El papel de la lengua, la vista y los pies en la evolución Espiritual

New Delhi (India)

1976-04-02 Having A Good Tongue (subtitles), 20' Download subtitles: EN,ES,FI,FR,IT,PL,RO,RU,TA,TR,ZH-HANS,ZH-HANT (12)View subtitles:
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Tener una buena lengua, Delhi, India 02-04-1976

Os estaba contando lo difícil que es ser Madre y Guru porque son papeles muy contradictorios.

Y especialmente para una persona que se quiere encargar de vuestra salvación, ser la “Moksha Dayini” [otorgadora de liberación], es extremadamente difícil porque el camino que todos tenéis que atravesar para llegar a vuestro Ser es muy delicado y traicionero. Y si caéis hacia este lado o a ese otro, es un desastre para vosotros. Estoy observando vuestra escalada y os veo ascender con el corazón de una Madre y la mano de un Guru. Y entonces veo gente cayendo. Intento decirles: “Subid”. A veces grito. A veces tiro de ellos hacia arriba. A veces los amo y los acaricio. Podéis juzgar por vosotros mismos en vuestro interior, cuánto he trabajado en vosotros, cuánto os he amado. Pero la clave es cuánto os amáis a vosotros mismos.

Os he dicho que, para un sahaja yogui, todo se debe decidir con “el poder de ser testigo”. Ahora bien, el poder de ser testigo es silencioso, no habla. Ser un tipo de persona muy habladora no os va a ayudar mucho. Tenéis que llegar a un equilibrio. Por primera vez -en esta encarnación-, he empezado a hablar, y tengo problemas de garganta porque no estoy habituada a este tipo de charla. Por tanto, es necesario que no habléis a menos que os sintáis preparados para hacerlo. Y muy pocas frases, concluyentes. Como ya os he dicho, la lengua es la maestra de todos los órganos de las distracciones. Si pudierais dominar vuestra lengua, os habríais convertido en maestros de todos ellos, en cierta manera. Porque todo tiene que ser agradable.

Por ejemplo, miráis a una mujer. Si no es agradable, aunque sea hermosa no querréis mirarla. La lengua decide acerca de una persona. Si queréis comer algo, si no es agradable, no querréis comer esa comida. Tiene que ser agradable. También los pensamientos. Un pensamiento tiene que ser agradable. Si no es agradable, no vais a tenerlo. Así pues, el factor determinante es la lengua. La raíz de la lengua llega hasta el Vishuddhi chakra, que controla el ego y el superego.

O podéis decir que, en cierta manera, en la lengua se refleja el ego y superego. A través de la lengua, cuando habláis, se puede saber si estáis en el reino del ego o del superego. La lengua expresa, decide. Pero si la comprendéis, entonces sabéis cómo manejarla. Es vuestra amiga. Y la misma Saraswati reside en vuestra lengua. Si sabéis cómo manejar la lengua, entonces Sahaja Yoga puede ascender muy alto. Porque cuando los demás os conocen como sahaja yoguis, también ven la forma en la que habláis, la forma en que coméis, el tipo de cosas que os resultan agradables. Es la lengua la que decide. Si estáis de verdad muy evolucionados, os asombrará que, si tomáis alguna comida en algún sitio, la lengua inmediatamente la vomitará.

No la aceptará si es algo malo. Si una persona falsa os da algo a lo que llama prasad, inmediatamente la lengua lo vomitará. No será capaz de tragarlo. Incluso si lo tragáis, si de alguna forma llega al estómago a la fuerza, incluso así, la lengua le dirá al cerebro: “¡Vomítalo!” Y el cerebro le dirá al estómago: “¡Vomítalo!”. Será desagradable. Esta reacción de Vishnu en el estómago hasta la acción de Shri Krishna, -quiero decir que se trata de la misma personalidad-, todo es juzgado por vuestra lengua. Por tanto, deberíais saber lo pura y sagrada que debería ser vuestra lengua. Pero cuando pronunciéis el nombre de vuestra Madre con esta lengua, debéis saber que tiene que ser lo más santo entre lo santo. Es muy importante cómo usáis la lengua.

