas. Una es el recipiente. El recipiente es este cuerpo, el recipiente es esta mente y el recipiente es este intelecto. Y el recipiente contiene en su interior el aceite. En sánscrito se llama “snigdha” o “sneha”, que significa el amor. Es el amor que está dentro de vuestra mente, dentro de vuestro cuerpo, dentro de vuestra propia existencia.

Pero este amor está ahora limitado, está en un estado durmiente. No se expresa a sí mismo, se puede derramar en direcciones equivocadas, puede estropear algunas cosas que son hermosas. Este amor, cuando se limita, es muy peligroso. Pero hay una tercera cosa en vuestro interior, que llamamos el “baati”, es la mecha. Y esta mecha es el deseo puro dentro de vosotros, que todavía no está iluminado. No es consciente de sí mismo. Nadie está consciente, la lámpara no es consciente de que hay una luz en su interior. Y las tres cosas tienen que combinarse para dar la luz; porque estamos perdidos en muchas cosas. Esta oscuridad del Kali Yuga no está en un solo lado. Si lo veis claramente, no es solo materialismo, apego al dinero, apego al poder del dinero, no solo es eso.

Eso, por supuesto, es muy importante estos días; no podemos ignorarlo, porque es algo que tiene peso en el equilibrio global del mundo Occidental. Pero este dinero es para [conseguir] poder. ¿Por qué el dinero? Porque tiene un poder, según muchas personas que están ciegas. Creen que el dinero tiene el poder de conquistar a la gente para vivir con mayores poderes de, digamos, la ejecución de su administración y todo eso para lo que necesitáis dinero. Para ganar nuestros votos, para resultar elegidos. Este es el mito que la gente arrastra todo el tiempo, que el dinero es muy importante, y que sin dinero no podéis gestionar cosas. Y también a causa de este malentendido con el dinero, la gente se queda muy impresionada con las personas que tienen dinero y piensan: “Este es el momento en el que debemos conseguir dinero de verdad, de una forma u otra”. Intentan conseguir dinero con cualquier tipo de adharma. “¿Qué hay de malo?”.

Así pues, esta orientación al dinero ha llegado en este Kali Yuga a tal límite que se ha perdido el sentido de la castidad, de la creatividad -porque debemos crear algo que se venda-. Si no se puede vender no lo crearéis. Se ha perdido el sentido del Dharma [conducta virtuosa]. No hay Dharma. Cuando se trata de conseguir dinero ¿qué es el Dharma? No se necesita el Dharma. El único Dharma es cómo conseguir dinero. A continuación, por supuesto, el amor. Las madres no quieren hijos porque tienen que gastar dinero en ellos. Es esta concepción, este egoísmo el que empieza a funcionar.

Y la gente empieza a pensar en “¿cómo apropiarnos del dinero de los demás?”. Hay muchas formas sofisticadas para apropiarse del dinero en los tiempos modernos. Y la sofisticación ha alcanzado tal sutileza que una persona no se entera hasta que le han robado todo. Ahora hay otras formas de conseguir dinero, como el tipo de música que tiene la gente actualmente -que es contra Dios-, que no canta las alabanzas de Dios, sino que es solo un ruido que hacen. Si cantáis las alabanzas de Dios es diferente. Pero este tipo de música que tienen actúa realmente en vuestra área límbica. Y el área límbica tiene la capacidad de daros gozo y felicidad. Y esta área límbica se entumece debido a esta música, a esta música horrible de los tiempos modernos. Cuando se entumece lo que hacéis es tener más y más ruido, cada vez más ruido, para dar una sensación al área límbica. Pero todavía no estáis satisfechos [Shri Mataji corrige a unos niños que están haciendo ruido].

Así pues, cuando el área límbica se vuelve insensible no saben cómo darle una sensación, por lo que se aficionan a las drogas, os tenéis que volver adictos, no lo podéis evitar, porque se ha perdido toda sensación. Por lo tanto, en nombre de la anti cultura, o podéis llamarlo anti tradición, anti esto, anti aquello, lo que desarrolláis es una zona límbica que necesita sensaciones. La música trae dinero, porque es como una droga, es como el alcohol, como cualquier intoxicación. Porque los nervios ya están intoxicados. Incluso el alcohol actúa de la misma manera, incluso otras cosas como las drogas también actúan de la misma manera. Así pues, en esa intoxicación no sabéis realmente lo que os traéis entre manos. Os llega otro tipo de oscuridad, otra ceguera. Por lo tanto, en esta oscuridad, otra oscuridad añadida vuelve a la gente mucho más ciega, conduce a muchas incomprensiones. Esto nos lleva al problema del cuerpo que existe, de la mente que existe, del intelecto que existe. Cuando todo esto está orientado al dinero ponemos nuestro cuerpo a la venta.