Los que hablan muy tajantemente son iguales que los que hablan muy dulcemente: la intención es conseguir algo de vosotros. Como os he dicho, la lengua controla el ego y el superego. Incluso los sahaja yoguis comprenden que el poder del testigo también está aquí, en el Vishuddhi chakra. Por tanto, vuestro poder de ser el testigo aumentará o disminuirá de acuerdo con vuestra lengua. Por supuesto, controla dieciséis subplexos. También controla los músculos de los ojos, todos estos músculos. Controla el paladar, controla los dientes, controla los oídos. Con los oídos, oís algo y no lo podéis controlar pero con la lengua podéis porque es la que emite, es la que lanza al exterior. Con el oído no podéis dar nada a los demás. Es de un único sentido.

La lengua es de doble sentido: absorbéis unas cosas y también expulsáis otras. Tiene un doble propósito. Es un órgano muy importante y es por ello por lo que debemos cuidar nuestra lengua. Cuando la Kundalini está ascendiendo, significa una cosa: que vuestra atención se ha vuelto sutil. De lo grosero a lo sutil. Pero se tiene que volver más sutil, lo más sutil, y entonces ir más allá. Solo volviéndose sutil se eleva a través del Agnya. Porque el Agnya es como el ojo de una aguja. Por lo tanto, lo atraviesa mediante la sutileza. Gracias a esa sutileza vuestra atención lo ve todo, pero en su forma sutil.

Esta es una experiencia nueva para vosotros. Por este motivo no reconocéis lo que es. En un grupo de sahaja yoguis, podéis ser testigos de estas cosas muy cuidadosa y claramente. Hay una persona con los ojos todavía mirando de un lado a otro. Es un sahaja yogui, sentado ahí, mirando aquí y allá, mirando a un lado, quién viene, quién se va. Por supuesto, podéis decir que todavía está en un estado grosero, aunque tiene su atención arriba porque Mataji está sacándola hacia arriba sujetándola ahí. [Risas] Pero, todavía, la persona está arrastrándose hacia el exterior, hacia lo grosero. Por tanto, no os preocupéis de esas personas. Pero incluso la persona que está, digamos, atenta; -podemos decir atenta porque las palabras no son tan precisas-, incluso si os dais cuenta de una persona así, descubriréis dos fuerzas actuando de una forma muy sutil: una es su ego sutil, la otra es su superego sutil. Cuando os volvéis sutiles, de repente, conseguís también poderes de lo sutil. Veamos el lado del ego.

Empezáis a sentir en vuestro interior -de una manera tan sutil que no reconocéis que es ego, es demasiado sutil para ser reconocido-, que ahora tenéis poderes para curar. Empezáis a sentir que ahora tenéis poderes para elevar la Kundalini. Observad cómo desciende depositándose en vosotros. Entonces comenzáis a sentir que tenéis poderes para expresaros porque pensáis que habéis aprendido Sahaja Yoga y ahora conocéis la esencia y podéis hablar acerca de ello. Este ego sutil se desarrolla en vosotros. Y el cuarto tipo de ego sutil se desarrolla cuando veis que el superego de otra persona se está desarrollando. ¡Ese es el más peligroso! Así ocurre que algunas personas cuyo superego se desarrolla ahora porque han tenido gurus anteriores, problemas previos, por la forma en que han seguido la religión, por errores y todo eso. Debido a sus errores, su superego se desarrolla. Veis que les está sucediendo algo.

Digamos que el Sr. X ve a Y, que le está llegando un superego, que le está fluyendo una negatividad. Así pues, su ego empieza a desarrollarse contra esa fuerza. De una forma sutil. Ahora, llama a una fuerza positiva -es una fuerza positiva, sin duda-, pero la sobrepasa. Cuando sobrepasa este lado, intenta empujar el superego de la otra persona; tiene ese tropiezo. Cree que está haciendo lo correcto. Por supuesto, lo está haciendo en cierta manera pero hasta cierto punto. Y entonces se vuelve colérico. Continúa haciendo comentarios acerca de los demás. Dice cosas duras.

Y así es cómo empieza el aspecto más sutil. Todo está bien hasta cierto punto. Hasta cierto punto porque en esto, diría que Ganesha y Jesús deberían ser tratados como los criterios de evaluación. A Cristo no le importó cuando fue crucificado. No solo eso, sino que pidió perdón para todos ellos. Pero si su Madre hubiera sido tocada por alguien, habría sacado sus once Rudras y los habría matado. Ese es el asunto. Cuando se trata de vuestra Madre, entonces por supuesto, vuestro ego y superego tienen un significado. Pero más allá de eso, si se dirige a los sahaja yoguis, entonces no sabéis dónde encontrar el equilibrio. Por ejemplo, si se les hace algo a tales personas, se identifican a sí mismos con Madre y piensan: “No, no, si me ha dicho eso a mí, significa que también a Madre”.

No es así. Debéis saber dónde sois criticados y dónde es criticada vuestra Madre. Son dos cosas distintas. Por eso dije que el punto de juicio es Cristo. Cuando fue crucificado, lo aceptó, aunque era uno con su Madre. Pero podía incluso sobrepasar esa línea. Cuando os crucifican no sois Cristo. Pero si alguien dice algo contra Madre, entonces por supuesto. Ahora intentad comprenderos a vosotros mismos. Miraos a vosotros mismos.

Todo lo que os digo debéis observarlo en vosotros. Es por vuestro bien. Así es cómo encontráis en algún sitio una persona con una invasión de superego. En primer lugar, la invasión de superego es muy profunda y sutil. Extremadamente profunda. Entra en vosotros de tal manera que no lo comprendéis. La otra persona que es muy positiva, por así decirlo, pensará que a esa persona le ha entrado una negatividad. Pero no sabrá que está traspasando su positividad hacia la negatividad. Porque una vez que cruzáis esta línea os vais a este lado. Una vez que cruzáis esta línea os vais a este lado.

Así pues, os volvéis negativos en cuanto cruzáis este punto. Y es el Sahastrara, el Brahmarandhra. Más allá del Brahmarandhra, si empujáis hacia abajo entonces estáis cruzando al otro lado. Estáis entrando en el juego de otras personas. Ahora debéis juzgaros a vosotros mismos y ver: “Hola Sr. X ¿cómo te estás portando ahora?”. Inmediatamente os transformáis en un testigo de vosotros mismos. Ahora, ¿cómo están el ego y superego? En algunas personas, el ego presiona al superego y el superego presiona al ego. Lo he visto. No saben si son egoístas o si están dominados.

De verdad no lo saben, no pueden decidirse. Porque es un tambalearse continuo todo el tiempo. Por eso digo: “Baithak” -sentado en calma-. Debéis asentaros, estabilizaros. Observaros: “¿Estoy estabilizado?”. Observadlo en vosotros mismos. Incluso podéis sentir la fuerza, de hecho, podéis sentir la fuerza moviéndose de un lado a otro. Cuando sintáis la fuerza moviéndose de un lado a otro; intentad traerla al centro. Cuando el ego y superego siguen así, digamos, oscilando de un lado a otro, sucede que en un momento empezáis a sentiros decaídos, frustrados, hartos de vosotros mismos: “¡Tonterías! ¡Salid de ahí!”.

En otro momento discutís con vosotros mismos y con otras personas. Le pedís a otros “¡Salid! ¡Esto está mal! ¡No me gustaba ese hombre! Vino ese tipo, me sorprendió, ocurrió esto o lo otro…”. Os vais a los dos extremos. Ese no es el camino a Sahaja Yoga. Sahaja Yoga -sahaja significa que sois el testigo-. Sahaja tiene dos significados, se usa normalmente como “sencillo” -sahaja-. Estáis en un método sahaja, significa que sois un testigo, observáis.

Observad estos árboles. Están siendo testigos, no dicen nada. Simplemente están ahí. Es ‘ser’. Es simplemente ser. ¿Somos eso? En cada momento estamos ocupándonos de todo. Entonces no tendréis problemas de organización. Tenéis problemas de organización porque no sois el testigo. Os encontráis con dos tipos de personas.