Queremos hacer que nuestro cuerpo se parezca a algo que no existe, podríamos decir, como un tipo de paciente tuberculoso [risas] o a un mosquito. Porque creo que eso hace que a la gente le dé pena. Pero en el interior existe un tipo de temperamento terriblemente malvado en el hombre o la mujer. Si lo observáis, todo esto está hecho por empresarios que quieren fabricar cosas y crear imágenes por las que tenéis que vivir. Y si tenéis que vivir según esas imágenes, tenéis que adoptar el tipo de cosas que están fabricando y así es cómo intentáis usar esas cosas y os volvéis esclavos de esos empresarios. Ha llegado demasiado lejos, ha llegado demasiado lejos la fabricación de cosas con las que caéis en el juego de los empresarios. En nuestro país tenemos muchas enfermedades y estas enfermedades son muy modernas, es decir, solo del hombre moderno. Antiguamente la gente no conocía estas enfermedades. Podía haber una o dos, pero no muchas. Pero estas enfermedades también proceden del hecho de que la mayoría de lo que comemos o de las cosas que hacemos son solo decisiones de los empresarios.

No se produce nada fresco, nada genuino, nada sensato. Se crea la necesidad de poseer al menos diez vestidos, todos hechos de plástico puro [risas] que provocan una reacción y crean problemas. Así que deberíais usar otro tipo de materiales, que sean completamente inofensivos y no anti humanos. Las máquinas son para nosotros y no nosotros para las máquinas. Por lo tanto, debemos encontrar un equilibrio. Todo lo que necesitamos se puede fabricar con las máquinas, pero cuando las máquinas se convierten en la única fuente de producción, comienzan a dominarnos. Si entráis en la oscuridad de este Kali Yuga, que es tan profundo, tan horrible, tan peligroso y destructivo que su descripción puede llevaros a cualquier lugar sin ni siquiera sentir que estáis entrando muy profundamente en una ciénaga de la que no podéis salir. Así pues, ahora ha llegado el antídoto como Sahaja Yoga -el Diwali-, el Dipavali de los sahaja yoguis. Fijaos, tras la Realización no necesitáis tratamientos de belleza. No necesitáis tantas ropas de plástico [risas].

No os prestáis a todo ese tipo de actividades estúpidas que no aportan ningún gozo. No consumís drogas. No fumáis. No bebéis alcohol y tampoco escucháis esta horrible música. Al contrario, os aficionáis a la música que os apacigua, que calma vuestra área límbica, que os da gozo. Así pues, os entregáis a la búsqueda de lo que os da gozo y, poco a poco, empezáis a abandonar el resto. Algunas veces os lo tengo que decir, pero entonces lo comprendéis y abandonáis todas estas cosas porque entonces ya habéis saboreado el gozo. Sabéis lo que es, conocéis la ambrosía del gozo, por lo que no lo queréis abandonar. Puede que lo abandonéis un poquito, pero volvéis de nuevo. Conocéis que esto es gozo.

El gozo no se basa en el dinero, no se encuentra en todas estás tristes búsquedas, nada, sino que el gozo está en el Espíritu, y el Espíritu es el que se regocija en el gozo. Así pues, este Espíritu es el que veis ardiendo al final de vuestra Kundalini, en la parte superior del Sahasrara. Habéis visto la fotografía: en la parte superior del Sahasrara se ve la hermosa llama ardiendo. Habéis visto esa fotografía. Es la prueba de que ahora todos sois las luces y que tenéis que dar luz a otros. Tenéis que ayudar a la gente. Ahora todas vuestras caras parecen rosas, cualquiera que os mire puede ver que sois gente especial. No sois como las personas corrientes que parecen tan tristes y horribles, y cuando cantáis, también en ese estilo, estáis cantando al Amor de Dios, cualquier canción en cualquier estilo que antes era considerada como un canto anti-Dios se convierte en algo grande. Por lo tanto, ahora la luz de Sahaja Yoga ha encendido dentro de vosotros todas estas pequeñas, pequeñas luces, que van a iluminar el camino de la emancipación de la humanidad. Por lo tanto, la responsabilidad de los sahaja yoguis es grande.

Deberían superar todos estos límites, como la luz ha superado todos los límites y se extiende por todas partes. Si tenéis una forma de medir hasta dónde ha llegado esta pequeña luz, no lo podéis hacer con instrumentos humanos corrientes. Pero una vez que empieza, se extiende hasta la última parte de ella y regresa. De la misma manera que esta luz que está encendida en vuestro interior se extiende por todas partes, se emite por todas partes y regresa a vosotros. Pero, por supuesto, es simplemente una luz material. Esta es una luz espiritual. La diferencia es que esa luz [llama] tiene su propio poder de quemar, eso es todo. También tiene el poder de dar luz en la oscuridad. También tiene una cosa más, que puede encender otra luz [vela]. Pero un sahaja yogui no es solo la luz en sí mismo, sino que también es el que puede llegar a los demás.

Esta [llama] no puede caminar. Cuando camina es fuego. No puede sobrepasar sus propios límites. Alguien tiene que llevarla. Así pues, los sahaja yoguis son los únicos que pueden llevar esta luz [llama] en su interior, -muy bien preservada-, y muy hermosamente iluminar a otra persona. Sin causar un fuego, sin quemar nada. Si movéis esto de aquí a allí, hay que pensar tres veces si lo podéis mover porque podéis derramar algo o quemar algo. Pero un sahaja yogui no. Y es para la redención. Esto puede daros luz, que está fuera, por la que podéis ver, pero con la que no podéis sentir ni curar.

No podéis aconsejar, ni consolar y no podéis redimir con este material. Es una luz espiritual la que está en nuestro interior. Así pues, hoy es la celebración del auténtico Diwali. Siempre digo que en India estábamos fabricando las lámparas del Diwali con barro común, pero ahora, en Sahaja Yoga, tenemos lotos que están dando luz, fragancia. Son cosas muy bonitas y estáis disfrutando y expresando vuestro gozo de una manera que es muy hermosa. Pero para ser los lotos tenéis que abandonar este barro, esta oscuridad -tenéis que abandonarlo-. Si no podéis abandonar eso, entonces no podéis disfrutar de vuestro propio loto, y los demás tampoco. Por lo tanto, ese abandono no es difícil. Veis, cuando la gente dice: “Tenéis que amar a vuestra Madre”, significa que abandonéis el ego y los condicionamientos y os volváis una personalidad pura, eso es todo. Es decir, en todo caso, todos vosotros me amáis, pero todavía con limitaciones.

Debéis amarme sin límites, entonces es un amor auténtico, como el mío por vosotros. Por eso tenemos que agradecer este tiempo. Este tiempo es estupendo. Lo llamo el tiempo del florecimiento, ya que en este tiempo habéis nacido todos y yo he venido, ha tenido lugar esta combinación y se ha establecido Sahaja Yoga. No sabéis las enormes dificultades que tuve que atravesar al principio. Dificultades muy grandes. Porque Sahaja Yoga no puede ser comprendido por idiotas. Y al principio, en mi vida, solo me encontré con idiotas [risas], un montón de idiotas. Como dijo Cristo: “Los primeros serán los últimos”, ya veis. Estos idiotas que conocí me han causado muchos problemas.

Pero luego la gente auténtica comenzó a acercarse a mí. Comprendieron Sahaja Yoga, aceptaron Sahaja Yoga y funcionó muy bien. Ahora tenemos planes de ir a India. La particularidad del tour de India es que India, como sabéis, es un lugar donde los grandes santos han hecho un gran trabajo, especialmente en Maharashtra. Aparte de esto es una tierra sagrada y limpia, sin lugar a dudas. La gente todavía no se ha entregado al materialismo hasta ese extremo. Y, en tercer lugar, tenemos unos ocho pujas en muy poco tiempo. Por supuesto que, a veces, esto es demasiado para mí. Pero tenemos ocho pujas, y esto es algo muy intenso. No puedo hacer esto en ningún otro lugar como en India, porque solo en India, por el ambiente, las vibraciones son absorbidas mucho más rápidamente que en cualquier otro lugar.

Porque allí no hay mucha oscuridad, y la luz se extiende mucho más rápidamente, mucho más fácilmente y me resulta más fácil que funcione. Estoy segura de que estos días llegarán a todas partes, cuando alcéis vuestras luces y empecéis a hacerlo funcionar. Debo felicitaros a todos vosotros porque sois los únicos que, estando atrapados en esta oscuridad, habéis creado una luz con tal responsabilidad, con tal comprensión, con todas las dificultades por las que habéis tenido que pasar, para liberaros de vuestros muy limitados problemas primarios. Es notable la forma en que lo habéis establecido, es increíble, porque, ya veis, podíais haber dicho simplemente: “Esta es una filosofía y no la creemos. Esto es algo que no comprendemos”. Pero es muy agradable para vosotros porque os habéis transformado en el Espíritu. Cristo dijo lo mismo, pero ¿cuántos han comprendido a Cristo? Nadie había comprendido a Cristo, creo, hasta que llegó a través de la cristiandad. Cuando llegó a través de Sahaja Yoga comprendisteis quién era Él. De la misma forma, para todos los grandes profetas, todas las grandes encarnaciones, teníais que llegar a Sahaja Yoga, para ver bajo esa luz lo grandes que fueron, cuánto trabajo hicieron por nosotros, cuánto establecieron en nosotros, cuánto deberíamos agradecerles.

Espero que un día podáis verlos a todos sentados con nosotros y podáis encontrarlos estén donde estén. Deberíais desarrollar los ojos para ver todo eso algún día, lo que algunas veces muestra la cámara. Y deberíais poder ver de la misma forma, será una buena idea. Creo que en Bogotá algunos sahaja yoguis vieron una vez la gracia cayendo, eso es todo. Pero sucederá cada vez más. Por favor, intentad mejorar los ojos, en el sentido de: “No tendréis ojos adúlteros”. No tengáis avaricia en los ojos ¡por nada! Tratad de eliminar la avaricia de los ojos y, definitivamente, empezará a funcionar. Así pues, este es el mensaje para vuestros ojos porque a través de los ojos sois la luz. Lo primero que he encendido es la luz en vuestros ojos, y por eso la luz se tiene que mejorar y se tiene que purificar con amor, con el Amor Divino.

¡Que Dios os bendiga a todos!