Unos dirán: “Estoy sufriendo mucho”, los otros dirán: “No, yo no”. Entonces, sus actitudes se intercambian, pueden mezclarse. Pero podéis saber dónde parar esto. Os volvéis un testigo, silencioso. Tras hablar durante un minuto, volveos silenciosos. Creo que es lo mejor. Creo que la mejor práctica para la lengua es estar en silencio. En la medida de lo posible estad en silencio y en observación. Pero algunos están en silencio y melancólicos, es lo peor que podéis hacer. ¡No!

Silencio y observación. Ni estéis melancólicos ni pensando como hacer daño a los demás porque entonces, de repente, os saldrán unas frases tan sucias, tan cortantes, tan horribles, tan llenas de veneno que pensáis: “¿De dónde han venido? ¡Dios mío!”. Ese silencio es absolutamente inútil. Debería ser como un río que fluye. El río tiene su propia profundidad y fluye por la superficie. Es todo una masa. Uno debería tener este tipo de silencio, no uno forzado sino el de un testigo. Aunque una persona así esté hablando interiormente, el flujo del silencio está ahí. Sois uno con ese silencio, os está llenando todo el tiempo.

Y podéis ser testigos de que, en cada hoja, en cada movimiento de la hoja, percibís fluir el silencio. Ni siquiera hablan, pero lo manifiestan. De la misma manera, no habléis, manifestaros. Por supuesto, los seres humanos son más elevados que ellos porque hablan, pero si la palabra se convierte en una carga, un problema, un instrumento cortante, es mejor no hablar. Otra cosa que debe saber un sahaja yogui es que los ojos son muy importantes para Sahaja Yoga. Cuando la Kundalini asciende tiene lugar la dilatación de las pupilas. Habéis visto como los ojos de los niños se dilatan, boquiabiertos con todo lo que ocurre. Boquiabiertos. Completo silencio. La visión silenciosa continúa a través de los ojos.

Ese es el motivo por el que los ojos son muy importantes. Debéis aprender a fijar los ojos en vuestro interior, en vuestro corazón. Tened humildad en vuestro corazón. Fijad los ojos en el corazón. Lo digo de esta manera, pero no sé si podéis hacerlo. No sé si podéis hacerlo, pero si pudierais hacerlo, es una buena manera de hacer las cosas. Mirar a todo el mundo, fijarse en todo el mundo, ver esto, aquello, es un ejercicio muy malo para los ojos, una costumbre muy mala. Intentad mantener los ojos bajos, hacia la tierra, la Madre Tierra, observando la parte más baja del cuerpo más que la cara. Porque la cara… Si estáis a un nivel tal que podéis mirar a las caras, pero todavía no estáis a ese nivel. Lo mejor es mirar a los pies.

Y vuestros ojos tocarán su sentido grosero -los pies-, de donde la sensación de las vibraciones asciende, hacia arriba, y la Kundalini asciende mejor. De hecho, aquellos que sufren de un escaso ascenso de la Kundalini, si pueden frotarse los pies con aceite y lavárselos, es una cosa muy buena. Esa es la razón por la que Cristo lavó los pies de sus discípulos. Ojalá pudiera hacer eso, si me lo permitís, sutilmente. Porque todo lo grosero está en los pies; y si tocáis a alguien sus pies, con los ojos -me refiero a gente realizada-, desaparecerá la mayor parte de lo grosero. Y no tendréis mucho problema con ellos. Esa es la razón por la que Cristo lavó los pies de sus discípulos. Vosotros lavaos también vuestros pies y mantenedlos limpios de forma que desaparezca lo grosero. Mis explicaciones han sido breves, pero si queréis hacerme preguntas, hacedlas, porque veo que los sahaja yoguis todavía no están ascendiendo tan rápido como deberían. Porque elevar la Kundalini hasta aquí y hasta aquí es posible para mí, pero llevarla hacia vuestro ser grosero es el trabajo que tenéis que hacer.

Como se dice en marati: “Adhi kalas mag paya” -He construido el tope, la cúpula, para vosotros-, y sois vosotros quienes tenéis que mantenerla. Os he llevado a la cúpula, pero no podéis derribarla porque o estáis frustrados con vosotros mismos -pero estando frustrados ¿qué vais a ganar?-, o estáis frustrados con los demás. Simplemente estad en silencio y sed testigos. Como dijo Sai Baba [de Shirdi]: saburi (paciencia). Viene.